Iota llega a El Salvador como depresión tropical

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Iota llega a El Salvador como depresión tropical

Antes de la llegada de la depresión tropical Iota a El Salvador el Ministerio del Medio Ambiente emitió alertas anticipadas y realizó evacuaciones en zonas vulnerables. Sin embargo, hay críticas por el debilitamiento del sistema de protección civil.

El Ministerio del Medio Ambiente tiene protocolos establecidos en casos de emergencias. Foto obtenida de Internet.

Por Andrea Tobar

El miembro de la Mesa para la Gestión de Riesgos, Luis Gonzáles, menciona que el trabajo desarrollado en los últimos diez años para fortalecer el sistema de protección civil y la organización comunitaria, luego del huracán Mitch en 1998, se ha debilitado.

Gonzáles aseguró que ahora no hay comunicación con las comisiones municipales y por ende las locales, esto hace que la información y las alertas no fluyan de manera adecuada ni se operativicen correctamente los albergues, las evacuaciones tempranas y que las municipalidades no den los recursos necesarios para activar estos mecanismos.

Iota encontró a El Salvador en estas condiciones de debilitamiento de sus estructuras para enfrentar las emergencias, señalan los ambientalistas.

Las alertas anticipadas hechas por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales MARN son buenas, pero que hay una falta de articulación de esa información técnica y científica hacia las municipales y comisiones locales, afirma el ambientalista. “Tenemos un ejecutivo con mucha información pero que no llega a los territorios en riesgo para poder activar los comités vinculados a apertura de albergues, alerta temprana, evacuación y seguridad”, señala.

Por otra parte, el ecologista Ricardo Navarro menciona que hay falta de interés y poca preparación por parte del gobierno ante estas amenazas. “La organización correcta para estos eventos tienen que ver con aspectos de corto y largo plazo”, explicó a Comunica.

Navarro se refirió a la organización de la población, prepararla para que sepan qué hacer en caso de un terremoto u otras amenazas como lluvias, proponer soluciones y tratar con la falta de capacidades económicas, sociales, culturales y organizativas para enfrentar el fenómeno.

Todo el país es vulnerable, pero hay lugares que están más expuestos a estas amenazas. Navarro comentó que las partes más vulnerables son las que están en las zonas más bajas, zonas costeras, en las colinas o ríos.

Ante esta situación, Gonzáles explica que se debe monitorear constantemente los componentes de la vulnerabilidad y riesgo, es decir, cuáles comunidades estarán expuestas al fenómeno, cuáles son las que tienen más o menos herramientas para enfrentarlo, darle seguimiento a la organización a nivel comunitario, mejorar la comunicación, dar alerta temprana, preparar albergues y alimentos.

Iota ingresó a El Salvador este miércoles convertido en depresión tropical, luego de causar el martes severos daños en Nicaragua y Honduras.