Colegios, institutos y diferentes organizaciones se hicieron presentes para celebrar los 195 años de independencia de El Salvador.
Por Alejandra Rivas y Paola Duran
Con tambores, trompetas y todo tipo de instrumentos las bandas de paz dieron inicio al desfile del sector estudiantil y de la sociedad civil, que comenzó su recorrido en la Universidad de El Salvador, trasladándose por el bulevar Los Héroes, en San Salvador.
Después de meses de ensayos los estudiantes pudieron mostrar sus habilidades. La danza folclórica, gimnasia, banda, teatro y por supuesto la creatividad no pudieron faltar para alegrar el desfile. Cristian Calderón, estudiante y participante de danza folclórica, del Colegio Jerusalén, comentó que “nos preparamos un año, es muy bonito compartir con la gente”.
Desde canciones nacionales como el Sombrero Azul, hasta internacionales como YMCA de Village People, animaban a los asistentes. Luis Deras, espectador del evento dijo que “todo está muy bonito, se escuchan canciones que antes las bandas no tocaban”.
Durante el recorrido cada institución presentó diferentes puntos artísticos. Cristian Calderón agregó que se prepararon con diez canciones para deleitar al público con sus pasos de baile. Las Cortadoras y el Carbonero fueron solo algunas de las melodías propias de nuestro folclore, que con gran entusiasmo fueron bailadas por jóvenes con el objetivo de mantener vivas nuestras tradiciones.
“Todos los muchachos que están participando tiene aptitud para el baile folclórico”, afirmó Rogelio Vásquez, encargado de danza del INCO (Instituto Nacional de Comercio), quien reconoció que los estudiantes participan de estos eventos por iniciativa propia, lo que demuestra el interés de ellos en conservar estas tradiciones que año con año van innovando.
Otro de los puntos artísticos organizados esta vez por el Ministerio de Educación fue la representación del juego de pelota Maya representado por jóvenes que dramatizaban lo que pudo ser una actividad propia de nuestros antepasados.
Estas actividades muestran el interés de este sector de la población en rescatar tradiciones y sobre todo el amor por la patria, ya que ni la lluvia fue motivo para detener sus presentaciones y continuaron hasta llegar al estadio Jorge “El Mágico” González, que se convierte cada año en el punto de reunión de la mayor fiesta de independencia de la ciudad capital, con la participación de estudiantes, militares y diferentes instituciones de estado.
