Pandemia por Cvid-19 retrocede la participación laboral de las mujeres en América Latina y el Caribe

0

La participación laboral de las mujeres retrocedió en América Latina y el Caribe durante la pandemia

De acuerdo a datos proporcionados por el Women Economic Forum 2021, representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) concluyeron que la pandemia trajo un retroceso de más de 18 años en la participación laboral de la mujer en América Latina y el Caribe.

Las mujeres sufrieron un mayor impacto durante la crisis laboral generada por la Covid-19. Imagen tomada de internet.

 

Por Gabriel Iraheta

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), un 73,2% de las personas empleadas en el sector de la salud son mujeres, quienes han tenido que enfrentar una serie de condiciones de trabajo extremas, como extensas jornadas laborales y el mayor riesgo al que se expone el personal de salud de contagiarse con el virus.

Además, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que, entre 2020 y 2021, alrededor de 64 millones de mujeres en el mundo han quedado sin empleo, y hasta la fecha, más de 4 millones no han logrado retornar al trabajo en América Latina y el Caribe.

En un reciente foro sobre realidad nacional desarrollado por el Departamento de Economía de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), se concluyó que la etapa de la pandemia y la ‘post-pandemia’ ha traído consigo consecuencias negativas al desarrollo en el sector laboral de la mujer.

María Paula Houghton, integrante de la Comisión de la mujer del Partido Socialista de los Trabajadores de Colombia, opina que los datos revelados por la OIT son consecuencia de los estereotipos que existen sobre las profesiones u oficios que son considerados como propios de las mujeres y la desigualdad de género.

De igual forma, ella considera que el acoso sexual y laboral es otro de los desafíos para las mujeres trabajadoras, debido a que se aprovechan de las malas condiciones laborales que hacen vulnerables a las mujeres frente al despido.

Según el último informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2021, la pandemia sumió en la pobreza extrema a 47 millones de mujeres y niñas. Y no se puede dejar atrás el hecho de que la mayoría de los trabajadores de la salud son mujeres, quienes representan el 75% a nivel mundial, con remuneraciones y condiciones de trabajo que con la pandemia empeoraron.

Houghton asegura que las medidas tomadas por los gobiernos ante todas estas problemáticas han sido deficientes. Es decir, se tomaron medidas pero en la práctica no se realizaron esfuerzos para cumplirlas. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que se necesitarían 45 millones de dólares para combatir la violencia de género mundial producida por la pandemia, pero no hubo avances en ese sentido.

Las mujeres sufrieron impactos como la reducción de salarios, despidos y mayor explotación laboral durante la pandemia. Imagen de referencia.

Para la integrante de la Comisión de la mujer del Partido Socialista de los Trabajadores de Colombia, el reto más importante es avanzar en la organización independiente para luchar por ampliar y defender los espacios de participación política y sindical de las mujeres, contener la pandemia de violencia feminicida, y conquistar y defender los derechos sexuales y reproductivos. “Estos retos, si bien tienen que ver con disminuir la brecha de género, no son retos únicamente de nosotras las mujeres, sino de toda la sociedad y de la clase trabajadora en conjunto”, concluyó Houghton.

Por otro lado, también la docente e investigadora del Departamento de Economía de la UCA, Meraris López, habló de los impactos económicos que ha dejado la COVID-19 en la clase trabajadora salvadoreña, ella mostró los datos de la investigación “COVID-19 y Violencia Estructural en El Salvador”.

López dijo que en El Salvador había un escenario de vulnerabilidad socioeconómica, incluso antes de la pandemia; bajos ingresos, condiciones laborales precarias, ingresos intermitentes, baja cobertura social y de salud, y otras carencias materiales. Y la COVID-19 no ha hecho más que exponer y socavar estas problemáticas existentes en la sociedad.

De acuerdo al estudio, al menos el 14% de las personas encuestadas manifestaron que durante la cuarentena domiciliar, los gastos del hogar excedieron los ingresos. Asimismo, el 30.8% de mujeres afirmaron que fueron despedidas. En contraste, solo el 18.8% de los hombres reportó haber sido despedido. Estos datos evidencian que existe desigualdad entre los hombres y mujeres en relación a la estabilidad laboral y la producción de ingresos. Sin embargo, en ambos grupos se identifica una dependencia exclusiva de los ingresos generados por las actividades laborales.

La docente e investigadora del Departamento de Economía de la UCA, Evelyn Martínez concluyó que hay que tomar en cuenta ese escenario que se presenta en América Latina y El Salvador, y buscar alternativas para superar esta situación mediante el aprovechamiento de las plataformas digitales y una mayor organización al interior de los sindicatos.