La educación especial asumió nuevos retos en tiempos de pandemia

Por Katherinne Rivera

La crisis sanitaria por Covid-19 provocó que todos los sectores sociales, y especialmente el educativo, experimentara una modalidad de aprendizaje completamente diferente a la que ya se estaba acostumbrado. Esto causó distintos efectos en los estudiantes, docentes.
Esta metodología a la que docentes y alumnos se enfrentaron, no solo en instituciones escolares y universidades, sino también las de educación especial, es decir, el servicio que ofrece atención con igualdad a alumnos con discapacidad, le permitió hacer frente a la situación con nuevos desafíos y exigencias virtuales.

La comunidad con discapacidad es el grupo social más vulnerable y que, por tanto, podría verse más afectada debido a las circunstancias del país desde el año 2020. Sin embargo, para algunos docentes de educación especial, la pandemia fue una puerta para nuevas herramientas de aprendizaje.

Rebeca García, docente de la academia de Lengua de Señas Salvadoreña (LESSA), educadora especial y directora de la Fundación Manos Mágicas, también conocida como Becky Soundy, cuenta que, gracias a la pandemia pudo desarrollar de manera más creativa ideas para crear contenido en las redes sociales de la academia. Durante la pandemia causada por Covid-19 comenzó a impartir clases en línea en LESSA y hasta la fecha continúa con esa metodología.

En ambos proyectos trabaja material educativo inclusivo para la comunidad sorda de forma virtual, para enseñar lenguaje de señas. Asimismo, aportar a la comunidad oyente una opción para comprender a la comunidad sorda. Por otro lado, uno de los principales retos para los docentes de la educación especial fue la adaptación de las clases para sus estudiantes. “Al principio fue difícil, tuve que aprender a usar las plataformas de zoom, classroom, etc. sola para que la academia continuará”, mencionó Rebeca.

Desde la pandemia, universidades, escuelas, docentes y alumnos tuvieron que adaptarse a las clases en línea. Internet se convirtió en parte esencial de la vida cotidiana; cabe destacar, que la brecha digital fue uno de los principales obstáculos en esta metodología.

Estudiantes de LESSA interrumpían sus clases por falta de internet o fallos en los aparatos digitales, aunque la internet fue la herramienta principal para mantener a los alumnos conectados, informados, trabajando y estudiando.

 Para muchos, la metodología que se implementó hace dos años a causa del Covid-19 no resultó del todo mal. A pesar de extrañar las escuelas y de tener comentarios de estudiantes en los que desean sus clases presenciales porque prefieren más la interacción, consideran que la mejor opción para algunos ha sido el aprendizaje en línea.