Por Laura Flores

La historia reciente divide a los salvadoreños en dos grupos: quienes vivieron la guerra y quienes nacieron después de la guerra. Dadas las circunstancias que corresponde vivir a cada uno, así es la forma de ver el mundo y de expresarlo. Esto es precisamente lo que ocurre con el arte, pues como expreso Samuel Vásquez, mejor conocido como Snif en la escena musical,  “cada expresión artística es distinta porque cada artista tiene una obra y cada obra, aunque nos neguemos a aceptarlo a veces, nos representa a nosotros, representa nuestras realidades. La realidad inmediata de algunos fue vivir la guerra”.

Sobre este tema trató el conversatorio denominado “¿Qué le paso al arte después de la guerra?”, que se realizó en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas como parte del Foro Centroamericano de Periodismo. En el que hubo cinco artistas que representaban dos generaciones claras: Snif, por un lado, un joven de 24 años cuyo arte es el Rap, música urbana; y por otro, Otoniel Guevara, un poeta reconocido; Didine Angel, una artista corporal; Mayra Barraza y Beatriz Alcaine. Estos últimos cuatro artistas  se autodenominan “generación traslape”, por haber transitado entre el antes, durante y después de la guerra.

Este dialogo de dos generaciones fue la concreción de un fenómeno que le ocurre al arte, y es que los nacidos durante la denomina posguerra, difieren y tienen un legado totalmente distinto a la manera de la “generación traslape”. Pues ellos vienen de momentos duros, como expreso Otoniel Guevara, “de los momentos más duros que le ha correspondido vivir al arte”. Pues muchos artistas fueron asesinados y silenciados. Sin embargo, Snif asegura que los jóvenes están viviendo también una guerra: la de las pandillas. Pero que están “gozando de la música que se les permite hacer”. Y que quizá en otro momento no fue posible.

“El arte evito que yo fuera un pandillero o que yo fuera un muerto”, dice Snif. “El arte no debe ser exclusivo, debe llegar a la gente”, asegura también. “El Hip Hop es una de las expresiones más fuertes de la posguerra en cuanto al arte porque hace un corte transversal y pone el arte a disposición de todos”. En estas tres frases se resume la manera y las razones de ser del arte después de la guerra, pues nos habla de uno de los temas que son herencia de la guerra: las pandillas.

El arte de pos guerra exige además lo que la generación “traslape” dejo de hacer por cobardía, como asegura Otoniel Guevara: llevar el arte a la calle.  Todo lo contrario a Snif quien afirma: “me pueden ver aquí, o abriendo un concierto de una buena banda, pero mañana puedo estar tocando en el bus” .

“25 años más tarde tenemos  la Secretaria de Cultura del  partido FMLN, de la presidencia, y ahora tenemos la de San Salvador”, dice Beatriz Alcaine. Sin embargo, asegura Otoniel Guevara, “las instituciones no sirven, si no sirve la esencia de lo que estamos haciendo”. De modo que, quienes vivieron la guerra saben que lo que están viviendo es un privilegio, pues el arte está ganando prestigio, pero también aceptan tener una deuda con lo que están transmitiendo a través de esos nuevos recursos que se les ofrecen.

Snif, tiene una visión distinta: “ser independiente de instituciones”. De lo cual podría decirse que se debe a  una lección aprendida, pues como el mismo  Otoniel Guevara asegura: “quienes hacíamos arte durante la guerra, nos embaucamos metiéndonos en la cuestión política partidaria. Eso nos arruinó. Esos fundamentalismos lo que hicieron con los artistas fue lo mismo que hicieron con las organizaciones popular: eliminarlas”.

Para los artistas que nacieron durante la posguerra queda un reto enorme, totalmente distinto de lo que vivieron los artistas de la guerra: utilizar, de manera oportuna, los espacios que se están abriendo. Que su arte, no sea del Estado, sino de la gente.  El arte debe asumir las luchas que le corresponden. Debe, como Snif asegura: “hablar de las comunidades,  cambiar la forma en la que nos ven a los jóvenes por venir de Mariona, Soyapango o la Zacamil; dignificar la vida de la gente trabajadora y sobre todo, la denuncia contra el sistema, contra la corrupción y la represión”. Porque ese es el contexto en el que le ha correspondido nacer.

“Yo no  estoy  en la casa de un rico para saber cómo ellos viven la posguerra, pero si estoy en el barrio y sé que la guerra nos ha dejado cosas que afectan al pobre, y no sé en qué medida afectan al rico”, concluye Snif.

Conversatorio “Que le paso al arte después de la guerra”. Foto por: Damián Laínez.
Conversatorio “Que le paso al arte después de la guerra”. Foto por: Damián Laínez.

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