El trabajo del concejo en la alcaldía de Atiquizaya, departamento de Ahuachapán, se redujo a la fiscalización de fondos en el primer año de funcionamiento debido a que los partidos opositores no estaban de acuerdo con el plan de trabajo de la alcaldesa.
Por Michelle Arrazola y Paola Pérez
En la comuna de Atiquizaya, bajo la administración de ARENA, la toma de decisiones se obstaculiza por diferencias de criterios en los miembros del concejo municipal. La oposición no posee un poder real en todas las votaciones del concejo; existen inconvenientes en la convocatoria para las reuniones de concejales, las ideologías partidistas prevalecen en las decisiones sobre el desarrollo del municipio. Estos son algunos de los conflictos que expresaron los concejales.
La alcaldía municipal de Atiquizaya atravesó una serie de problemas desde marzo de 2015 debido a la implementación de los concejos plurales. Casi todas las decisiones del concejo se eligen por mayoría simple, salvo para la aprobación de préstamos en los que se necesita mayoría calificada.
Por su parte el único concejal de GANA, Luis Ortiz, explicó que el problema del funcionamiento de los concejos no está en la pluralidad, sino, en la transparencia con la que se toman decisiones para cumplir con la población. Manifestó que “hay muchas decisiones que son bloqueadas porque se piensa más en un color político (…) interesa más mantener el poder y no el bienestar de la gente.”
Son los concejales de la oposición los que se sienten excluidos al no ser convocados con antelación y denunciaron que el canal por el que se les informa de las reuniones no es constante. Además cuestionan que los concejales de ARENA se aprovechan del poder decisión con el que cuentan.
El concejal representante del FMLN, Rodolfo Sánchez, manifestó que el concejo plural se redujo a ser un ente fiscalizador: “A pesar de que haya un grupo que se sienta representado porque tienen concejales ahí, estos concejales no tienen poder de decisión. A la larga se sienten frustrados también porque ¿de qué sirve que haya una representación pero no tienen poder de decisión?”, cuestionó.
El concejo plural de la alcaldía está conformado por 14 concejales: cinco del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), uno del partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) y el resto son los elegidos por la alcaldesa Ana Luisa Rodríguez, representante del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Los representantes de GANA y FMLN apuntan a que el equilibrio, tanto en propuestas y apoyo a éstas, deberían ser parte de las reuniones de concejo. Asimismo, Ortiz mencionó que la idea de reuniones abiertas y comisiones por parte de la población para participar en ellas serían un buen inicio para que el concepto de “pluralidad” funcione en las municipalidades.
Elena Salomé Carmona, comerciante de Atiquizaya, expresó que sería una buena idea saber cómo funciona el interior de la alcaldía y el proceso de aprobación de propuestas para que la población participe de forma activa en el proceso democrático.
Ante la denuncia de los concejales por la forma en que se convoca a las reuniones, la síndico representante del partido ARENA, Jenifer de Mirasol, respondió que se tomó en cuenta la solicitud personal de cada funcionario. La funcionaria descartó las acusaciones ya se les notifica con dos días de antelación. “A ellos se les notifica vía personal, si así lo desean, o correo electrónico porque así lo han solicitado”, recalcó De Mirasol. En gestiones anteriores, cuando el concejo estaba compuesto solo por integrantes de ARENA, siempre se notificó vía personal.
De Mirasol aplaudió el apoyo y la madurez de parte del FMLN en la implementación de los proyectos propuestos por los representantes de ARENA.
Caso CAM-FODES
Un punto de discordia entre los concejales es el pago al Cuerpo de Agentes Municipales (CAM) y a otros empleados de la comuna debido a que los fondos de donde se obtienen los salarios no están destinados para ese rubro.
“Hemos tenido diferencias en el manejo del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios de El Salvador (FODES), del presupuesto que ya venía aprobado por el partido que está con mayoría simple. Se está pagando al CAM con fondos que no corresponden”, explicó Sánchez.
Por su parte, el concejal de GANA explicó que la mayoría del FODES está destinado a obras en la municipalidad y el resto se divide para funcionamiento de la alcaldía, esto incluye salarios. Ortiz hizo énfasis en que los pagos que exceden el porcentaje designado pueden ser penados por el Artículo 332 del Código Penal, bajo la figura de malversación, es decir utilizar el fondo que ya está estipulado y destinarlo para otro fin.
“Está cayendo en el otro delito que se llama actos arbitrarios, porque no está actuando dentro de lo que la ley dice. El CAM y el Departamento de Promoción Social, se paga del 75% de lo que viene para hacer proyectos (del FODES)”, denunció Ortiz.
La funcionaria de ARENA admitió que la Corte de Cuentas de la República (CCR) ya hizo observaciones administrativas por este caso y que los concejales de su partido, en conjunto con el FMLN, están a la espera de encontrar una opción viable para solventar el problema y reubicar a los 30 empleados.
El problema económico se debió a que el pago del cuerpo de agentes se planteó desde un proyecto de prevención de la violencia, de esta manera poder utilizar el dinero del FODES. Sin embargo, la CCR dictaminó que la idea estaba mal planteada, por tanto debían pagar una multa.
Pese a los desacuerdos experimentados en este primer año, los concejales catalogan como positiva la intención de democratizar y hacer más transparentes los procesos en la alcaldía. “Nosotros como partido ARENA somos mayoría, podemos tomar cualquier tipo de decisiones, excepto los préstamos que sí se toma por mayoría calificada (…) sin embargo, en este año es de reconocer que hemos tenido una mayor madurez”, aclaró la síndico con respecto a la superación de diferencias a lo largo del primer año de funcionamiento de los concejos plurales.
Jennifer de Mirasol, quien no estaba de acuerdo con un gobierno plural, expuso que fue difícil la convivencia durante los primeros seis meses. “Sentía yo que culturalmente no estábamos preparados para eso (…) para hacer un cambio teníamos que tener un proceso de preparación. Todos los políticos debíamos estar preparados, debíamos ser maduros para decidir y gobernar”, recalcó la síndico.
