Salvadoreños inundan las calles de San Salvador en rechazo al autoritarismo de Bukele
Revista Comunica 16 septiembre, 2021 0Los salvadoreños rechazaron el autoritarismo de Bukele
Bukele enfrenta la primera marcha masiva en contra de sus medidas económicas, pese a que su popularidad es del 7.6%, según la última encuesta del Instituto de Opinión Pública de la UCA, IUDOP.
Por Serafín Valencia
Miles de salvadoreños salieron de sus casas este 15 de septiembre para inundar las calles de la capital salvadoreña y expresar su rechazo a varias medidas autoritarias del gobierno del presidente Nayib Bukele. Sindicalistas, estudiantes, jueces, indígenas, ganaderos, campesinos, ambientalistas, políticos y ciudadanos independientes manifestaron su descontento y preocupación por el rumbo que lleva el país.
Las marchas salieron del parque Cuscatlán, la Universidad de El Salvador y el Centro Judicial Isidro Menéndez, pero todas tenían un mismo destino: la plaza Morazán, en el corazón de San Salvador, evocando al héroe centroamericanista que en algún momento también fue la inspiración de Bukele. La plaza se desbordó y los últimos en llegar se conformaron con quedarse en las calles aledañas o en la plaza Cívica, frente a la Catedral.
Las razones para marchar fueron diversas, pero las más sonadas fueron la implementación del bitcoin, las reformas a la Constitución, la militarización y una posible reelección presidencial.
Mario Díaz quiso aprovechar la marcha para vender su pizza artesanal. A bordo de una motocicleta anunciaba el producto y dijo a Comunica que no acepta que le paguen con bicoin porque “no nos va bien a nosotros de pobres”. Agregó que tampoco ha bajado la aplicación gubernamental Chivo porque recuerda el golpe económico que significó la dolarización, y teme que ese efecto se repita con el bitcoin.
Mario sospecha que “a ellos les favorece como Gobierno”. Y ante la posibilidad de que un día amanezcamos con la obligación de usar la criptomoneda bitcoin, Mario no duda en responder que ese día “que se levante el pueblo”, y que “allá el gobierno, porque si sigue con sus cosas así, un periodo va hacer nomás”. Quitó el freno a su motocicleta y se escabulló entre la marcha anunciando sus pizzas.
La legalización del bitcoin como moneda de curso legal en el país parece ser el combustible que apura las protestas. “No sé ni cuánto vale” dice José Antonio, un sorbetero que se ha apostado a un lado de Catedral esperando que la gente que se manifiesta quiera refrescarse con un sorbete artesanal.
-¿Alguien ha venido a querer pagarle con bitcoin?
-Solo una señora… Me dijo que si aceptaba la moneda y yo le dije que no.
-¿Y usted sabe cómo funciona el bitcoin?
-No, no sé. Ni sé cuánto vale…
Respecto a la forma en que gobierna el presidente Bukele, responde que “por una parte está bien y por otra está malo, porque meter esa moneda que no tiene precio… A veces dicen que sube y otras que baja, y eso es pérdida para el pueblo salvadoreño”. Y respecto a lo bueno, señala las canastas que repartió y la ayuda económica que entregó durante la cuarentena por la pandemia.
Una cuadra más adelante, en la esquina del Teatro Nacional resaltan entre la multitud pequeños grupos de hombres, mujeres y jóvenes que visten de jeans y camisas blancas de marca; usan gorras o sombreros, lentes de sol y algunos hasta protegidos por bloqueadores de sol. Entre ellos está Ernesto Castro, un hombre mayor que acepta hablar con Comunica.
Castro dice que la marcha deja “un mensaje de protesta porque la población siente que mucho abuso se está cometiendo” y luego agrega que “no es que quieran derrocar al gobierno ni mucho menos, pero medidas impopulares como el bitcoin y la remoción de los jueces… el pueblo no está contento”.
Alza la mirada hacia el norte y observa una multitud que agita banderas azul y blanco y pancartas desde los dos primeros pisos del parqueo Morazán y continúa su relato: “el gobierno piensa que solo es el 3% y eso los ha envalentonado pero yo creo que este es un punto de inflexión. Ellos se van a dar cuenta que no es el 3%.
La posibilidad de una reelección presidencial que dejó abierta la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia afín a Bukele, en una reciente resolución, es otro tema que preocupa tanto al hombre que viste una camisa de $60.00 como al vendedor de sorbetes.
Le pregunto a José Antonio cómo vería una posible reelección del presidente Bukele, y me responde que “allí no, allí tiene que elegir el pueblo”, mientras Castro me dice que “eso de reelegirse, eso la constitución lo prohíbe. Mire, si el día que él quiera reelegirse no va a caber la gente el centro en señal de protesta”.
Si el gobierno entendiera el mensaje -de este día- debería de comenzar el cambio por estudiar un poco más el bitcoin, sugiere Castro. “A él lo eligió una mayoría y está bien pero no puede pasar por encima de la Constitución”, agrega.
El discurso que plantea el Gobierno de estas conmigo o estas contra mi “es un error. Todos somos pueblo y él es el presidente de todos, él debe de escuchar. Esto estoy seguro que él lo está viendo y debe haber abierto los oídos si es una persona inteligente” me dice Castro mientras una señora de su misma edad llega a traerlo del brazo para que deje de hablar.
Ocho horas después, el presidente Bukele salió en cadena nacional culpando a la comunidad internacional de financiar las protestas y restando importancia a la mayor concentración de manifestantes descontentos con su gobierno.
La concentración terminó y muchos asistentes subieron a los buses que los habían trasladado desde sus comunidades en distintos puntos del país, otros se fueron a los cafés del Centro Histórico; mientras la convocatoria quedó abierta para futuras manifestaciones si el Gobierno no da muestras de cambio.