Por: Jonathan Guerrero
Muchas personas guardan la cuarentena encerradas en sus viviendas, pero hay sectores que no tiene el privilegio de hacerlo, muchos deben salir a trabajar aún con el riesgo que implica: repartidores, panaderos, vendedores informales, médicos y periodistas; estos últimos siguen con su rutina normal y trabajan para mantener informada a la población.
Muchos periodistas enfrentan hoy un doble riesgo: el del contagio del virus y el estigma del presidente de la República Nayib Bukele, quien se mantiene en constantes ataques contra periodistas y medios de comunicación, en especial contra aquellos que tienen posturas editoriales críticas a su gobierno.
El periodismo es esencial para el funcionamiento de toda sociedad democrática, es necesario para que las personas se mantengan informadas y ejerzan contraloría sobre el gobierno. En tiempos de tanta desinformación es de vital importancia una prensa libre e independiente, que informe veraz y oportunamente a la ciudadanía para que sepa lo está pasando a su alrededor y qué medidas tomar.
Una población informada se vuelve más crítica con respecto a lo que sucede en su entorno, actúa con sabiduría; a esto es a lo que Bukele parece temer. No puede permitir que la imagen de su gobierno “perfecto” se le caiga, por lo tanto lo más fácil es atacar a los medios y poner a sus seguidores contra los periodistas, para que no se muestre lo que está haciendo mal.
A pesar de su incomodidad con una parte de la prensa, Bukele sabe que no puede cerrar de tajo el grifo de la libertad de expresión y de prensa, pues le traería duras consecuencias, así que opta por dar conferencias de prensa con escenarios controlados y preguntas limitadas. Cuando recibe un cuestionamiento que no le parece se pone de inmediato a la defensiva, prepotente, no da respuestas concretamente y pasa a la siguiente pregunta. A veces ni siquiera deja que la prensa lo interrogue.
Los periodistas saben que tienen el compromiso de informar con la verdad, a pesar de que algunas veces sea incómoda y no le parezca al gobierno de turno. El periodismo está llamado a informar con imparcialidad a pesar de las presiones a las que se ve expuesto, ya sea políticas o económicas.
El presidente Bukele debe entender que decidió gobernar un país democrático, donde los medios de comunicación juegan un papel importantísimo investigando el poder e informando a la población. El cuarto poder está llamado a investigar, a denunciar las injusticias, los abusos y las violaciones elementales a los derechos de las personas. La prensa no es oposición política señor presidente.