Retos de la enseñanza en la era digital

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Retos de la enseñanza en la era digital

 Los avances tecnológicos brindan herramientas importantísimas para la labor de los docentes. Sin embargo, en El Salvador, hay una brecha amplia entre quienes sacan provecho de la tecnología y aquellos que se quedaron en las funciones básicas de la docencia 1.0.

Por Sofía Barillas y Sofía Benítez

El avance de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s) aplicadas a la enseñanza, han proporcionado enormes oportunidades a las personas dedicadas a la formación. El uso de nuevas herramientas en los procesos educativos también ha implicado cambios en muchos docentes, en algunos más, en otros menos.

El experto dominicano en educación tecnológica, José Armando Tavarez, identifica tres niveles de destrezas docentes: el docente 1.0, es aquel que hace uso básico de las tecnologías de la información, el docente 2.0, el que tiene un nivel intermedio de dominio de las herramientas tecnológicas y el 3.0 es el que tiene pleno dominio de las TIC’s.

 

Profesora Blanca Vásquez. Foto por Pamela Gámez

La directora general de las carreras de Profesorado y Licenciatura en Educación de la UCA, Blanca Vásquez, señala que en los años noventa cuando ingresó el Internet “cambió la forma de entender la educación y facilitar el aprendizaje”. Además, añade que este proceso inició con la Web 1.0, que permitió la lectura y escritura de textos, llenar formularios y hacer pagos. Aquellos fueron los primeros contactos con las TIC’s.

Posteriormente, surge la Web 2.0 que le dio a los docentes el acceso a la búsqueda de libros, tutoriales, entre otros. Más adelante, la Web 3.0 hizo posible diferentes cosas a través de la Wikipedia y el uso de aplicaciones que trajo más ventajas al aprendizaje del estudiantado. Finalmente, la Web 4.0 permite el interaccionismo con juegos educativos, la creación de otro tipo de recursos como la realidad aumentada.

Todo lo anterior ha generado beneficios tanto a los docentes como a los alumnos. El profesor Carlos Campos tiene 65 años y menciona que laboró como docente de primaria por muchos años. Por su experiencia, reconoce que la tecnología ha mejorado y facilitado la manera de enseñar y también el desarrollo de los estudiantes. “La tecnología me ha facilitado muchas cosas”, agrega Campos.

 

Posteriormente, surge la Web 2.0 que le dio a los docentes el acceso a la búsqueda de libros, tutoriales, entre otros. Más adelante, la Web 3.0 hizo posible diferentes cosas a través de la Wikipedia y el uso de aplicaciones que trajo más ventajas al aprendizaje del estudiantado. Finalmente, la Web 4.0 permite el interaccionismo con juegos educativos, la creación de otro tipo de recursos como la realidad aumentada.

Todo lo anterior ha generado beneficios tanto a los docentes como a los alumnos. El profesor Carlos Campos tiene 65 años y menciona que laboró como docente de primaria por muchos años. Por su experiencia, reconoce que la tecnología ha mejorado y facilitado la manera de enseñar y también el desarrollo de los estudiantes. “La tecnología me ha facilitado muchas cosas”, agrega Campos.

Profesor Carlos Campos. Foto por Sofía Benítez

Campos trabajó como maestro siete años en la zona rural, impartió clases a estudiantes de básica y explica que en esa época las dificultades eran mayores, pues el material bibliográfico no era tan accesible, los instrumentos para impartir clases generaban ciertas dificultades para la salud, como el caso de la tiza y esto influía en el rendimiento académico, sin embargo, hoy en día los recursos tecnológicos como la pizarra acrílica, la tinta y el proyector han solucionado estos inconvenientes. 

Adaptarse a las nuevas tecnologías no le resultó fácil, aún a las más básicas como el uso de la computadora. Sin embargo, su interés y curiosidad fueron de ayuda para la rápida adaptación. «Cuando yo aprendí un poquito lo que sé, mis hijos estaban pequeños. Yo les compré la primera computadora y me quedaba viendo detrás de ellos, a ver qué buscaban. Pero llegó un momento en que me entusiasmé. Allí comencé a digitar, pero no podía ni encenderla ni apagarla y tenía que decirle a ellos. Así fui aprendiendo». Añade también, que luego pudo practicar en los centros de cómputo de otras instituciones en las que trabajó, e incluso, llegó a realizar exámenes en línea.

Blanca Vásquez añade que algunas modificaciones tecnológicas en el aula han sido el uso de “plataformas en línea, bibliotecas virtuales; tenemos un centro de educación en línea, tenemos tecnología reciente para elaborar recursos didácticos que podemos utilizar en la clase”. Estos recursos han permitido que el proceso de formación docente sea más fácil. 

El Instituto de Formación Docente (INFOD) es el “encargado de velar por la formación y la calidad educativa” desde el ámbito gubernamental. Con el fin de realizar bien su labor, la institución tiene dos sistemas de enfoque principal: el sistema de formación y el de certificación. El primero consiste en brindar, a los docentes, herramientas de especialización en áreas de matemáticas, primer infancia y educación básica. El segundo busca desarrollar estándares de calidad educativa, pero todavía se encuentra en preparación.

La directora del INFOD, Paola Lorenzana, comenta que las áreas en las que más necesita refuerzo la formación de un docente es en lo “disciplinal, didáctico, pedagógico, socio afectivo y lo ético”. Es decir, las áreas que abarca el curriculum nacional del docente, agrupadas en ámbitos socialmente comprometidas, constructivistas y humanistas. Esto es justamente lo que se pretenden mejorar y llevar hasta un nivel de calidad. Incluyendo en ellos la adopción de nuevas tecnologías, que sean de ayuda en la labor docente.

 

Paola Lorenzana, directora del INFOD. Foto por Sofía Benítez

Al igual que los docentes, la actualización en el uso de herramientas tecnológicas ha representado un reto para los formadores del INFOD. Hasta el momento, hay deficiencias, pues muchos docentes no conocen casi nada sobre las nuevas tecnologías. Algunos, incluso no cuentan ni siquiera con un correo electrónico. Por ello, los formadores de esta institución, en ocasiones, han tenido que formar a los docentes desde cero, explica Lorenzana.

Blanca Vásquez añade que al tener tantas herramientas tecnológicas “lo que sí es un reto es la actitud del docente (…) Lo que requiere es que el docente no tenga miedo y se meta a probar a prueba y error. Porque si nos quedamos, el sistema nos va a ir descartando, entonces tenemos que estar permanentemente actualizandonos e investigando qué es lo nuevo que hay”.