La disputa por la ceremonia de traspaso de gobierno

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La disputa por la ceremonia de traspaso de gobierno

Diputado Francis Zablah. /Foto por Comunica

En los últimos días se ha venido dando una fuerte discusión entre el Gobierno y el presidente electo Nayib Bukele, por la definición del lugar en donde se llevará a cabo la ceremonia de juramentación del nuevo mandatario salvadoreño.

 

Por Melisa Rosa, Gerson Cerén y Mezti Cornejo

Según el encargado de medios de comunicación de GANA, Ernesto Landos, la suspensión de las reuniones entre los equipos de transición de las administraciones entrante y saliente, para la coordinación del traspaso de mando, se debe a los problemas de comunicación que hubo entre ambas comisiones.

La representación del presidente Salvador Sánchez Cerén les notificó la suspensión de las reuniones, luego cuando el presidente electo reclamó en redes sociales, el ejecutivo emitió un comunicado negándolo y diciendo que siempre iban a continuar, expresó el comunicador.

“A raíz de este impase que ha habido, Bukele decide, por el momento, no volverse a reunir con la representación del gobierno… así, se mantiene estancado el proceso de traspaso y toma de posesión”, declaró Landos.

Para Francis Zablah, diputado por el partido Gran Alianza por la Unidad Nacional GANA, el presidente electo debería de tener la oportunidad de decidir dónde quiere que se haga la toma de posesión “sin estarle poniendo tantas trabas”.

El catedrático de la UCA Carlos Monterrosa explica que normalmente al gobierno entrante es a quién se le conceden las prerrogativas, pero como los dos partidos perdedores de las elecciones son los que tienen que entregar el mandato, es allí donde está el problema.

En en Art. 131, inciso 14 de la Constitución de la República, se establece que «corresponde a la Asamblea Legislativa recibir la protesta constitucional y dar posesión de su cargo a los ciudadanos que conforme a la ley, deban ejercer la Presidencia y Vicepresidencia de la República», aunque no dicta que es obligación hacerlo en el Salón Azul o en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones CIFCO; eso lo pacta la Comisión de Transición con el presidente de la Asamblea Legislativa.

“Si el presidente electo no quiere ir al Salón Azul y prefiere mejor hacerlo en una plaza pública, entonces que haga una ceremonia privada en la oficina de Quijano, que lo juramente y de allí podría irse al centro a la Plaza Morazán o a la Plaza Cívica para hacer una juramentación simbólica que sea pública”, dijo el catedrático de la UCA.

Ernesto Landos considera que toda esta situación afectaría más a la administración saliente porque ante los ojos de la población toda esta estrategia proyecta una mala imagen del partido.

Foto por Comunica

Por su parte el diputado Francis Zablah dice que el FMLN tiene un fuerte resentimiento hacia Bukele, pues él viene de sus filas y lo expulsaron creyendo que no tenía ninguna oportunidad de ganar si se postulaba como candidato a la presidencia.

“El Salvador nunca va a cambiar si no tenemos visión de nación; estas dos extremas que han tenido polarizado el país no pasan la página y no entienden que tienen que respetar la voluntad de un millón 400 mil salvadoreños y tratar de unificar esfuerzos por salvar al país”, explicó.  

«Para ellos el fin justifica los medios, o sea, no les importa lo que pase con tal de llegar al objetivo que ellos tienen, desestabilizar y molestar. Creo que eso es ilógico y ya debería de cambiar”, agregó Zablah.

El diputado Zablah cree que toda esta discusión podría considerarse parte de la campaña que ya comenzó a hacer el gobierno entrante, GANA y todos los partidos políticos de cara a las elecciones de 2021.

Otro punto importante es que la falta de diálogo para poner bien las cuentas sobre cómo está el país, va a hacer que sea una transición difícil, enfocada en intereses de grupos y de partidos. “Hay que dejar que las nuevas generaciones participen, que es el caso del presidente electo”, concluyó Zablah.