El 12 de marzo de 1977 una unidad de la extinta Guardia Nacional asesinó al padre Rutilio Grande. Fue el primer sacerdote católico asesinado en el país en los albores de la guerra civil, que dejó más de 500 religiosos y laicos asesinados, según datos de la Iglesia.
El asesinato del padre Grande fue el crisol que hizo brotar la lucha por los derechos humanos que asumiría Monseñor Óscar Arnulfo Romero (San Romero), y que motivaría también su asesinato tres años después, en 1980.
Todos los años, las comunidades que atendía el padre Grande lo recuerdan con una peregrinación que inicia en el sitio donde lo mataron, conocido como Las Tres Cruces y termina en la parroquia del Paisnal.
Las periodistas Mónica Rodríguez y Vilma Laínez tomaron las imágenes que les presentamos.