Por primera vez después de la Pandemia por Covid-19, los salvadoreños volvieron a celebrar sin muchas restricciones el Día de los Muertos este 2 de noviembre, en los distintos cementerios de todo el país.
El colorido de las flores, la religiosidad y la algarabía de la gente; además del sabor de los platillos típicos de la época, tales como las hojuelas, el mimbre y los camotes en miel regresaron al paladar popular en este día de fiesta.
Una de las ciudades que vive a plenitud estas tradiciones es Quezaltepeque, ubicada a 25 kilómetros al Norte de San Salvador, atrás del volcán Quezaltepec. Una pujante ciudad de comerciantes, artesanos y artistas, donde se produce buena parte de las flores artesanales que se venden en los diferentes mercados.
Comunica realizó una visita al cementerio de este municipio, donde captamos las siguientes imágenes.