UCA conmemora a mártires unida al dolor de las víctimas del pasado y presente
El 11 de noviembre de 1989 fueron asesinados en la UCA seis sacerdotes y dos mujeres empleadas. Este año, el aniversario se conmemoró bajo el lema “No es posible anunciar al mundo la fe sin promover la justicia”.
Por Benjamín Pleités
La Universidad José Simeón Cañas (UCA) conmemoró el XXXIV aniversario de los mártires de la UCA y sus dos colaboradoras, Julia Elba y Celina, para agradecer por su vida, su testimonio de amor y su entrega. La jornada fue marcada por la procesión de los farolitos y una misa en el campus universitario.
El rector de la Universidad, padre Andreu Oliva, dijo que “estamos conmemorando este día “un gran río de luz”, que nos marca un camino, un horizonte, nos marca a donde debemos caminar para hacer realidad el proyecto de Dios para toda la humanidad, el cual conlleva fraternidad universal, un proyecto en el que la solidaridad, el servicio, el amor y las relaciones de justicia sean las que marquen nuestra sociedad”.
En la madrugada del 16 de noviembre, un comando del Batallón Atlacatl entró a la UCA a asesinar a los sacerdotes españoles Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín-Baró, Amando López y Juan Ramón Moreno; y al salvadoreño Joaquín López.
El rector agregó que “los mártires dieron su vida por amor, ellos tenían un sueño, un deseo que es contribuir a que este reino de Dios fuera más cercano y más real entre nosotros y nosotras, conmemorarlos supone unirnos a ese sueño que estos tenían, que es al mismo tiempo el sueño de muchos.
Esta ceremonia también representa a las personas que sufren, a las víctimas del pasado y del presente, a aquellas personas que ven vulnerados sus derechos, aquellos que buscan a sus familiares desaparecidos y que el estado, como en el pasado, sigue negando estos sucesos, agregó durante la ceremonia inicial.
La procesión de los farolitos nos permite unirnos a todas esas madres y familiares que buscan a sus seres queridos, y a las personas que están luchando para que liberen a sus hijos e hijas que han sido encarcelados injustamente y que son maltratados en las cárceles del país, a los que claman con todo derecho para que se haga justicia y no se siga violentando.
La vida de los mártires es un ejemplo de vida que nos dan ánimo, que nos anima constantemente a continuar en estas luchas, a no ceder en ellas, a no cansarnos, a caminar adelante, y que nos recuerda que el espíritu de Dios está con nosotros, camina junto a cada uno, y está presente en esta marcha de los farolitos para recordarnos que no estamos solos en esta batalla, dijo antes de salir en el recorrido.
La comunidad universitaria elaboró “alfombras con bonitos diseños, las cuales nos recuerdan a nuestros mártires, con frases que buscan siempre luchar por la paz, la justicia, y que promueven la fe, cabe mencionar alguna de ellas, como “la justicia es la semilla de la compasión y la igualdad que perdura como un legado de fe en un mundo compasivo”, narró el padre Oliva.
La procesión recorrió la misma calle que utilizó el Batallón Atlacatl para llegar al lugar donde cometió la masacre. “A pesar de que ese día los militares llevaron muerte y dolor, las personas que conmemoramos cada año a nuestros mártires, llevamos un mensaje de amor, fe y justicia, para seguir luchando por nuestros derechos y las personas que amamos, concluyó Oliva.
