
El brasileño apenas tocó la pelota una tan sola vez, después se quedó en una tertulia algo innecesaria, porque mucha gente ya conocía bastante de la historia futbolística de este personaje como para volver a oirla. Luego se despidió y se retiró del escenario…
Por Gabriel Martínez
Los días 6, 7 y 8 de agosto pasarán a la historia con la visita de Ronaldo de Assis Moreira, mejor conocido como Ronaldinho. Una visita que para muchos aficionados del fútbol sería de ensueño, pero terminó convirtiéndose en una estafa de gran proporción para el público que solo fue testigo de cómo se le “timaba” en una decadente exhibición pública del astro brasileño.
La empresa “Promueve”, encargada de organizar la estadía de Dinho en el país, hizo que esta “visita” fuera una broma de mal gusto para las personas que invirtieron su dinero en un supuesto show de fútbol y en un campamento para niños. Sin mencionar que la aclamada estrella ni siquiera cumplía con los horarios que se habían pactado.
El día 6 de agosto empezó una película que prometía mucho por el nombre del protagonista y al final solo terminó con una decepción. Primeramente, Ronaldinho llegó más de una hora tarde a la cita; segundo, estuvo acompañado con una estricta seguridad y nadie podía acercársele; tercero, y lo más lamentable, que solamente estuvo ante el público unos cuantos minutos y luego se fue en su transporte privado.
El día siguiente que se llevó a cabo el “show de fútbol con Ronaldinho”, en el Palacio de los Deportes, uno podía imaginarse un lleno total por ser una estrella. Sin embargo, la convocatoria estuvo para llorar, dados los precios elevados para el evento ($20, $35 y $65). Pero lo peor estaba por venir.
Según la agenda de Dinho, el inicio estaba pactado a las 7:00 pm, pero no apareció. Eran las siete de la noche y aún había muchísimo espacio vacío en la localidad de VIP (la más cara) y solamente se escuchaba una epiléptica música electrónica al aire para “hacer tiempo”. Finalmente el astro apareció a las 9:00 pm.

A eso hay que agregar que la gente que llegó al general finalmente tuvo acceso también al VIP para llenar el espacio. En cuanto al show, era mucho más sencillo ver en Youtube un vídeo de él jugueteando con el balón que verlo en directo.
El brasileño apenas tocó la pelota una tan sola vez, después se quedó en una tertulia algo innecesaria, porque mucha gente ya conocía bastante de la historia futbolística de este personaje como para volver a oirla. Luego se despidió y se retiró del escenario, y a la salida resonó fuerte la indignación muy bien justificada de la gente, ya que se esperaba mucho más de una estrella.
Mientras tanto, en las redes sociales no se hizo esperar la reacción ante la pésima planificación de Promueve y la falta de respeto de Dinho por la gente que lo esperaba con los brazos abiertos y recibir una apuñalada en el bolsillo con el show, el campamento del 8 de agosto y la cena en el hotel Barceló de $325.
Ronaldinho es una estrella, no se puede negar, pero le faltó la humildad que lo caracteriza para compartir más con la gente que lo admiró desde que lo vieron por primera vez. Igualmente, la empresa Promueve no debería volver a ofrecerse para un evento de esta índole por el amor de Dios!.. Porque si van a estar robándole al público, mejor que se vayan a ese órgano del Estado donde hay 84 políticos que conocen muy bien esa dinámica.