Es bien conocido que la administración, en su sentido etimológico, es dirigirse hacia y rendir un servicio. Una administración pública es aquella que tiene y sirve bienes públicos a una población. Ello lo hace con la recaudación de los impuestos tributarios, dinero que por lógica es público. La actual gestión de la alcaldía municipal de Santa Tecla, dirigida por Roberto d’Aubuisson, no alcanza a comprender esta lógica. Lleva más de un mes (después de haber despedido a más de 150 empleados de recolección de la basura) de ser y hacer un desecho del municipio.
OPINIÓN
Por Fernando Polío
Cuando un funcionario de una alcaldía no hace bien su trabajo, significa que no tiene sentido que exista desde la gestión o que su gestión carece de ese mismo sentido. Es lamentable que de pronto se deje de contar con el apoyo de personal calificado para determinada labor y que nosotros, como ciudadanos, suframos por ello, cuando ya pagamos por este servicio. Lo triste es que al final (dentro de la lógica del talento humano o capital humano) tratamos con PERSONAS. Que un gerente como el Alcalde se olvide de ello, es preocupante, y demuestra solo incapacidad.
Si esta fuese una empresa telefónica o si se tratase del internet de nuestros hogares, ni siquiera dudaríamos en ir a reclamar a esa entidad. La actual administración municipal de Santa Tecla no se metió con un servicio cualquiera, se metió con la salud de sus ciudadanos, de manera irresponsable y poco ética, cuando su “deber ser” es por y para el bienestar de la población. Aunque al parecer, solo interesaba un período más para hacer todos los movimientos que deseaba y favorecer, con CAPITAL PÚBLICO, a EMPRESAS PRIVADAS. Suena ilógico, ¿verdad?
Entonces, si entendemos bien, dentro de una lógica gerencial, se le ocurre desarmar una unidad que servía de manera eficaz y sustituirla por otra que no sabe de eficacia, mucho menos ser eficiente. Sigamos jugando con la lógica. Si yo como gerente contrato un servicio “outsource” es porque hará mejor el trabajo, de lo que lo hace mi equipo. Pero si no alcanza a hacerlo mejor, tendría que buscar otra empresa que lo haga bien, ¿o no? Ya es un mes de Tecla aseo y lo único que vemos es basura por todos lados.
En este sentido, esto suena solo a una mala decisión estratégica gerencial. Eso que aún no estoy sumando todo lo que ha perdido en cuanto a percepciones, es decir recurso intangible. Significa, que la reputación de la municipalidad, al parecer no le importa al edil, puesto que seguramente saldrá a abrazar a otro par de personas para recuperarla en las próximas elecciones. Al menos eso cree. No es de extrañar que por ello, lo único estratégico que hizo son estos movimientos en su primer año de gestión, para que a la mitad del segundo empiece su campaña.
He detallado solo algunos aspectos alrededor de este problema de la recolección de la basura, en lo concerniente a la administración. Pero, quiero volver a algo que me parece que no es de olvidar, las PERSONAS. Que un empleado público, en esta era moderna de gestión, pueda decir a un medio de comunicación que porque recoge basura “lo tratan como basura” es de lo más deprimente que le puede pasar a un ser humano. Degradarse a un nivel tal y sentirse en esa escala es innombrable (de hecho ni se me ocurre cómo catalogarlo). Sin duda una ciudad de primer mundo.
El señor alcalde de Santa Tecla y su equipo estratégico de gerentes han olvidado algo esencial que nos enseñó Idalberto Chiavenato, teórico de la administración, la década pasada: “Las organizaciones exitosas descubrieron esto (el capital intelectual) y tratan a sus miembros como socios del negocio y no como simples empleados”. Además recalcó que ellos en primer lugar son seres humanos. En segundo, son activadores inteligentes de los propios recursos. Por último, y no menos importantes, son sus socios principales.
Señores de la alcaldía de Santa Tecla y alcalde Roberto d’Aubuisson, perdieron a sus mejores socios ante la opinión pública. Una empresa privada no es su mejor socia. Ningún empleado de ahí estaría fidelizado a ustedes, no tienen por qué. Han perdido el rumbo en esta área gerencial tan fundamental. Solo un recordatorio: no nos debe solo una ciudad limpia, no. Nos debe que hoy tengamos un desecho de ciudad y de gestión pública.