Estados Unidos ejerce una gran influencia en el mundo en muchos sentidos. Esta influencia la aplica mediante sus relaciones políticas y programas de cooperación, con los que asisten a los países pero que causan efectos sobre su gente y su sistema de gobierno. Ante ello vale preguntarse: ¿De qué medida es su influencia?
Por Mónica Flores, Moisés Fuentes y Paola López
El politólogo de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), Carlos Monterrosa, opina que Estados Unidos ha tenido la capacidad de influir en decisiones políticas de nación, debido a sus inversiones y patrocinios para promover diferentes áreas del país, tales como la seguridad, el comercio, las políticas de transparencia, entre otros ámbitos.»
De igual forma, EUA se vale de mecanismos de presión para influir en nuestros asuntos. Su Gobierno espera que nos comprometamos con sus causas a cambio de los beneficios que brindan sus programas de ayuda, aunque esto no sea estipulado de forma escrita.
La embajadora estadounidense, Jean Manes, evidencia en sus discursos la intervención de su país. Así lo hizo en la presentación del foro “Experiencias en el combate a la corrupción y la impunidad”, donde dijo: “Trabajamos bajo el plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, a través de nuestro apoyo para las reformas al sistema de justicia penal y para el fortalecimiento de la Corte de Cuentas, la Fiscalía, el Instituto de Acceso a la Información Pública y los medios de comunicación”.
Según la página web del Programa de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, este promueve la coordinación y articulación de acciones en un plazo de cinco años en Guatemala, Honduras y El Salvador, entre los años 2016-2020.
También busca generar el arraigo de la población con sus propios países, mediante un cambio estructural que brinde oportunidades económicas y transforme la calidad de vida de los ciudadanos, principalmente en los territorios de mayor pobreza, emigración y vulnerabilidad.
Luis Aguilar, otro sociólogo de la UCA, afirmó que la intervención de la embajada en nuestro Gobierno no ocurre de forma directa, ya que no es posible debido a la autonomía que posee cada pueblo.
“El último que tiene la decisión es la autoridad pública, no la tiene Estados Unidos. Si al final la autoridad pública no quiere hacer lo que Estados Unidos ha dicho, puede. Sin embargo, le implicaría ciertas consecuencias de carácter económico. En un futuro, probablemente él [EUA] no vaya a colaborar tanto”, agregó.
La Enciclopedia Jurídica del Derecho Internacional regula, o aspira a regular, las relaciones de los diversos Estados entre sí y con otros entes públicos internacionales, así como las relaciones de los ciudadanos de unos Estados con los de otros.
Esta noción comprende tanto el derecho internacional público como el internacional privado. De este derecho se deriva el principio de reciprocidad de las leyes, que establece: “Tú tratarás como seas tratado”.
Estados Unidos tiene la autoridad o la capacidad de entrometerse en asuntos del país, pero no permite que países como El Salvador intervengan en los suyos.
Por ejemplo, si nuestro país quisiera influenciar la política migratoria de los Estados Unidos, el Congreso no se lo permitiría, porque sostendría que está invadiendo la privacidad del Estado norteamericano, pero ellos sí pueden influir sobre otros países.
Asimismo, Monterrosa explicó que, al intervenir (económicamente) en asuntos de política nacional, Estados Unidos crea esquemas ideológicos que promueven la solución de los problemas del país donde se registran, pues estos pueden producir efectos secundarios en el territorio estadounidense.
Monterrosa concluyó que en la actualidad es poco probable que se dé una ruptura de dicha influencia por parte de nuestro Gobierno, como fue en Venezuela y otros países de Suramérica. Esto debido a que dicho evento solo sería posible en la medida en que se dé un gobierno que genere soluciones a problemas nacionales y evite la dependencia de financiamientos de otros países.
En fin, El Salvador seguirá teniendo la intervención de EUA hasta que logre administrar y solucionar sus asuntos de nación, sin ayuda alguna.