Lo que dijo y lo que ignoró Bukele

Una buena parte de la población salvadoreña estuvo pendiente de las palabras del presidente Nayib Bukele este primero de junio. Entre tantas opiniones, resaltan algunas preocupaciones.

Nayib Bukele en su discurso presidencial/Fotografía tomada por Mario Menjívar

 

Por Natalia Gómez y Carmen Estrada

 

El presidente Nayib Bukele dio su discurso frente a representantes internacionales como: Brahim Ghali, presidente de la República Árabe Democrática de Saharaui; Baronesa Gloria Hooper, representante del Reino Unido; Wilbur Ross, secretario de Comercio del gobierno de Donald Trump; y, Evo Morales, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, entre otros.

 

Aún más importante, los salvadoreños que llegaron a la plaza Gerardo Barrios, incluyendo los visitantes provenientes de la diáspora, esperaban escuchar cómo el presidente el presidente resolverá durante su mandato, los principales problemas del país. También permanecieron atentos los salvadoreños conectados a través de su página oficial en Facebook Live y, el resto, sintonizando los diferentes medios de radio y televisión.

 

Entre quienes opinaron sobre el discurso se encuentra la del portal FOCOS TV, que considera que el centro del discurso del presidente Bukele fue el concepto de familia.

 

Por otro lado, Eduardo Escobar, coordinador de Acción Ciudadana, opina que no tocó los principales problemas del país, ni tampoco hizo referencias claras. Para él, un discurso presidencial debe contar con líneas estratégicas de acción en las que se centre su periodo como mandatario de la República, “No dijo absolutamente nada sobre líneas de acción, por ejemplo en seguridad pública, en economía, combate a la corrupción. El discurso fue pura retórica y generalidades”, declaró.

 

De acuerdo con los discursos anteriores, Escobar comparte que es algo típico de Nayib Bukele que en sus discursos esté ausente la explicación del cómo ejecutará su Plan de Gobierno.

 

Por otro lado, comentó que hay dos aspectos importantes que vale la pena resaltar. El primero tiene que ver con la responsabilidad compartida a la que hizo referencia Bukele. En este aspecto, considera que se deben hacer matices y esperar qué tipo de responsabilidades va a dejar en el pueblo salvadoreño, ya que “el presidente de la República y los órganos de estado tienen una responsabilidad mayor en la gestión pública que deben desarrollar para llevar al país a un rumbo específico”, resaltó.

 

Con esto advierte que no se debe caer en el pensamiento que todo consiste en una responsabilidad social, mientras que esta mayormente recae en el presidente, ya que para ello se le elige. “No se debe permitir que se oculte la responsabilidad estatal, que es lo que siempre ha pasado en este país”, dijo Eduardo Escobar.

 

El segundo punto está relacionado con lo que Bukele dijo sobre romper los obstáculos y las barreras, ya que la preocupación se encuentra en la definición que tengamos de ellos. Es decir, lo que el presidente considera que son las barreras y los obstáculos. “Ojo, eso podría ser una amenaza para el resto de órganos de estado o los partidos políticos, en referencia a ‘Están conmigo o están contra mí, sino con el pueblo los vamos a derribar’”, explica, haciendo énfasis en que el presidente debe tener en mente en su gestión, que hay un sistema de controles, normas y procedimientos que no se pueden sobrepasar. No debe olvidar que él también está sujeto a todas estas normas.

 

Y desde la perspectiva del periodista César Castro, el discurso de Bukele en lugar de parecer más un discurso presidencial, se entendió como un meeting, en el cual se inclinó a hablar más sobre la unión del pueblo salvadoreño. También explicó que el discurso dejó vacíos que abren dudas, como el caso de la analogía con el niño enfermo, que asume que podría tener referencia al aspecto económica como la carga tributaria o en el aspecto de seguridad en referencia a negociaciones con grupos criminales, entre otras.

 

“Estamos en la misma incertidumbre en la que estábamos antes, y considero que esto no es extraño porque el presidente Bukele se ha comportado de esta manera desde siempre”, expresó. Castro considera que esto es normal debido a las conductas que tuvo durante la campaña y los seis años en los que preparó su campaña.

 

No obstante, se debe destacar que las expectativas no pueden ser asumidas a partir del discurso. “No hay que poner todas las esperanzas y la fe sobre el tipo de gestión que se va a tener a partir del discurso”, reflexionó Eduardo Escobar. Ya que, aunque no se hayan dicho muchas cosas en el gobierno saliente, no se puede asumir y proyectar que la gestión será negativa.

Los abucheos durante La toma de posesión

Los asistentes a la investidura de Bukele manifestaron su descontento con los diputados y el expresidente Salvador Sánchez Cerén, gritando frases ofensivas o palabras soeces a los diferentes funcionarios públicos.

 

Cuando el presidente de la Asamble Legislativa, Norman Quijano, habló, la mayoría de los asistentes se unieron en coro gritando la frase “devuelvan lo robado”. Por otro lado, cuando llegó el momento en que Nayib Bukele recibió la banda presidencial, el ambiente se tornó distinto ya que todos empezaron a aplaudir y gritar “sí se pudo”.

 

Entre los eufóricos estaba María Rodríguez quien llegó a presenciar la ceremonia, y expresó tener mucha fe en el nuevo presidente ya que realizar un evento en el que todos puedan asistir habla muy bien de él, debido a que confirma la unión con el pueblo y el interés del mismo, manifestó.