Amenaza volcánica para antenas de radio y televisión
Para todo país las telecomunicaciones son un elemento estratégico y hasta considerado fundamental para la seguridad nacional, sin embargo, en varios países esos sistemas enfrentan una vulnerabilidad grande al tener ubicadas sus antenas en las zonas más altas, los cerros y volcanes, muchos de ellos activos. Costa Rica y El Salvador tienen similar vulnerabilidad.
Por Ricardo Escobar
Grietas de más de cuatro metros de ancho y 60 de profundidad mantienen en riegos la estación de antenas en el parque Volcán Irazú, Cartago, Costa Rica. Los sistemas de transmisión de la radio y la televisión costarricense están en riesgo por deslaves generados por movimientos volcánicos en la cima del Irazú. Los derrames de tierra, material piroclástico y ceniza han abierto grietas de más de cuatro metros de profundidad, a unos 200 metros de las antenas.
El Estado costarricense ordenó en 2018 desalojar la zona, porque se considera de alto riesgo. El pico del Irazú, a 3,432 metros de altitud, es visto por los medios de comunicación como un lugar estratégico para la transmisión radial y televisiva, debido a la amplia difusión de ondas por el espacio.
El Irazú es el volcán activo más alto de Costa Rica, en él suelen haber grandes deslizamientos por la presencia de fumarolas y fuentes termales, lo que origina la creación de grietas. Esta información la conocen las empresas de radio y televisión que han colocado sus antenas en el lugar y también las personas que habitan en los alrededores.
El vulcanólogo costarricense Gino González explica que hace más de diez años se comenzaron a abrir unas grietas que medían más de diez metros. Luego de las órdenes de desalojar el lugar, muchos medios decidieron mover sus estructuras a otros sitios de altura donde puedan operar de manera segura, aunque el costo del traslado se traduzca en millones de dólares.
Una de las televisoras que movió sus antenas recientemente es el Canal 15 UCR, propiedad de la Universidad de Costa Rica. Ellos decidieron comprar un lote en el cerro Gurdián (tercer punto más alto en los alrededores del Irazú), a cuatro kilómetros en línea directa de la estación original.
El director del Canal 15 UCR, Marlon Mora dijo a Comunica que “El proyecto de mover a otro punto de transmisión, para movernos del Irazú a otro punto, se está gastando 1.2 millones de dólares, los equipos de transmisión son extremadamente caros.” La nueva estructura montada en el cerro Gurdián tiene la capacidad de soportar tres canales de televisión y cuatro radioemisoras.
Es de destacar que pese al peligro en el Irazú no existe un plan de contingencia para este tipo de emergencias. La Comisión Nacional de Emergencia de Costa Rica (CNE) estableció en 2015 como zona de riesgo la base de antenas en el Irazú. En ese entonces se contabilizaban 84 torres en 15 hectáreas del volcán, de las cuales ya solo quedan menos de diez.
La amenaza en el Quezaltepec
Similares condiciones, aunque con otros matices, registra el sistema de telecomunicaciones en El Salvador, cuyas antenas están concentradas en su mayoría en el volcán Quezaltepec, conocido también como Boquerón, desde donde las principales cadenas de radio y televisión como Megavisión, RSM, Telecorporación Salvadoreña (TCS) y Corporación YSKL tienen cobertura del 60% del territorio nacional.
Pero además, en ese mismo volcán se ubican las antenas de las telecomunicaciones estratégicas para el Estado. Allí están las antenas de las comunicaciones del ejército y las fuerzas de seguridad.
Según el ingeniero eléctrico, Héctor Vásquez, durante el terremoto del 2001 se abrió una grieta en el Boquerón, por lo que el Comité de Emergencia Nacional declaró inhabitable una parte donde se encuentran ubicadas las estructuras de telecomunicaciones, pues el sitio se encuentran sobre una falla o grieta que pone en peligro las estructuras.
‘“Ya se les advirtió que desalojen ese lugar, en otro terremoto es probable que la grieta se abra y todo eso se caiga. La alternativa es moverse 60 metros abajo (las antenas de los medios), pero estos perderán cobertura y señal. Nadie se ha querido mover de ese sitio”, asegura Vásquez.
A pesar de que la advertencia se hizo 18 años atrás, las antenas de los medios siguen en el mismo lugar. En El Salvador tampoco existe un plan de contingencia para enfrentar una situación de emergencia derivada de un terremoto o deslave en el Quezaltepec, por lo que las vidas de los operadores y los lugareños se encuentra en eminente peligro, además del colapso de las telecomunicaciones que podría darse en un evento sísmico o de deslave.