La relación entre el deporte y la estética data de la antigua Grecia y ha guardado relevancia hasta la actualidad. El cuerpo del deportista tiene un amplio poder para generar emociones en los espectadores.
Por Gabriel Martínez y Ariel López
La relación entre la estética y el deporte tiene su origen en la civilización griega, precisamente en las esculturas basadas en el cuerpo masculino, pero su importancia se mantiene hasta nuestros días. Aunque en la actualidad, la cultura occidental ha destacado el cuerpo del deportista como un elemento comercial.
El ex jugador de bádminton Miguel Ramos explica, a partir de su experiencia deportiva, que “la estética [deportiva] está más que todo en los golpes. La estética va con hacer un buen golpe, porque a veces, cuando vos hacés cortos, la estética del golpe te ayuda a hacerlo mejor”. También mencionó que la pose juega un papel importante sobre el tipo de golpe que se da con la raqueta.
El catedrático de Semiótica de la Cultura de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), Ricardo Roque, especificó que el uso la palabra “estética” tuvo sus inicios a principios del siglo XVIII. Su objetivo es “reconciliar lo racional del pensamiento con lo emotivo” y funciona como “punto de equilibrio que se da entrever entre la facultad de pensamiento racional y otras facultades humanas”.
En el bádminton (y en todos los deportes), el movimiento del cuerpo tiene un significado particular. El catedrático de Historia del Arte de la UCA, Manuel Cubías, S.J., afirma: “Una característica de todo cuerpo de deportista es su juventud. Es más fácil que un joven muestre sus habilidades que alguien ya mayor”. También mencionó que hay una influencia de los griegos en la acción del cuerpo, el cual podía usarse para cosas buenas como malas.
En la natación, el cuerpo se manifiesta de manera particular. En palabras de la ex nadadora de Blue Fish de la Federación Salvadoreña de Natación Vilma Tenorio, la natación es “el deporte más bello. Tiene cuatro estilos para volar en el agua”. Mencionó también que en este deporte existen reglas, pero que cada deportista tiene su forma única de practicarlo.
La relación entre deporte y estética está marcada por otra relación aun más acentuada: el deporte y la televisión. De acuerdo al libro Estudios sobre arte y comunicación social, de José Luis Crespo, esa relación abarca una “interdependencia que va más allá de la rentabilidad económica”, debido a que la práctica deportiva mediada por la televisión es una “función o diversión pública celebrada en un teatro, en un circo o en cualquier otro edificio o lugar en que se congrega la gente para presenciarla”.
Además, el cuerpo en el deporte se ha ligado fuertemente al consumo. De acuerdo al Instituto Johan Cruyff de Barcelona, “los deportistas han sido desde siempre una de las vías más directas para llegar al consumidor”. En esta situación, los personajes distinguidos en el deporte prestan su imagen para promocionar un producto, ya que su desempeño, así como su físico, facilita la confianza del espectador.
A final de cuentas, la estética ha tenido mucha influencia en el deporte a lo largo del tiempo. Esto genera una transmisión de emociones a las personas que disfrutan de ver un encuentro deportivo, hasta el punto de lograr el éxtasis en en el espectáculo.