Azul y Blanco ¡Oh my God!

Desde el año 2009, cuando el mexicano Carlos de los Cobos inició el proceso mundialista hacia Sudáfrica 2010, El Salvador no lograba estar en la última fase previa al mundial.

Por Enrique Rubio


El camino al mundial de 2022 para El Salvador es de garra y corazón. 39 son los años sin asistir a una copa del mundo y más de 40 razones brinda esta selección para que el aficionado salvadoreño pueda sonreír y tenga fé en que 11 jugadores dejarán vida y alma dentro del campo.


Desde el coloso de Monserrta, Estados Unidos, el campeón de la región de Concacaf empezó su ruta hacia el mundial de 2022 a desarrollarse en Qatar. La selección de las barras y las estrellas vino al Estadio Cuscatlán el jueves 2 de agosto de 2021 con casi todas sus estrellas a deslumbrar en calidad y buen toque para la grada, pero se quedó en fotografías e inolvidables recuerdos para los aficionados que lograron sacarse una foto junto a sus ídolos.

La afición salvadoreña se reportó desde todas partes del mundo: USA, Europa y otros continentes. Foto de Patricia Martínez.

Una selección salvadoreña muy aguerrida salió a la cancha abarrotada por 30,000 almas que se encontraban en el Estadio Cuscatlán, en busca de ver a su selección dar lo mejor de sí en cada balón. Había muchas historias encontradas como la de nuestro seleccionador, Hugo Pérez, leyenda del fútbol estadounidense y otra más conocida como la de los hermanos Roldán, uno en USA y otro jugando en el combinado nacional. 


Aficionados de todos los estratos se hicieron presentes para ver una nueva selecta, un nuevo tipo de juego,una nueva esperanza de ir al mundial. El juego comenzó con algo de nervios por parte de uno de los jugadores más importantes de la selección como Eriq Zavaleta, pero los buenos jugadores se reponen a eso y mucho más, los peores minutos ante USA comandados por super-jugadores como Gio Reyna, Serginho Dest o Weston Mckennie habían sido superados.


Posteriormente el espíritu del Cuscatlán se hizo presente en cada jugador y logró sacar lo mejor de cada seleccionado. Jugadores como Alex Roldán, Jairo Henríquez o Marvin Monterroza comandaban los ataques endiablados donde una estrella como Dest no lograba ver el balón por ningún instante. Mentira, si lograba verlo, lograba ver el balón detrás de la figura de Jairo Henríquez, el “17” nacional.


La diferencia abismal de presupuesto, infraestructura, pero sobre todo estilo de vida de los estadounidenses se vió ante una selección salvadoreña que con mucha garra, estilo y personalidad logró sacar un empate primordial de cara a los próximos partidos eliminatorios hacia Qatar 2022. 

La última visita de USA al Estadio Cuscatlán fue en 2009 con un marcador de 2-2. Foto de Mago Azul/ Patricia Martínez.

Luego del gran partido ante el campeón de CONCACAF,Honduras aterrizó al Estadio Cuscatlan con la misión de hurtar los primeros tres puntos del coloso. Un partido de tú a tú y sin muchas acciones, con un resultado nuevamente en ceros nos regaló el clásico del Triángulo Norte de CA, que para el aficionado más susceptible dejó un vacío, y totalmente decepcionado del desempeño de la azul y blanco.


Como en todos los viajes hay varias escalas y Toronto es una de ellas: El viaje a Qatar pasaba por Canadá, que sin su máxima figura, Alphonso Davies, “La Selecta” amenazaba con dar un partido duro ante la “Hoja de Maple”, pero los viejos fantasmas de estos últimos 40 años se hicieron presentes en Toronto para convertir este partido en la peor derrota en la era Hugo Pérez. Canadá no perdonó, tres goles de triste y cruel realidad.


Eriq Zavaleta fue una de esas figuras que aparecen en noches donde las nubes de lluvia son un espectador más, a la espera de vaciar toda el agua contenida en ellas. Noches de debuts de igual forma, Enrico Dueñas, Amando Moreno y Alex Roldán hacían su estreno en la cancha del coloso de Monserrat, todos con ascendencia y corazón salvadoreño.

Zavaleta (izquierda) y Roldán (derecha) son jugadores con ascendencia salvadoreña y se encuentran militando en la MLS. Foto de FESFUT.

Quedan 11 finales más y la afición empieza a enamorarse de nuevo del equipo, mes patrio perfecto, el sueño sigue y este equipo no se dará por vencido. Varios errores se deben corregir, eso es un hecho, pero como dijo el mítico entrenador inglés Brian Clough: “Ya sé que Roma no se construyó en un día, pero es que yo no me encargué de ese trabajo”. Hugo Pérez ha creado un equipo donde las ilusiones para la afición se recuperaron y el camino es largo. 


Como dice aquella mítica canción que nos hace recordar el mundial de 1982: “Una vez creímos hace mucho tiempo, llenamos estadios de sentimientos… no nos rendimos tenemos un sueño y eso solo lo entiende un salvadoreño”. La ilusión del mundial  sigue como una vela a la espera de seguir alumbrando, con la ilusión de sumar nuestro tercer mundial.