El malestar estudiantil estalló en las calles de Nicaragua esta semana. El lunes 16, el presidente del Instituto Nacional de Nicaragua (INSS), Roberto López, aprobó una ley que estipula una baja del 5% a las pensiones y el pago de los servicios de salud por parte de los jubilados.
Por Fátima Portillo
Los manifestantes son en su mayoría jóvenes. Los que se oponen y los que son convocados por el gobierno a defender el proyecto. En medio de la confrontación social, el miércoles fueron atacados estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCA), de Managua.
Los miembros de la Juventud Sandinista salen a manifestarse a favor de la nueva ley, tirando piedras, agua y botellas a todo aquel que esté en contra de la medida gubernamental. Pero a la vez, estos, junto a los líderes estudiantiles afines al gobierno, coaccionan a otros para que hagan lo mismo.
Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), declararon a Comunica que fueron obligados a ir a confrontar con los manifestantes opositores al gobierno, bajo la amenaza de que si no lo hacían les quitarían las becas, les cerrarían los cuartos de las residencias estudiantiles y dormirían en el piso.
Los estudiantes universitarios que muestran su malestar con el accionar del gobierno son reprimidos, los dejan incomunicados, sin alimentos o implementos de higiene personal, narraron estudiantes de la UNAN.
Los estudiantes también exigen autonomía, paz, que no sigan la corrupción, que se les aumente el presupuesto de educación, que actualmente es del 6%, y “ponerle un paro a la dictadura de Ortega”.
Oficialmente hasta el sábado se registraban 11 personas muertas en medio de las protestas, entre ellas un periodista, mientras el ejército salió a las calles para frenar las manifestaciones. El gobierno del presidente Daniel Ortega anunció al mismo tiempo que volverá a la mesa de diálogo con el sector privado para revisar las reformas al INSS.
Por su parte los estudiantes dijeron estar cansados de “los atropellos del gobierno, los jóvenes que llegaron con sueños de superarse y se truncaron ya que alguien más les arrebató la vida”. Ellos creen que “el error más grande que cometió el gobierno fue meterse con los estudiantes”.
