Las escuelas públicas son un mal lugar para aprender inglés

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Jóvenes y adultos asisten a la feria de empleo realizada por el Instituto Nacional de la Juventud, donde se encuentran diferentes empresas ofreciendo trabajos. Foto por: Raquel Salguero.

El inglés es considerado uno de los idiomas más hablados a nivel mundial. Es por eso que la enseñanza del mismo es importante. Sin embargo, estudiantes de instituciones públicas de El Salvador afirman que el inglés que les imparten es deficiente y no satisface sus necesidades.

 Por Fátima López y Raquel Salguero

El índice del Nivel de Inglés para Escuelas, “Education First” (EF EPI-s) en sus siglas en inglés, es un estudio que analiza la adquisición de habilidades de inglés en alumnos de tercer ciclo y educación media. Para Education First en su último estudio realizado en el 2015, sobre el nivel de inglés a nivel mundial y El Salvador ocupa la posición número 61 dentro del índice de nivel de inglés con un 45.52% obteniendo un nivel muy bajo de conocimiento del idioma entre los demás países.

Según el Ministerio de Educación el país cuenta con cinco mil instituciones públicas que imparten enseñanza en materias básicas como lenguaje, matemática, ciencias y sociales. Además ha establecido como requisito que se enseñe el idioma inglés desde tercer ciclo hasta educación media, es decir, desde séptimo grado hasta segundo o tercer año de bachillerato. Sin embargo este requisito no lo cumplen todas las instituciones y el Ministerio de Educación no cuenta con un dato exacto de cuántas escuelas imparten el idioma.

Los especialistas en inglés y voceros del Ministerio de Educación, Samuel Vásquez y Herbert Aparicio, explican que se espera que al finalizar la educación media los alumnos obtengan un nivel intermedio de conocimiento del idioma inglés. Pero dicho nivel no se ha logrado, ya que la enseñanza del inglés en las escuelas no ha sido suficiente para que los alumnos comprendan y hablen de una forma fluida este idioma.

Conforme a datos de la investigación realizada en el 2008 por el investigador y licenciado en inglés Nelson Martínez, titulada “¿Por qué los estudiantes de las escuelas públicas no aprenden inglés?” se plantean cinco factores que son determinantes en el proceso enseñanza-aprendizaje del idioma inglés que son: el estudiante, el docente, la metodología, el currículo y el contexto educativo.

 El factor del estudiante

Nelson Martínez asegura que el factor más importante dentro de los cinco factores es el estudiante debido a que el alumno es el que aprende. En el estudio realizado por Martínez a través de entrevista-cuestionario realizado a 116 profesores que enseñan inglés en tercer ciclo y bachillerato público en el departamento de San Salvador se obtuvieron los siguientes datos.

Iliana Verónica Tobar junto a su compañera de clases Melissa Palacios estudiando en una de las aulas de la Universidad Nacional  donde les imparten clases. Foto por: Raquel Salguero.
Iliana Verónica Tobar junto a su compañera de clases Melissa Palacios estudiando en una de las aulas de la Universidad Nacional donde les imparten clases. Foto por: Raquel Salguero.

La opinión de los docentes con respecto a los estudiantes es que: el 44% afirma que los estudiantes se sienten interesados y motivados por aprender inglés, el 62% opina que los estudiantes se sienten poco motivados y el 10% afirma que los estudiantes no tienen interés ni motivación en aprender este idioma. Con relación a la importancia que los estudiantes dan a la materia en función de su utilidad, el 27% afirma que los alumnos consideran inglés como una materia importante, 70% afirma que los estudiantes la consideran poco importante y el 3% dicen que los alumnos no consideran importante esta materia.

Se hace énfasis que dentro del factor estudiante también se encuentran sus hábitos de estudio, autoestima, actitudes hacia el inglés y elementos asociados como las clases de inglés, el profesor, el idioma en sí, la cultura, etc, los cuales pueden operar a favor o en contra del aprendizaje.

Un caso que ejemplifica el factor estudiante es el de Iliana Verónica Tobar de 21 años. De mirada viva, amplia sonrisa y franca a la hora de expresarse, se graduó hace tres años de bachillerato opción secretariado en el Instituto Nacional General Francisco Morazán (INFRAMOR) y actualmente cursa tercer año de licenciatura en Lenguas Modernas en la Universidad de El Salvador.

Su pasión por los idiomas la animó a estudiar dicha carrera, pero desde el inicio se encontró con algunas dificultades, las cuales se hubiesen evitado si en su educación media la enseñanza del inglés hubiese sido la adecuada.

“Mi experiencia del inglés en el bachillerato fue deficiente, tuve muchas expectativas que no fueron llenadas, expectativas que se llevan de la escuela y que esperas sean completadas en bachillerato, en mi caso no fueron cubiertas, porque solo recibí inglés los dos primeros años de bachillerato”,  expresa Verónica sentada en uno de los pupitres del aula donde recibe clases en la universidad.

Verónica cuenta que en primer año las clases de inglés la daba un profesor, que actualmente es el director del instituto, ella recuerda que él hacía actividades solo por hacerlas no por enseñar el inglés como algo importante. Al llegar al segundo año la enseñanza era buena, pero habían elementos que no se tocaron cuando fue a primer año y debido a esto consideraba que le faltaban muchos conocimientos básicos.

La educación deficiente en el área de inglés en el instituto no significó, para Verónica, desistir en aprender este idioma. Es por ello que buscó otra alternativa para aprender inglés, mientras cursaba su educación media, en un programa llamado Centro de Enseñanza en Idiomas Extranjeros de la Universidad de El Salvador (CENIUES), donde recibía una clase por semana y le ayudaba mucho a comprender y entender cosas que no entendía en el INFRAMOR. “Aprendí más en cuatro horas, que en una hora por día de inglés en el instituto”.

CENIUES es un programa de la Universidad de El Salvador, para toda la comunidad Salvadoreña de escuelas públicas, privadas y de la misma Universidad que sean estudiantes. Nace en 1998 a iniciativa de un grupo de docentes y estudiantes que estaban cursando su seminario de graduación y que tuvieron la iniciativa de abrir cursos libres de inglés. Con este programa cada año se ven beneficiados un aproximado de cinco mil estudiantes.

A pesar que Verónica se ha superado aprendiendo este idioma, no deja de preocuparle la formación académica que su hermano Elías Alberto Tobar de 14 años está recibiendo en el Centro Escolar Colonia Los Alpes. Elías cursa octavo grado y ha comenzado a recibir clases de inglés desde este año y lo único que le enseñan son los nombres de los animales y no una estructura gramatical que pueda ayudarle a comprender y entender este idioma.

Cuando Elías iba a séptimo grado eliminaron la materia de inglés, debido a que la profesora impartía inglés y sociales al mismo tiempo, decidiendo impartir sólo sociales. Verónica cree que el inglés se debe enseñar desde los primeros años de estudio, porque los niños pueden absorber la información de una manera más fácil, no solo desde séptimo grado en adelante.

Las limitantes en la formación académica en cuanto al inglés no solo las vivió Verónica, sino también Gabriela Vannesa García de 17 años, estudiante activa del Instituto Nacional General Francisco Morazán (INFRAMOR) y cursa segundo año de bachillerato general. Portando su uniforme de física y sentada en una de las mesas de la cafetería, un lugar amplio e iluminado, Gabriela responde con entusiasmo cuando se le pregunta si le gusta la materia de inglés, “Sí, sí me gusta mucho”.

Gabriela estudió su educación básica en la Escuela Colonia Las Brisas en Soyapango, donde le impartían un nivel de inglés bastante malo a tal grado que ella se consideraba con mayor nivel de inglés que el profesor. Esto la dejó marcada como algo que no le sirvió en su formación académica. Cuenta que cuando entro a la escuela Las Brisas no daban inglés. Fue hasta octavo grado que a Gabriela comenzaron a darle inglés, “yo recibí solo dos años el inglés y era malísimo, el profesor se trababa él solo”.

Además comenta que no se avanzaba en los temas y lo que lamenta es que ese profesor aún de clases en esa Institución. Para Gabriela las cosas cambiaron cuando inició su educación media en el 2015 en el INFRAMOR y comenzaron a impartirle inglés intensivo donde le enseñaron las bases desde cero. Esto gracias al profesor Manuel Marín que hoy imparte clases de inglés en el Instituto y que además forma parte del equipo de 93 profesores de CENIUES.  A diferencia de Verónica que lamento le enseñanza de inglés en dicha institución, INFRAMOR, Gabriela considera que la educación en inglés ahora es completa.

El factor docente

Dentro de las limitantes que existen para que sea posible enseñar inglés desde los primeros grados son, la falta de profesores especializados en la enseñanza del inglés; comenta con voz pausada Nelson Martínez en una pequeña oficina de la Universidad Don Bosco.

El profesor Manuel Marín del Instituto General Francisco Morazán impartiendo clases de inglés a las alumnas del  segundo año de bachillerato general, sección B. Foto por: Fátima López.
El profesor Manuel Marín del Instituto General Francisco Morazán impartiendo clases de inglés a las alumnas del segundo año de bachillerato general, sección B. Foto por: Fátima López.

Argumenta que si se quiere mejorar este factor en las instituciones implicaría cambios en muchas áreas. “Implica mayores salarios, cambiar un poco el enfoque en las escuelas públicas y también pensar en por qué se va a enseñar o para qué se va a enseñar inglés”, es decir, cuál es su importancia y utilidad.

Para Nelson Martínez el rol y perfil del profesor de inglés son determinantes en los procesos exitosos de aprendizaje del idioma inglés. Sus conocimientos, competencias comunicativas en el inglés, sus habilidades didácticas y sus rasgos de personalidad inciden de forma positiva o negativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

En cuanto a la profesionalización se refiere a los estudios académicos-profesionales que tiene el docente que imparte inglés. Este  es un punto importante porque su grado académico y especialización dan pistas del desempeño docente en términos de competencias lingüísticas y didácticas.

Pero no todos los profesores que imparten inglés en las escuelas públicas son especialistas en la materia. Este es el caso de Gloria Marina Chávez de 46 años, es licenciada en Ciencias de la Educación y ha ejercido esta profesión a lo largo de 13 años en la  especialidad de lenguaje y literatura, al mismo tiempo imparte también inglés, aunque no es especialista en esa materia.

Después de una larga jornada de trabajo en dos instituciones diferentes, un colegio privado y una escuela pública, Gloria está convencida de que vale la pena el trabajo, ya que busca transmitir conocimiento de utilidad a los jóvenes. Además con su labor mejora las condiciones económicas para cubrir las necesidades de su familia, conformada por su esposo y dos hijas.

Sentada en un sillón, que es parte de la pequeña sala de su hogar, Gloria cuenta que a pesar de no contar con una especialización, imparte la materia de inglés en ambas instituciones en las cuales labora. “Mi bachillerato lo saque en la opción de secretariado bilingüe y esa base del bilingüe es la que me ha dado la confianza para seguir reforzando el idioma. En la universidad, también vi inglés uno y  dos”.

Agrega que también ha tenido otras oportunidades “Del colegio me han mandado por seis meses a reforzar el idioma inglés a otros lugares, así como en la UCA (Universidad Centroamericana José Simeón Cañas), que tuvimos un seminario de una semana para reforzar inglés”. Gloria acepta que la especialización en el idioma es muy importante y que a ella le hubiese gustado tener una especialización, pero que por falta de recursos económicos no pudo obtenerla.

La labor que Gloria realiza como profesora es de manera eventual. Cada año a ella le  renuevan el contrato, si la institución donde imparte clases quiere que siga laborando o si ella quiere continuar en esa institución.

Por el momento Gloria imparte clases por la mañana en el colegio Liceo Doctor Samuel Humberto Leiva y por la tarde en la escuela pública Centro Escolar Cantón el Triunfo. Gloria explica que en la escuela donde trabaja ha sido contratada por la Alcaldía Municipal  de San Martín delegándola ahí porque estaban abriendo tercer ciclo y necesitaban una profesora que diera las materias de lenguaje e inglés. Es por eso que Gloria orienta a los alumnos de  quinto, sexto y séptimo. Para ella este es el primer año en esa escuela, pero ya ha dado clases en otras escuelas públicas.

Gloria tiene conocimiento que antes se impartía poco inglés en esa escuela. “Antes que yo llegara a esa escuela había un profesor que les incluía cosas básicas de inglés, como un glosario, pero no como una materia en sí. Ahora sí es una materia porque séptimo requiere de la enseñanza de inglés”, expresa. 

Al tratar el tema del inglés en las instituciones públicas Gloria asegura que tristemente en la escuela donde ella imparte dicha materia los estudiantes piensan que él inglés no sirve de nada. “Es triste escuchar a los alumnos decir de que me va a servir si aquí me voy a quedar trabajando en el campo”, señala.  Gloria cree que esto es porque en los cantones los estudiantes ven agricultura, ganadería y consideran que el estudio no es importante, pero que hay que deben de hacerlo para ir pasando el grado.

Ella lamenta que en la mayoría de instituciones públicas no se le dé la misma importancia a inglés como a las demás materias básicas, como matemática, lenguaje etc. Esto influye a que los estudiantes no se motiven para aprender inglés. Gloria piensa que el profesor debe utilizar una metodología adecuada para que los estudiantes sientan interés, porque un inglés simple no lo quieren aprender los estudiantes, ellos lo sienten  aburrido.

Ella ha tenido algunas malas experiencias con los alumnos cuando imparte clases de inglés “Hay alumnos que no hacen los ejercicios, que nos les interesa la materia, se interesan en el momento pero cada semana es como comenzar de nuevo, porque solo son dos horas semanales”.

Como profesora ella utiliza dinámicas como canciones, carteles, fotocopias con texto para que los estudiantes tengan un poco de interés en la materia. Pero considera que sería mejor si se le diera más importancia a la materia y se impartiera desde los primeros grados. Para Gloria aún falta mucho que mejorar en las escuelas para poder impartir una enseñanza de un inglés de calidad.

En el caso de programas como CENIUES, la coordinadora general de CENIUES,  Rosario Guadalupe Martínez, al hablar sobre el grado académico que deben tener los profesores que imparten las clases comento “se exige que los maestros sean graduados en el idioma (inglés, japonés, francés e italiano) ya sea de la Universidad Nacional (UES) o de cualquier otra universidad. También hay 5 profesores que han egresado o tienen el 80% de su carrera ganada y se les permite impartir clases”.

 El factor metodología

Nelson Martínez aclara que aunque el profesor sea especialista no se tiene la certeza que los estudiantes aprenderán y que para que la enseñanza sea mejor el estudiante debe tener interés de aprender otro idioma. Además señala que un aspecto esencial es la metodología, la cual debe incluir cuatro áreas fundamentales para aprender inglés que son: saber hablar, escuchar, leer y escribir este idioma. Sin una buena metodología es posible que los estudiantes no presten atención y terminen inconformes con la materia como fue el caso de Verónica.

Con respecto a este factor el Ministerio de Educación no ha actualizado sus programas de inglés en cuanto a la metodología que se les imparte a los alumnos. Según los licenciados especialistas del idioma inglés del MINED Samuel Vásquez y Herbert Aparicio, la última actualización conforme a datos del MINED ha sido en 2008 y desde entonces no ha habido cambios en la forma de enseñar el segundo idioma.

Existe otra institución que tienen una metodología de enseñanza para escuelas públicas diferente a la que plantea el MINED, ese es el programa Supérate que según Irene Flores, directora académica es un  programa que brinda becas por tres años, con educación de alta calidad en inglés, computación y valores a jóvenes de escasos recursos económicos y de alto rendimiento académico durante tres años.

Los jóvenes reciben tres horas diarias de clase, de forma complementaria y paralela a la educación del sistema público. Supérate cuenta con diez centros a nivel centroamericano, siete de estos están en El Salvador, dos en Panamá y uno en Nicaragua.

Una alumna beneficiada con este programa es Sara Abigail Amaya Chávez, con 18 años ya es estudiante de agronomía de la Universidad Nacional. Ella se graduó en el 2015 del programa Supérate. Sara recuerda que desde tercer ciclo estudió en el Centro Escolar Fabio Castillo. Fue ahí mismo donde estudió su bachillerato general. Cuando estaba en octavo grado ofrecieron becas para los alumnos que tenían notas arriba de ocho, para aplicar al programa del Centro Supérate ADOC el cual está ubicado en Soyapango y es uno de los siete centros de Supérate. Sara era una de esas alumnas con notas arriba de ocho. Por lo tanto aprobó todos los requisitos y adquirió la beca.

La beca consistía en aprender inglés, computación y valores en tres años donde le tocaba asistir todos los días de 7:30 a 11:00 de la mañana. Ese lugar le permitió conocer personas de otros países, para poner en práctica el conocimiento adquirido. Pero Sara sentía una gran diferencia entre la metodología de Supérate y la de la escuela Fabio Castillo.

En primer lugar era por la cantidad de alumnos que tenían en Supérate y la escuela. En supérate era de 22 y en la escuela era de 45 estudiantes. En segundo lugar, el área de pronunciación de inglés, en la escuela era un poco deficiente, porque el profesor no podía evaluar a los 45 estudiantes en una hora clase, ni evaluar cómo era la escritura gramatical de todos los alumnos, ni escucharlos o ver cómo ellos se expresaban en inglés.

En cambio en Supérate la atención para todos era por igual debido a que eran menos y se centraban en cada uno de los alumnos. En tercer lugar en Supérate las conversaciones eran, en su mayoría, en inglés, a diferencia de la escuela que no ponían en práctica hablar inglés.

En el Centro Escolar Fabio Castillo, Sara solo recuerda la típica clase donde el profesor llegaba, ponía el tema en la pizarra, ponía oraciones y después decía que con unos pronombres o complementos hicieran oraciones y que él las iba a calificar. Esa era la dinámica o metodología que recibía Sara. Además el profesor solo se centraba en enseñar a los alumnos la gramática, pero no les ponía conversaciones o diálogos para que se practicarán como era el acento nativo del inglés.

El programa de estudio de inglés, según el Ministerios de Educación se desarrolla en tres horas-clase a la semana. El año lectivo, tiene 40 semanas. Esto hace un total de 120 horas-clase en las 40 semanas del año lectivo y un total de 600 horas-clase desde séptimo hasta el onceavo grado.

Para Sara no fue así, en la escuela ella sí tenía establecidas tres horas de inglés en su horario a la semana, pero estas no fueron llenadas por completo durante sus años lectivos. Eran tres horas a la semana, jueves una hora y viernes dos horas.

Cuando había actos cívicos Sara perdía la clase de inglés, además el profesor a veces llegaba tarde, incluso a veces se atrevía a llegar una hora tarde y llegaba hasta la segunda hora o a veces finaliza media hora antes. Además perdían clases porque daban alimentación a toda la escuela. Si sumamos todo el tiempo perdido sería como perder 24 horas en todo el año.

A diferencia de la escuela, en Supérate había un día a la semana que desde las 7:00 hasta las 11:00 Sara recibía clase de inglés y los demás días, de martes a viernes, eran dos horas de inglés. En Supérate adquirió una gran disciplina y la animaban a aprender más, porque hacían que todos los alumnos se expresaran en inglés.

Sara cree que si no hubiera obtenido esta beca en el programa Supérate ADOC, se hubiese graduado de la Escuela Fabio Castillo con un nivel básico en inglés, pero por el contrario hoy considera que tiene un 80 por ciento de conocimiento en el idioma inglés, gracias a el conocimiento adquirido en el programa. Para Sara el aprender inglés abre oportunidades en el área laboral y de estudios en el exterior.

Supérate hoy en día cuenta con 1,356 alumnos activos y 1,609 estudiantes graduados. Estudiantes que hasta hoy han sido y seguirán siendo beneficiados con este programa. el programa espera que los alumnos al finalizar los tres años de sus beca obtengan un nivel de inglés B1, que es el nivel donde el alumno es capaz de comprender los puntos principales de textos claros y en lengua estándar si tratan sobre cuestiones que le son conocidas, ya sea en situaciones de trabajo, de estudio o de ocio.

El factor curriculum

El cuarto factor que influye en el aprendizaje del inglés es el curriculum. Este se refiere, según datos de la investigación de Nelson Martínez, donde se plasman todos los lineamientos, alcances y enfoques que guían y orientan el proceso enseñanza-aprendizaje del idioma.

El currículo que se maneja es nacional, por tanto incide en todos los docentes y estudiantes de los centros educativos públicos. Un currículo bien diseñado, bien dimensionado, con el enfoque apropiado tiene posibilidades de incidir más y mejor en términos de aprendizaje del idioma inglés que uno que no tiene estas características.

Datos de la investigación ya mencionada dan a conocer el porcentaje de profesores que basan los procesos de enseñanza del inglés en el programa oficial del Ministerio de Educación. Se especifica que el 28 % se basa cien por ciento en el programa, 44% lo usa en un 75% y el 21% lo usa sólo un 50% o menos, y el seis por ciento no lo usa para nada.

En opinión de estos mismos docentes el programa oficial de inglés tiene las siguientes características: El 60% opina que no es una guía efectiva de aprendizaje. El 77% cree que no lleva a los estudiantes a dominar inglés. El 81% piensa que tiene un enfoque gramatical. El 88% opina que tiene deficiencias. Estos datos son bastante ilustrativos en cuanto que el 72% de los docentes basa la enseñanza del inglés mayormente en el programa oficial de inglés y al mismo tiempo opina en su mayoría que tiene deficiencias, que tiene un enfoque gramatical y que no lleva a los estudiantes a aprender inglés.

Por parte del Ministerio de Educación los especialistas en inglés Samuel Vasquez y Herbert Aparicio expresan que en cuanto a la enseñanza del inglés en la educación básica no existe un currículum. “De 1º a 6º no hay un currículum oficial así como lo hay en tercer ciclo y bachillerato, incluso tenemos programas de inglés, pero ya de 6º hacia abajo no hay inglés oficialmente”.

Además añaden que en algunas instituciones sí se imparte inglés en los grados de 1° a 6° pero porque las instituciones así lo han decidido. Como voceros del MINED Vásquez y Aparicio dicen haber presentado propuestas y que se elaboró programas de estudio de 1º a 6º, pero no se ha seguido el proceso. Al mismo tiempo aseguran que se realizó una prueba piloto en los años 2002 y 2003 con ciertas escuelas públicas, pero el proceso para incluir una asignatura en el sistema es largo y debe pasar por instancias como la Asamblea Legislativa.

“Es decisión del director de la institución contratar a alguien que de inglés o a veces alguien que sabe un poco de inglés se hace cargo de darles este idioma a los niños, pero eso por iniciativa propia porque no está regido oficialmente en el Ministerio de Educación”, explican.

El hecho de contar o no contar con un currículum afecta en un futuro el desempeño de los estudiantes. Este es el caso de José Ismael Cáceres Sánchez de 18 años de piel canela, estatura 1.55  y delgado. 

José cursa el tercer año de contador en el Complejo Educativo Ciudad Delgado. Cuenta que el inglés solo lo recibió dos años, primero y segundo año de bachillerato en el tercer año no le impartieron la materia de inglés. José recibió inglés en tercer ciclo pero solo unas cuantas clases. Ahora José busca trabajo en una feria de empleo del Instituto Nacional de la Juventud (JUVENTUR) y asegura  que no ha sido fácil poder encontrar trabajo porque fue a dos empresas y le preguntaron si sabía inglés, incluso las preguntas se las hicieron en inglés pero él solo pudo analizar lo que le dijeron, pero no pudo responder.

Según José el inglés ya es un requisito que debe de estar en el curriculum, ya que, actualmente las exigencias son elevadas y el saber inglés facilita las cosas. “Si se quiere mejorar se debe implementar el inglés desde primer grado no solo a tercer ciclo”, expresa el estudiante.

El factor contexto

El quinto y último factor para tener un buen desempeño en el conocimiento de inglés es el contexto. El contexto educativo lo constituye el ambiente físico y el entorno social en el cual el estudiante aprende inglés. Entre ellos está el hogar, la escuela, el salón de clase, el director y otros docentes. Se asume aquí que los entornos favorables inciden de forma positiva y los desfavorables interfieren en la intencionalidad de hacer aprender inglés a los alumnos.

Este es otro factor por el que los alumnos no aprenden inglés, que reúne a todos los casos anteriores y que es importante destacar. Debido a que el contexto educativo es también una variable que aporta poco. La escuela pública en general no proporciona el ambiente de aprendizaje más adecuado ya que carece de bibliotecas, de laboratorios multimedia, de tecnologías como Internet y computadoras y el apoyo de docentes, directores y la escuela en general no está siempre presente.

Iliana Verónica hubiese aprendido inglés si las condiciones educativas del Instituto Nacional General Francisco Morazán, donde estudió su bachillerato, hubiera sido la adecuada y si el profesor Oscar Sánchez, quien es ahora el director, hubiera tenido el apoyo de la institución para proporcionar libros, grabadora y audios que ayudaran a un mayor aprendizaje y no hacer actividades que no servían a los estudiantes.

Elías Tobar, hermano de Verónica, también estuviera aprendiendo inglés en el Centro Escolar Colonia los Alpes, si los alumnos tuvieran el apoyo de la institución y no permitieran que la maestra solo imparta sociales y no sociales e inglés en diferentes horarios. Ocasionando un nivel muy bajo e incluso un desconocimiento en este idioma sin que Elías tenga con que enfrentarse a los retos que vendrán en sus estudios o en un trabajo más adelante. 

Gloria Chávez por lo consiguiente no es especialista en inglés, pero ayuda a los alumnos a que aprendan y obtengan este conocimiento. Gloria comenta que aunque el maestro sea bueno, el ambiente a veces no favorece porque un factor importante es el tiempo, pero en la escuela las horas de clase no son suficientes para que los alumnos aprendan inglés. “En el Centro Escolar Cantón el Triunfo, solo son dos horas semanales que se reciben clases de inglés, al mes solo hacen ocho horas y a veces esas dos horas también se pierden por diversas actividades como actos cívicos, la entrega de alimentos, entre otros”, dice Gloria.

Sara lamentablemente tampoco contó con un contexto agradable en la Escuela Fabio Castillo. Una cantidad muy extensa de alumnos en el aula, no ayudaron a que ella pudiera a aprender y dominar el inglés en un nivel intermedio al graduarse, como lo establece el Ministerio de Educación. Tampoco ayudó que el maestro no contara con recursos para alimentar el conocimiento, al contrario no mostró interés por que los alumnos aprendieran a dominar el inglés.

José Cáceres hubiera encontrado un empleo con facilidad en la feria de Juventur, si el inglés que recibió durante el primer y segundo año de bachillerato en el Complejo Educativo Ciudad Delgado hubiera continuado hasta que finaliza su bachillerato en tercer año. Sin embargo la institución aprueba que este conocimiento sea acortado hasta el segundo año. José probablemente hubiera respondido a las preguntas que le hacían en las empresas si este conocimiento no hubiese sido acortado. El ambiente de Jose no fue satisfactorio debido a que no concluyó el aprendizaje en su centro de estudio.

Las razones por las que el aprendizaje en el idioma inglés es bastante deficiente en el área pública de El Salvador, han sido reflejadas en los casos anteriores. Según el licenciado Nelson Martínez, el hecho es que existe la necesidad de revalorar y reivindicar la importancia del dominio del idioma inglés y de elevar la calidad de los servicios educativos en las instituciones educativas públicas de El Salvador. El sistema nacional de educación plantea grandes retos en prácticamente todas sus áreas y hay que enfrentar esos retos con seriedad y responsabilidad. Se debe tomar acciones inmediatas e igualmente serias para superar y mejorar las limitantes existentes.

Para Nelson Martínez los cinco factores: el estudiante, el profesor, la metodología, el curriculum y el contexto en condiciones favorables pueden llevar a los estudiantes a desarrollar mejores niveles de aprendizaje, pero en circunstancias desfavorables como en todos los casos expuestos pueden interferir y afectar los resultados grandemente. Entonces, la clave está en determinar si estos factores operan a favor o en contra en las instituciones educativas públicas. A partir de ahí se puede explicar o al menos justificar el fracaso en alcanzar los niveles de competencia comunicativa en el inglés de los alumnos que terminan su bachillerato.

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