La guerra civil salvadoreña dejó 75 mil muertos y más de 8,000 desaparecidos en los 12 años que duró el conflicto, entre 1980 y 1992.
Por Daniela Berríos
El Comité de Madres y Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Asesinados Políticos de El Salvador (CO-MADRES) celebró su 49 aniversario con un acto conmemorativo en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). La actividad destacó la lucha por la memoria histórica, la verdad y la justicia, en un contexto de persistente impunidad.
El evento se llevó a cabo en el Auditorio Segundo Montes de la UCA y contó con la presencia de activistas, académicos y estudiantes, así como a familiares de víctimas provenientes de comunidades como San Lorenzo, Santa Marta y San Rafael Cedros.
María Luz Rivas, conocida como «Madre Lucy» representante legal de CO-MADRES reafirmó que el comité es «Un pilar de resistencia nacido y basado en el amor incondicional de madres y familiares. Seguimos de pie mientras no exista verdad, justicia y reparación integral.”
“Estamos esperando que el Estado asuma con responsabilidad la deuda histórica que tiene con las víctimas del conflicto armado” dijo Rivas, enfatizando la importancia de medidas de no repetición y reparación integral.
Rivas destacó la deuda histórica que el Estado salvadoreño tiene con las víctimas del conflicto armado, señalando que «Período tras período, legislación tras legislación, no han asumido la responsabilidad de trabajar en una ley para las víctimas».
Juan Carlos Sánchez, miembro de la Fundación para el Debido Proceso (DPLF), enfatizó la necesidad de enfrentar el pasado para garantizar la justicia: «La justicia transicional es un conjunto de medidas que el Estado debe tomar para reparar los daños. Sin embargo, lo que hemos visto en los últimos años es una intención de pasar página sin enfrentar las heridas del conflicto.”
Sánchez también criticó la falta de continuidad en los programas de reparación impulsados en administraciones anteriores, afirmando que estos han sido desmantelados. «Aunque hubo programas de reparación en el pasado, en la actual administración lo que se ha hecho es desmontar lo poco que se había logrado” aseguró.
Sánchez llamó a las autoridades a asumir su responsabilidad y a las nuevas generaciones a exigir políticas que garanticen la verdad y la no repetición. Además subrayó la importancia de preservar la memoria. «La represión que creímos abandonar tras los Acuerdos de Paz sigue presente, provocando daños que debemos reconocer y enfrentar para construir un futuro diferente” acotó.
El evento concluyó con presentaciones culturales y la proyección de dos documentales que reflejan los desafíos y logros de CO-MADRES en sus casi cinco décadas de existencia. La Madre Lucy instó a las nuevas generaciones a continuar la lucha. «Queremos justicia, queremos verdad. No nos dejemos engañar, tengamos los ojos y oídos abiertos para que la memoria histórica se preserve y las nuevas generaciones sepan la verdad” dijo.
El acto culminó con un llamado a la acción y un compromiso renovado de las madres y asistentes para continuar exigiendo justicia. “Seguimos con la misma convicción y determinación de hace casi cinco décadas” concluyó Rivas, reafirmando el espíritu inquebrantable de CO-MADRES.