¡Vaso azul y blanco medio lleno!

La selección nacional de El Salvador logró anotar por primera vez tras la derrota en Copa Oro contra Qatar.

Alex Roldán (jugador salvadoreño) estrenaba la cinta de capitán en el partido contra Panamá. Foto: Patricia Martínez/ Mago Azul.

Por Enrique Rubio

El Salvador se presentó a la segunda temporada en esta serie que se titula “Eliminatorias de Concacaf rumbo a Qatar 2022”, esta edición tuvo varios actores que no fueron convocados para esta versión, como Eriq Zavaleta, Ronald Rodríguez y otros que progresivamente fueron cayendo en el camino.

Esta temporada constaba de tres episodios de gran trascendencia para el resto de la historia, como VS Panamá en el Cuscatlán, VS Costa Rica en San José y el estelar VS México en El Cuscatlán. Todos tenían su grado de dificultad diferente, pero el último episodio tenía algo que los otros no, algo mucho más que puntos, orgullo. 

Pero empecemos de forma progresiva, el primer rival fue Panamá, que junto a la camada dirigida por el entrenador danés Thomas Christiansen se disponía a hurtar uno que otro punto en tierras salvadoreñas. Las bajas de la zona defensiva salvadoreña eran muy sensibles, pero fueron resueltas con el criticado Roberto Domínguez, un actor hasta este momento de buen reparto, debido a que había sumado minutos hasta que uno u otro jugador titular se lesionara, el otro era Eduardo Vigil, quien no había debutado en selección mayor durante partidos oficiales, estaba listo para el reto.

Jairo Henríquez (17) acabó el partido lesionado por una pequeña ruptura superficial del bíceps femoral de la pierna derecha. Foto: FESFUT.

Enrico Dueñas era el encargado de llevar en el hombro el peso de todo un equipo, que como la lluvia se fue diluyendo poco a poco; es cierto que El Salvador demostraba su superioridad ante el cuadro canalero, pero la demostraba con juego no con goles, algo que como saben todos, es muy engañoso. Sin embargo, el partido llegó a un punto de quiebre en el que el mismo Dueñas poco a poco era más vital para la selecta y en minuto 37 la lata estalló, El Salvador se ponía en ventaja gracias a un gol del “20” salvadoreño.


Durante el resto del partido, el juego se dirigió a una laguna, literalmente, entre la desesperación canalera por obtener el empate a como sea, y los nuestros con falta de puntería dejaban con vida a Panamá. Hugo Pérez, el director de la película con la selecta vio reflejado el sentimiento de todo el país al negarle el balón al delantero panameño, el partido llegaba a su fin y de esa forma se lograron los primeros puntos en la octagonal final.

Nos esperaba el resultado de la visita a tierras ticas, donde las esperanzas de sacar un resultado positivo eran altas, el partido previo ante Panamá había sido el encargado de dejarlas ahí. Allá debutó un nuevo integrante, Christian Martínez, era el encargado de detener todo ataque costarricense.

El partido comenzó con juego de toque, hasta que en una jugada comandada por Enrico Dueñas seguida por Joaquín Rivas y finalizada por Jairo Henríquez, la selecta logró anotar y derribar al meta tico, Keylor Navas. Poco a poco la selecta retrocedió y le dio margen de acción al rival que con jugadores de mucha más jerarquía no le costó darle la vuelta al partido, finalmente este partido significó mucho más que una derrota, significó la pérdida de varios integrantes de “La Hugoneta”: Roberto Domínguez, Narciso Orellana y Jairo Henríquez, los jugadores que más habían dado la cara, se perdían el partido de partidos.


El día cero había llegado, era 13 de octubre y el cielo del cuscatlán se ponía de gala ante todo pronóstico, se garantizaba una posibilidad de lluvia, pero el día del partido fue diferente. La atmósfera, el sentimiento, las ganas: todo crecía, todo era al 100%. El rival era el de siempre, el más temido de la zona, y sumado a eso las bajas, las esperanzas no eran las mejores, pero al aficionado muy poco le importó, pues no hubo circunstancia, nacionalidad o pandemia que evitaran que el “Monumental” se  llenará a tope. 

El Salvador no logra vencer a México desde el año 2009 en las eliminatorias rumbo al mundial de Sudáfrica 2010 en el Estadio Cuscatlán. Foto: Patricia Martínez/ Mago Azul.

Pese a la gran diferencia en todas líneas hombre por hombre, se esperaba que el apoyo de 31,000 almas en el establecimiento deportivo hicieran la diferencia e inclinarán la balanza a favor de los nuestros. Sin embargo, los dirigidos por el “Tata” Martino hacían caso omiso a todos los insultos y ambiente hostil presentado por los aficionados, ellos estaban enfrascados en llevarse los 3 puntos del coloso de Montserrat.


El juego arrancó con la vista de millones de personas en toda la zona, pero el juego no era el esperado, y es que sumando la timidez salvadoreña junto a un juego poco atractivo por parte de los aztecas, el encuentro se enjaulaba en lo aburrido y ni siquiera el gol anotado por Hector Moreno, al minuto 30, le daban ánimos a un equipo cuscatleco que se veía falto de ideas ofensivas, con la única esperanza de que Enrico Dueñas marcará algo diferente, pero no era su noche.


“Esta noche tenemos que ganar”, se escuchaba en reiteradas ocasiones dentro del Cuscatlán, pero la verdad es que los aztecas plantearon un juego muy inteligente y fue de esperar que los nuestros tomaran el protagonismo; y ante la evidente falta de interés de los vestidos de azul, los tricolor no dudaron y manejaron el partido de una forma tranquila, hasta que en el minuto 90+1, Eduardo Vigil cometió uno de sus pocos errores dentro de la serie, una falta de penal a Raúl Jimenez, un viejo zorro que es experto desde el manchón penal, no falló.

Tras esta derrota nos colocamos en séptimo lugar, a 3 puntos de Honduras, que es el último, pero también estamos a 3 puntos por debajo de Panamá, que se encuentra en el puesto de repechaje rumbo al mundial. La siguiente jornada es de vital importancia para los dirigidos por Hugo Pérez si quieren que “La Hugoneta” haga parada en Qatar. Si no es de esta manera, el camino se pone un poco inclinado, pero con la esperanza latente del mundial de USA, México y Canadá 2026.