Inteligencia artificial, el nuevo reto de la educación en la era digital
Desde que el chatbot ChatGPT de OpenAI se convirtió en la aplicación de más rápido crecimiento de todos los tiempos, la integración generalizada de la IA en la vida cotidiana ha catapultado a la IA al frente del discurso público. ChatGPT ha iniciado una carrera armamentista de IA, con pesos pesados tecnológicos como Microsoft y Google compitiendo para superar los logros de IA de los demás.
Rolando Ávalos
Según el Informe anual sobre el uso de la tecnología en la educación elaborado por BlinkLearning, de más de 3,000 estudiantes y docentes consultados en España y América Latina, el 68% de los docentes asegura que la motivación en el aula aumenta con las TIC y su principal ventaja pedagógica es el acceso a un mayor número de contenidos (74%). Por otro lado, el cambio en los intereses de los alumnos se debe a internet, a las redes sociales y a la información que encuentran navegando.
Dicho informe plantea cómo después de la pandemia por COVID-19 se han provocado cambios educativos sustanciales, entre ellos la migración a ecosistemas virtuales de aprendizaje. Los docentes se han enfrentado a la tarea de atender una gran variedad de necesidades para asegurar la continuidad educativa de los estudiantes. Esto incluye adaptarse a nuevas tecnologías incluyendo el uso de chatbots e inteligencia artificial por parte de los estudiantes.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) concibe que la inteligencia artificial (IA) tiene la capacidad de hacer frente a algunos de los mayores desafíos que afronta, hoy en día, el ámbito de la educación, de desarrollar prácticas de enseñanza y aprendizaje innovadoras y, finalmente, de acelerar el progreso en la consecución del objetivo número 4, de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible especificado en la Agenda 2030 de la ONU.
Según un artículo lanzado por el Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey, la Inteligencia Artificial (IA) puede contribuir significativamente en la educación. Al simular ciertas capacidades de la inteligencia humana, la IA puede proporcionar herramientas y recursos que facilitan el proceso de enseñanza y aprendizaje.
El mismo artículo propone que la IA puede usarse para personalizar la educación, adaptando los contenidos y métodos de enseñanza a las necesidades individuales de los estudiantes. Con el análisis de datos y la inteligencia computacional, se pueden crear sistemas de aprendizaje inteligentes que identifiquen las fortalezas y debilidades de cada estudiante, ofreciendo materiales y actividades específicas para mejorar su rendimiento académico.
Alexis Gómez, docente de Lenguaje y Literatura, expresa que las herramientas de inteligencia artificial del mercado poseen una gran ventaja y oportunidades para los usuarios, no solo en la rapidez en la información y en la optimización de recursos.
“Como docente yo he utilizado estas herramientas para generar rúbricas de trabajo, rubricas de evaluación y guías de trabajo para los estudiantes, debido a que existe información de calidad y me ayuda a optimizar mi tiempo de trabajo”, comenta Gómez.
Una tecnología con muchos desafíos en la educación
Mario es un estudiante universitario que cursa el cuarto año de la carrera de ingeniería en alimentos, desde que salió ChatGPT lo ha utilizado para todos sus trabajos universitarios y parciales, lo utiliza porque le ahorra tiempo y es más fácil encontrar la información ahí que en Google, según comenta.
“La IA es el futuro, si uno no está en la tendencia uno quedará en el olvido, ChatGPT me ayuda a realizar operaciones que son de por sí automáticas que ya ni siquiera la universidad debería pedir que uno las sepa porque ya están ahí no es necesario saberlas”, expresa Mario.
Wilfredo Argueta, licenciado en letras y literatura con especialización en educación, opina que a pesar de que estas herramientas como ChatGPT GPT agilizan y optimizan procesos de información, existe una gran desventaja que es que pueden incrementar la desinformación en los usuarios ya que la información generada tiene que ser comprobada.
“La información propiciada por estos chats bots manejados por inteligencia artificial no está comprobada, uno tiene que verificar dicha información ya sea con libros o con otras fuentes confiables en internet. A mí me ha pasado que me ha presentado información que no se puede verificar, debido a veces a que la bibliografía que te lanza no se encuentra en ningún lado ni en internet, entonces uno no puede estar seguro de que eso sea verídico”, comenta Argueta.
Para Erick Menjívar, ingeniero electricista y especialista de big data, la principal preocupación que actualmente debe tenerse por las inteligencias artificiales de código abierto es el plagio que esta pueda generar, y la propagación de información falsa especialmente en el ámbito educativo.
“Hoy con todas estas herramientas de código natural como lo es ChatGPT o Bard, es el plagio que se puede hacer sin ni siquiera pasar desapercibido. Se pueden realizar trabajos enteros sin el más mínimo esfuerzo, eso es preocupante para el ámbito profesional; las inteligencias artificiales deberían estar en pro del profesionalismo”, opina Menjívar.
Ejemplo de esto es que investigadores de AnsibleHealth, con sede en California, probaron el rendimiento de ChatGPT en un examen realizado por estudiantes de medicina y médicos en formación en Estados Unidos. Es una evaluación estandarizada que analiza el conocimiento en una variedad de especialidades médicas, desde la ciencia fundamental hasta la bioquímica, así como el razonamiento diagnóstico y la bioética. ChatGPT obtuvo una puntuación de entre el 52,4% y el 75% en las tres partes del examen. Para graduarse se requiere un puntaje del 60%.
Para José Aguirre, docente universitario de la universidad José Simeón Cañas, la inteligencia artificial de una u otra manera afectará en cómo los docentes realizan su trabajo en el aula. “Lo más probable es que si los docentes utilizan el IA para facilitar su trabajo, también estarían dando permiso a que los alumnos lo utilicen y es aquí donde puede venir el gran desafío”, comenta Aguirre.
Es necesario un marco regulatorio
“Existe un vacío ético al poner en entredicho los diferentes usos que pueden tener las inteligencias artificiales, especialmente en la educación, es algo que tarde o temprano si debe estar regulado por un ente, especialmente mundial, por políticas públicas que sean inclusivas y apañen estas faltas éticas de plagio”, expresa Menjívar al referirse sobre la regulación que debería implementarse al uso de la IA.
Según Menjívar, dicho marco regulatorio no debería ser realizado por un gobierno centralizado, si no a un ente internacional donde se tome en cuenta la opinión de expertos en el tema. Esto debido a que en contexto latinoamericanos muchos gobiernos tienden al mal uso de estas tecnologías para fines populistas y políticos.
Por otra parte, en el año 2021, en el marco del Consenso de Beijing, una reunión realizada por la ONU y la UNESCO se elaboró una publicación con miras a mejorar el estado de preparación de los encargados de formular políticas educativas en materia de inteligencia artificial.
En dicho documento se plantea una guía que podrá ser utilizada por los especialistas y profesionales de las comunidades de encargados de formular políticas públicas y educativas, donde las tecnologías de la IA en la educación tengan como objetivo la mejora de las capacidades humanas y la protección de los derechos humanos con miras a una colaboración eficaz entre humanos y máquinas en la vida, el aprendizaje y el trabajo.
En la coyuntura actual latinoamericana, ya existen indicios y esfuerzos para implementar y regular la inteligencia artificial. El Pleno del Congreso de la República de Perú aprobó el 25 de mayo de 2023, por mayoría, el dictamen que promueve el uso de la inteligencia artificial en favor del desarrollo económico y social del país.
La propuesta, según el dictamen parlamentario, plantea promover el uso de la inteligencia artificial en el marco del proceso nacional de transformación digital mediante el privilegio de la persona y el respeto de los derechos humanos.
También en El Salvador, la Asamblea Legislativa aprobó el mes pasado una ley que exonera de impuestos fiscales a las empresas dedicadas al desarrollo tecnológico, incluyendo las relacionadas con Bitcoin y la Inteligencia Artificial, por al menos 15 años a partir de la entrada en vigencia de dicha ley.
El beneficio se hará mediante la Ley de Fomento a la Innovación y Manufactura Tecnológica, cuyo objetivo es propiciar comodidad a empresas que desarrollan innovación digital en el país, para facilitar la implementación de dichas tecnologías.
De acuerdo Argueta, la implementación de estas tecnologías en un país como El Salvador se considera un reto, más si se toma en cuenta el sistema educativo primero, por la brecha digital existente, la falta de competencias de los usuarios, la falta de conectividad y la pésima infraestructura.
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