Desde 1983 la Asamblea Constituyente de la República de El Salvador emitió el Decreto Legislativo número 205, por el cual cada 10 de mayo se celebra el Día de la Madre. En la gran mayoría de hogares salvadoreños, este día se celebra felicitando a la madre desde muy temprano, con flores, un almuerzos, actos artísticos, rifas y otras muestras de cariño como tributo especial de reconocimiento y admiración.
Texto y fotos de Diana García
En el puesto número 978 del Mercado San Miguelito de San Salvador se encuentra Orbelina Martínez Garay, una mujer de 79 años que ha dedicado más de 50 años a vender en este mercado. “Mi primer venta fue comida cacera”, dice Orbelina.
Inicialmente Orbelina vendía comida ambulante en los alrededores del San Miguelito, hubo personas que le pedían fiado y después de meses la deuda se les acumulaba tanto que ya no podían pagar. En una ocasión, una de las deudoras le ofreció dos puestos dentro del mercado en pago por la comida, a cambio Orbelina debía pagar la mora del impuesto municipal que la entonces dueña tenía con la administración del mercado. Sin dudarlo, Orbelina aceptó el trato.
Orbelina Martínez, originaria de La Libertad, dio el primer paso para crear un pequeño imperio de locales dentro del Mercado San Miguelito. Su fuerte era la comida, sin embargo ocasionalmente, Orbelina vendía arreglos florales para fechas especiales. Así descubrió la importancia del comercio de las flores naturales y artificiales y decidió especializarse en este rubro. “Las flores traen alegría y por eso se venden más”, menciona.
Orbelina cuenta con más de 10 colaboradores entre hombres y mujeres. Algunos tienen más de 20 años de trabajar con Orbelina. “Ella es como una madre para nosotros”, dice Reyna, una colaboradora de Variedades Orbelina. “Esta se ha vuelto mi familia”, agrega esta madre bonachona entre lágrimas de alegría.
Este 10 de mayo, no pasó desapercibida, hijos, colaboradores y amigos decidieron rendir homenaje a la que se ha vuelto su ejemplo de superación y madre adoptiva.
Orbelina tuvo cuatro hijos. La mayor emigró del país con esperanzas de una mejor vida, el segundo hijo falleció ya hace años, el tercero aprendió el oficio y se dedica a trabajar con flores naturales en otro puesto independiente en el mismo mercado y el menor se ha vuelto su socio, amigo y administrador de los siete puestos que Orbelina posee en el mercado.
Vicente, un mariachi de profesión, quiso dar momentos de alegría a Orbelina en el Día de la Madre. Brindó un repertorio de canciones en honor a las madres con sus compañeros mariachis. “A madres como Orbelina que han sufrido la pérdida de un hijo es importante homenajearlas con algo alegre y hacerlas sentir que son especiales. Perder a un hijo es lo más duro que una madre pueda sufrir”, concluye Vicente.