EL DÍA DE LA CRUZ

Cruz hecha de palo de jiote adornada con papel de china y frutas. / Foto por Wilmer Esteban

Por Wilmer Esteban y Daniel Ayala

 

Cada 3 de mayo la Iglesia Católica celebra el Día de la Cruz. Consiste en poner una cruz hecha de palo de jiote en las casas, indicando el inicio de la época lluviosa. Sin embargo, en este rito hay una mezcla de culturas del viejo y el nuevo mundo.

 

Celebración a la nueva vegetación

Antes de la llegada de los españoles a tierras cuscatlecas, los pueblos originarios celebraban a Xipe Totec, quien era el dios de la nueva vegetación y renovación. Esto debido a que es precisamente en estas fechas que empieza la época lluviosa, la cual, hace que broten las cosechas.

 

 

Imagen de Xipe Totec usando la piel de una persona desollada.

Era comúnmente llamado “Nuestro Señor el Desollado”. Usaba la piel de una víctima como símbolo de renovación, una “nueva piel” cubría los campos. Era un llamado a lo nuevo para tomar el lugar de lo viejo.

 

La adaptación del Día de la Cruz

Los españoles llegaron al continente americano y con ellos traían sus creencias y costumbres, las cuales impusieron a la población indígena que habitaba estas zonas.

 

Desde la perspectiva cristiana, el símbolo de la Cruz tiene el sentido del vencimiento de la muerte, pues el profeta Jesús fue crucificado en ella, y en ella también venció a la muerte. Fue el emperador romano Constantino el Grande el que la convirtió en el símbolo universal del cristianismo, en el año 313 de nuestra era.

 

Por su lado los indígenas de América tenían ya establecido en su calendario la celebración a la renovación venerando a Xipe Totec, y tras la llegada de los españoles con la imposición de la Cruz como símbolo de la nueva religión que traían, se empezó a crearse un sincretismo alrededor de la fecha del 3 de mayo.

 

El padre de Sivate señala que la celebración “actualmente está mezclada con los invasores españoles al país. Aquí el 3 de mayo se celebraba al dios que desollaba a una persona y coincidía con la época de las siembras debido a la época lluviosa.”

Rafael de Sivate, sacerdote jesuita de la UCA. / foto por Wilmer Esteban.

Mayo se encuentra en el inicio de la época lluviosa en El Salvador. Dicho acontecer hace que aparezcan las cosechas y eso siempre ha sido motivo de celebración para los pueblos nativos, por ello la Cruz se adorna con frutas y flores.

 

La Cruz se acostumbra hacer con pedazos de palo de jiote ya que la idea es que con la lluvia y el pasar de los días está de brotes, dando así una representación metafórica de la renovación. Asimismo, en la celebración a la nueva vegetación, la idea central es conmemorar el final de un ciclo y el inicio de otro. Representado en el crecimiento de todas las cosechas que se habían plantado anteriormente.

 

El Día de la Cruz posee muchas costumbres que, por medio de un sondeo, fueron descritas. Las personas concuerdan en que este día se celebra la entrada a la época lluviosa y la recolección de frutos. Asimismo, a la interrogante “¿Qué sucede si no se coloca la cruz el 3 de mayo?” La tradición nos dice que el diablo llega a bailar en el jardín o zona donde se debería de colocar la cruz.

También, se dice que hay que persignarse antes de agarrar un fruto que ha sido colocado en la cruz, según los encuestados es debido a que es símbolo de respeto a Dios porque “nos da todo, nos da los frutos”.

 

Rafael de Sivate comenta que, “La persona que celebrara el 3 de mayo al dios desollado, en el fondo no estaría tan lejos de la celebración católica”, explicando que ambas celebraciones tienen un fin en común.