A los dictadores les gusta el fútbol
Después de la participación de Corea del Norte en el mundial de 2010, y tras acusaciones de que el presidente Kim Jon Un castigó públicamente a los jugadores, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) inició investigaciones sobre esos sucesos.
Por Ariel Olivares
La toma de decisiones de los políticos en general tiene implicaciones directas e indirectas en la vida de la sociedad; y en el deporte no es la excepción. El fútbol es uno de los deportes más utilizados y manipulados por los políticos y líderes mundiales, ya que tiene el poder de mover a las masas y generar ingresos económicos millonarios.
En muchos países que han vivido o viven bajo dictaduras, el balompié ha sido y es una herramienta utilizada para distraer, manipular e inclusive castigar a la población. Algunos de los casos que se presentarán se basan en teorías como la Caja china o la Teoría del shock, propuesta por la periodista canadiense Naomi Klein. Estas teorías plantean la necesidad de los dictadores de desviar la atención de las masas para ocultar algunas decisiones que han empañado la imagen de sus gobiernos.
Se trata de crear una cortina de humo utilizando en este caso el fútbol, para desviar la atención de los problemas o polémicas que el gobierno de turno quiere tapar. La Teoría del shock consiste en generar impactos en la psicología y la psiquis de la población, con el objetivo de que desvíen la mirada de los problemas y polémicas en el que estén involucrados los gobiernos.
Augusto Pinochet y el fútbol en Chile.
En el lejano 1974, el general Augusto Pinochet dio un golpe de estado y se auto proclamó gobernante de Chile, permaneciendo en el poder durante 17 años, tras derrocar al presidente socialista Salvador Allende. Las consecuencias se prolongaron durante décadas, tocando también al fútbol, según el sitio web Gol y Fútbol, que recapitula sucesos en el fútbol chileno durante la dictadura de Pinochet.
En las clasificatorias para el mundial de 1974, que se jugaría en Alemania, Chile jugó la repesca internacional ante la Unión Soviética, y luego de un 1 a 1 en Moscú, los soviéticos se negaron a jugar la vuelta, ya que argumentaron que el Estadio Nacional de Chile servía como centro de torturas. Al campo de juego solamente se presentaron los seleccionados chilenos con un centenar de militares. Ellos solos anotaron un gol simbólico para demostrar los logros de la selección, clasificaron al mundial pero no lograron pasar de la primera ronda.
Otra de las formas en las que el régimen se dió cabida en el mundo del fútbol, fue monopolizando equipos de la Liga Nacional del Fútbol Chileno, clubes como Antofagasta, Malleco, Santiago Wanderers, Rangers, Ñublense, Green Cross, Universidad de Chile, Universidad Católica y el Colo Colo, fueron administrados por las Policía Chilena, dirigidos por Eduardo Gordon Cañas, quien en 1975 ganó la presidencia de la Asociación Central de Fútbol, en unas polémicas elecciones, según el sitio de historia el 9 y medio.
Pinochet utilizó el fútbol para promover su imagen y sus ideales entre las masas, mientras seguía con las privaciones de libertad y derechos humanos. Utilizó estrategías financieras para tener el control sobre este deporte durante años.
La Selección de Corea del Norte en 2010
Otro de los regímenes dictatoriales que aún sigue en pie es el de Corea del Norte, según una nota del periódico La Vanguardia, Corea del Norte es de los pocos países que no tienen acceso a internet y la oposición al régimen es reprimida, sin embargo, no solo se castiga la oposición al régimen, sino que también los fracasos deportivos.
En el año 2009, Corea del Norte clasificó al Mundial Sudáfrica, y un año después en 2010, se enfrentó en fase de grupos a rivales de la talla de Costa de Marfil, Portugal y Brasil, luego de terminar en el último lugar del grupo G y sobre todo luego de perder con un estrepitoso 7 a 0 ante Portugal, en el primer y único partido televisado en esa nación, los jugadores regresaron a Pyongyang con un duro reto.
Es que según el medio italiano La República, luego de ese mundial, la selección norcoreana fue sentenciada a trabajos forzados, además de pararse durante seis horas enfrente del palacio nacional y ser insultados durante ese tiempo.
La causa fue la pobre participación del seleccionado norcoreano en ese mundial; fueron sentenciados a severos castigos y hasta la fecha no han vuelto a participar en otras competencias. Además, según la radio Antena 3, el gobierno norcoreano anunció que en ese partido ante Portugal se definiría el campeón del mundo, por lo que creen que Portugal fue el campeón en esa edición.
Argentina, campeón del mundo entre amor y odio
La plataforma OneFootball recordó un suceso muy peculiar del dictador argentino Rafael Videla, quien luego de derrocar a la presidenta María Martínez de Perón, provocó que el fútbol fuera venerado y odiado luego de que Argentina ganara el mundial de fútbol que organizó en el año 1978.
Videla fue acusado de reprimir a toda persona que se expresara en contra de su régimen. Y la organización de un mundial encendió el fuego de las protestas en contra del mundial, pero luego el malestar se debilitó con ayuda del entonces presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) Joao Havelange, quién supuestamente recibió sobornos de parte de Videla para llevar a cabo el torneo.
Un partido clave en el torneo fue el de Perú- Argentina, ya que estos dos equipos, fueron parte de la cuadrangular B, en los que también estaban Polonia y Brasil, estos equipos debían jugar la última jornada de su grupo a la misma hora; sin embargo, la organización retrasó el partido y luego de conocer el resultado, el marcador fue a favor de los argentinos por 6 a 0, y Videla fue acusado haber amañado el juego y haber sobornado a Perú.
Luego de un torneo un poco extraño, finalmente Argentina y los Países Bajos llegaron a la final, donde un excelente Mario Alberto Kempes fue el encargado de dar su primera copa del mundo a los argentinos, venciendo 3 a 1 a la naranja mecánica.
El deporte también ha sido usado como arma de control de masas por los dictadores a lo largo de la historia. El fútbol y la política, aunque usted no lo crea, caminan juntos en algunos momentos, sino pregúntese por qué los alcaldes invierten tanto en fútbol en sus municipios, y por qué el gobierno de Nayib Bukele creó en mayo pasado la Liga Nacional de Fútbol en sustitución de la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT), que era de carácter privado y escapaba a su control.