Ayuda económica de BANDESAL no llega a artistas menos reconocidos
Artistas nacionales reciben apoyo económico por parte de BANDESAL. Foto por Sofía Benítez
Ayuda económica de BANDESAL no llega a artistas menos reconocidos
El Gobierno destinó $17.9 millones para el rubro de artistas, artesanos, cooperativistas y pescadores artesanales. Muchas personas que se autodenominan artistas no entraron en los listados para recibir el beneficio.
Por Claudia González y Sofía Benítez
La pandemia de Covid-19 generó innumerables desempleos en el sector artístico salvadoreño, afectando sobretodo a aquellos que se dedican al arte callejero, eventos privados o laboran en instituciones educativas sin contratos formales.
Para paliar un poco el golpe económico en estas personas, a inicios de 2021 el Gobierno anunció que el Fideicomiso para la Recuperación Económica de las Empresas Salvadoreñas (FIREMPRESA) y el Banco de Desarrollo de El Salvador (BANDESAL) pondrían a disposición un nuevo fondo para ayudar a los protagonistas del arte nacional.
Para ser beneficiarios, los artistas debían llenar un formulario en línea con sus datos y material multimedia como evidencia de su desempeño en el arte. Las categorías para aplicar al subsidio fueron solista, circense, poeta, escritor, pintor, escultor, comediante, imitador, bailarín y danzas, cinematografía, payaso, malabarista, mimo, zanquista, artesano.
Juan Carlos Cabrera, instructor de danza desde 1992, menciona que “en Sonsonate, cuando salió esta oportunidad la gente ni se había dado cuenta. Yo lo que hice fue llamar y llamar hasta que hicimos un grupo como de cuarenta personas. De los cuarenta que se preinscribieron solamente a dos nos llamaron por teléfono, para corroborar datos y se nos envió el código para acceder al formulario siguiente. A la demás gente ni la llamaron, ni le dieron la oportunidad, porque no aplica”, dijo.
La mañana del 14 de mayo, a pocas horas del cierre del envío de solicitudes, algunos artistas se concentraron en el monumento Divino Salvador del Mundo, donde denunciaron que no comprenden las razones por las que no pudieron ser beneficiarios de los fondos BANDESAL. La entrega de los primeros cheques a los artistas se realizó ese mismo día en el Museo Nacional de Antropología (MUNA), donde figuras como Cocolito, la Tenchis Celiber, Marito Rivera y su grupo Bravo, y diferentes orquestas de cumbia recibieron la ayuda.
Por su parte el presidente de BANDESAL, Juan Pablo Durán, expresó que los filtros utilizados para saber qué personas debían recibir la ayuda económica habían sido equitativos. “No hemos rechazado una sola solicitud, si hemos depurado y hemos depurado bien. Hemos hecho un trabajo fuerte para proteger los intereses de ustedes, para que a los que realmente les lleguen recursos sean los artistas de verdad, no personas que simplemente no son artistas. También entendemos que hay otros gremios colaterales, pero que no alcanzan el rango de artistas y obviamente la ley no nos permite apoyarlos”, agrega el presidente de BANDESAL, Juan Pablo Durán.
Algunos artistas cuyo formulario fue denegado se acercaron a las oficinas de BANDESAL días previos para solicitar ayuda en el proceso, pero la respuesta que obtuvieron se limitó a que el llenado debían realizarlo en línea y por tanto no les podían atender de manera presencial.
La decisión gubernamental representó más gastos para artistas que no tienen acceso a internet; incluso movilizarse a San Salvador ha implicado que algunos recurran a prestar dinero de familiares y amigos. Sin embargo, el presidente de BANDESAL mencionó que posiblemente quienes no salieron beneficiados en esta ocasión era porque no habían llenado de forma correcta el formulario y para eso hay una comisión que validará si pueden obtener el beneficio o no.
“Le pedimos al presidente que nos tomen en cuenta porque la verdad es que hemos sido afectados y si nos dan el subsidio lo vamos a ocupar para algo bueno. En mi caso a emprender un negocio y así voy a empezar”, expresó Ricardo Valencia, quien desde hace 26 años se dedica a ser instructor de bandas. La situación no es alentadora para los artistas, pues aunque en años anteriores existían oportunidades laborales en centros educativos saben que el arte nunca ha sido prioridad y en medio de la pandemia los espacios para mostrar y compartir sus habilidades son cada vez menos.
Instructor de cachiporras, Martín Quezada, mostrando sus constancias de trabajo e imágenes de diferentes presentaciones que ha tenido con sus estudiantes. Foto por Sofía Benítez
