Por Gabriel Martínez y Ariel López
El deporte en El Salvador se ha caracterizado por remitir al fútbol en primera instancia. Al llamado “deporte rey” se le ha dado una significativa importancia sobre el resto de disciplinas deportivas. A pesar que, en la historia reciente, el país no ha tenido mayor trascendencia en el mapa futbolístico, el gusto por este deporte ha mantenido una hegemonía, al grado de poner otras áreas como “alternativas” ante el fútbol.
Según datos de la revista “Realidad y Reflexión”, en el capítulo titulado “Fútbol, Estado e Identidad Nacional en El Salvador”, el fútbol se comenzó a jugar en el país a finales del siglo XIX, pero la afición por este deporte tuvo sus inicios a principios de los años veinte. Entre 1922 y 1943 se crearon aproximadamente 430 clubes de fútbol. Esta cifra demuestra el impacto que causó la llegada del balompié al diario vivir de nuestro país.
Pero, desde el año 1841 ya habían otras disciplinas en el país, tales como: ciclismo, carreras de caballos, esgrima, tiro al blanco, regatas, natación, béisbol, atletismo, tenis, billar, automovilismo, motociclismo, baloncesto, gimnasia y boxeo, de acuerdo a datos de EF Deportes. También señala el portal que “las regiones central y occidental fueron las que concentraron la génesis de la actividad deportiva en este período, principalmente las ciudades de San Salvador y Santa Ana”.
El profesor de educación física Wilmer Melara considera que: “Vivimos en un continente plagado de fútbol. Estamos en un país en donde el deporte está plagado de publicidad”. También explica que hay una influencia grande de los medios de comunicación en cuanto al del fútbol en la sociedad, “hoy en día el fútbol se ha convertido más en marketing que una competición”.
Aunque en la época más reciente, dentro del siglo XXI, se vino la reintegración del baloncesto con una Liga Mayor de la especialidad, la cual busca “popularizar el deporte a nivel nacional y sentar las bases para la profesionalización del deporte”, de acuerdo a El Palco. Igualmente, el rugby se ha adentrado en la diversidad de deportes desde el año 2009, según indica El Gráfico.
Sin embargo, el analista deportivo Hernán Carrasco sostiene que los gustos ya están establecidos por la misma audiencia, la cual no sube ni baja por la cobertura mediática de otros deportes. Las preferencias de la gente están determinadas desde un principio. Por lo tanto, por más que se proyecte uno u otro deporte, será el fútbol lo que la gente demandará más y más. “Inclusive, uno desde pequeño tiene la facilidad de jugar al fútbol: solo cuatro piedras (dos arcos) y una pelota, que hasta puede ser improvisada y a jugar”, menciona Carrasco.
Sostiene también que son los medios los que se dan cuenta que el fútbol vende, que es parte importante de la vida del ser humano y se aprovecha de eso para obtener ingresos. Por eso, en España los medios de comunicación tienen en boga al fútbol, porque es lo que más se vende y con el hecho de tener a grandes referentes como Messi y Cristiano Ronaldo se genera muchas ganancias.
Pero, existen alternativas para inculcar gustos diversos en el deporte. El profesor Melara propone que deberían haber más escuelas de las distintas disciplinas y las que ya existen, merecen apoyo de la empresa privada o del mismo Gobierno. Pero, en los centros educativos, existe un programa que incentiva desde la niñez a fomentar el gusto variado de la práctica deportiva.
Cada rama del deporte tiene mucho que ofrecer, sobre todo cosas buenas, aparte de inculcar valores. Sin embargo, no hay que encasillarse en una sola rama deportiva, ya que en el país existen diferentes disciplinas que necesitan apoyo para poder crecer. El fútbol es un deporte popular, pero no es el único. Existen más y seguramente hay atletas con potencial para destacar que no han sido descubiertos, pero hay que explotar ese talento para trascender y, tal vez, poner al país en el mapa del deporte.