Hechos que definieron a Bukele después del 9F
Tras un año de la toma del Palacio Legislativo por Nayib Bukele junto a la Fuerza Armada, hacemos un recuento de varios hechos ocurridos después del 9 de febrero, que han puesto en tela de juicio el régimen de gobierno.
Por: Alonso Martínez
El 9 de febrero de 2020 pasó a la historia como el día en que la democracia en El Salvador fue amenazada. Después que la Asamblea Legislativa denegó un préstamo solicitado por el gobierno, para su plan de seguridad. El presidente, Nayib Bukele, convocó en redes sociales a sus seguidores frente al Palacio Legislativo a una manifestación para presionar a los legisladores. Luego de haber reunido a un número significativo de personas frente al Parlamento, Bukele ingresó al edificio junto a varios miembros de la Fuerza Armada y se sentó en la silla del presidente del primer órgano de Estado.
Este suceso puso a El Salvador en los ojos del mundo. El periodista Roberto Valencia calificó el hecho como “Intento de golpe de Estado” o “Golpe de Estado Fallido”. Además, tras el 9 de febrero, el presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales ASI, Eduardo Cader, dijo que el acontecimiento y la tensión política podría haber repercutido en la economía.
Por otra parte, dicho acontecimiento dejó a la población salvadoreña divida en opinión, tal como señala la encuesta realizada por Analystic. Según dicho estudio de opinión, el 40.9% desaprobó el hecho; mientras que el 45.2% estuvo de acuerdo; y el 12.2% lo aprobó un poco. Asimismo, el 48% de la población encuestada afirmó que la imagen del país se vio afectada internacionalmente por el suceso.
Un año después de lo acontecido en el Palacio Azul, distintas organizaciones convocaron a las personas a manifestarse por lo ocurrido el 9F y distintos hechos que sucedieron después, los cuales siguieron la misma naturaleza del primero.
Cuarentena Militarizada
El 13 de marzo de 2020, luego que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró pandemia por el COVID-19, Bukele anunció las medidas que tomaría el país. En primer lugar, se cerrarían las fronteras para evitar el ingreso del virus al territorio. Además, El Salvador se sometería a una estricta cuarentena, la cual sería supervisada por la Fuerza Armada y la Policía. Asimismo, se recalcó que las personas que violasen el cierre serían detenidas y trasladadas por los cuerpos de seguridad a centros de contención. Dichas medidas fueron señaladas como autoritarias y militarizadas por distintos analistas, como David Morales, abogado querellante en el caso de la masacre del Mozote; quien afirmó que la fuerza represiva de los militares no ha menguado a 28 años de haberse registrado la Firma de los Acuerdos de Paz en El Salvador.
Negociaciones con Pandillas
Una investigación realizada por los periodistas Carlos Martínez, Óscar Martínez, Sergio Arauz y Efren Lemus, de la revista digital El Faro, señaló que el actual gobierno se mantuvo un año negociando con las Pandillas. La investigación revela distintos documentos oficiales del poder Ejecutivo, en los cuales se registra que desde junio del 2019 hubo negociones con lideres encarcelados de la pandilla Ms-13. En dichos encuentros entre los pandilleros y personalidades del gobierno como Carlos Marroquín y Osiris Luna, se pactó la reducción de homicidios a cambio de beneficios para los presidiarios.
$3 mil millones sin transparencia
Durante la pandemia del Covid-19, el gobierno utilizó 3 mil millones de dólares para atender la emergencia nacional. Sin embargo, sobre los cuales el Ejecutivo se ha negado a justificar y transparentar el gasto de dichos fondos. Además, el 68% de las compras de insumos médicos por el gobierno fueron puestas en tela de juicio por supuestos actos de corrupción. Según la Fiscalía, 20 de 31 millones asignados en nueve contratos de adquisición de insumos médicos para combatir la pandemia, fueron puestos en duda.
Bukele llama “farsa” a los acuerdos de paz
Durante un encuentro con un grupo de familiares de víctimas de la masacre del Mozote, lugar donde se realizó la mayor masacre durante la guerra civil, Nayib Bukel culpó a sus opositores y contrincantes en las próximas elecciones, de ser “delincuentes” y de aprovecharse tanto electoral y monetariamente de las víctimas de la guerra y, en específico, de la masacre del Mozote. Por otro parte, afirmó en distintas ocasiones que los Acuerdos de Paz, los cuales pusieron en fin a 12 años de guerra, fueron una “farsa”. Distintos académicos e historiadores calificaron dichas afirmaciones como un desprecio al pasado y a la memoria de las víctimas del conflicto armado. Tras esa polémica, en redes sociales como Twitter, se popularizó el uso del hashtag “#ProhibidoOlvidar”, en respuesta a lo dicho por Bukele.
Bukele reacciona al asesinato de dos militantes del FMLN
En la tarde del domingo 31 de enero de 2021, en el centro de San Salvador fue atacado a tiros un camión que transportaba militantes del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), cuando regresaban de una mitin en Mejicanos. Tras dicho suceso, la reacción del presidente Bukele en redes sociales causó polémica. Bukele insinuó en Twitter que el FMLN había cometido un autoatentado contra sus propios militantes. Por el heche fueron capturados un miembro de la División de Protección a Personalidades Importantes (PPI), un motorista y un agente de seguridad privada, todos asignados al Ministerio de Salud, por su supuesta participación en el ataque; horas más tarde Bukele volvió a postear en Twitter, pero esta vez justificando el atentado acusando a las victimas de estar armadas.
En redes sociales, distintas personalidades políticas y académicas acusaron a Bukele de propagar un discurso de odio en sus mensajes. Además, muchos afirmaron que el discurso de Bukele en contra a sus opositores es culpable de incitar el fanatismo político y provocar esta clase de violencia. Daniela Genovez, vicepresidenta de la Asociación Americana de Juristas, rama El Salvador, y candidata a diputada por el FMLN opinó: “Por favor señor presidente, deje de promover el odio.”