El mercado y la industria tecnológica y digital avanzan. Cada vez son más las instituciones y empresas que utilizan estas herramientas para llegar a sus clientes y usuarios. El Salvador no es la excepción, el rubro y los profesionales aumentan. Hoy en día, el desarrollo y tecnología salvadoreña se encuentra dentro y fuera de nuestras fronteras.
Claudia Olmedo es diseñadora gráfica y emprendedora en el área de tecnología digital. Es fundadora y directora de El Monstruo Interactive Media, primera empresa en el país que utiliza contenido interactivo como herramienta de marketing y producción de eventos. Además Olmedo participa en diversas actividades enfocadas a motivar a más mujeres a sobresalir en el desarrollo de la tecnología.
El Monstruo se dedica a crear experiencias de usuario innovadoras y dinámicas que involucran el desarrollo de software y hardware esto le permite al cliente interactuar con la máquina. Uno de sus últimos proyectos fue la adaptación de una escalera que producía sonidos beatbox al contacto con las personas. El proyecto, tuvo un promedio de 15 mil interacciones, fue realizado para Totto El Salvador en conjunto con otras actividades de campaña.
Antes del 2012 en El Salvador no existía una empresa que se dedicara a realizar tecnología interactiva o una experiencia similar a la que ofrece Monstruo. ¿De dónde surge tu interés de trabajar en el desarrollo tecnológico?
Desde que era niña siempre tuve dos grandes pasiones: las artes y la tecnología, ambas he tratado de cultivarlas paralelamente. Estudié diseño gráfico, era mi mejor opción en el momento, pero cuando terminé la carrera sentí que me faltaba algo. Entonces empecé a expresarme a través de la tecnología. Lo que más me gustaba era unir ambas, la parte artística con la digital.
Siempre me sentí atraída por la interacción del ser humano y las máquinas, cómo esto cambia y modela las formas de vida y hasta relaciones sociales. Todo esto me llevó a aplicar a una beca de Diseño y Dirección de Nuevos Proyectos Expositivos, nuevas formas de hacer exposiciones. Yo me quería dedicar al arte digital y a buscar formas interactivas de presentarlo.
Al terminar la maestría sabía hacer contenido digital, pero necesitaba conocer más de los lenguajes de programación. Eso me llevó a estudiar tecnología interactiva y cine digital, entonces ya sabía buscar y crear nuevos espacios interactivos para usuarios, en el ámbito publicitario, artístico o de comunicación institucional.
Después de cinco años estudiando en Barcelona, conocí a mi socio y en el 2012 que regresé al país empezamos a trabajar en El Monstruo, una empresa atípica donde podía mezclar mis dos pasiones.
Con su trayectoria en tecnología y cuatro años de experiencia en la dirección de su propia empresa, qué dificultades percibes en la industria?
En El Salvador hay un enorme potencial, el problema que yo veo es calidad, creo que es porque se tiene poco capital para invertir, y por lo mismo poca experiencia. En los últimos años ha mejorado. Al ver los proyectos con los que iniciamos a la fecha veo que hemos evolucionado, crecido como empresa, de la misma forma que el mercado y las exigencias han ido cambiando.
Tenemos mercado interno y externo, pero debemos ponernos a trabajar. Creer que por ser emprendedor y tener una idea nueva vamos a tener garantizado el éxito a la primera es bastante ingenuo. Es más un proceso de prueba y error que nos puede dejar grandes resultados.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) solo el 25 % de las mujeres se desarrollan profesionalmente en tecnología, ¿cómo diría que es la situación en El Salvador?
Personalmente no he tenido ninguna desventaja por ser mujer, no porque no exista, sino porque mi carácter influye. Soy la única mujer en una empresa de hombres y no porque quiera, simplemente las cosas se han dado así. Creo que se puede gestionar y formar buen equipo.
Formé parte del panel de inauguración de “The geek girls El Salvador”, a ellas las conocí en el mismo mundo de tecnología. Intento involucrarme y apoyar todas las causas que tengan que ver con el empoderamiento de la mujer en la tecnología.
En relación a eso, participo activamente en la Cámara Salvadoreña de Tecnología de la Información y Comunicación, también en Voces Vitales. Me gusta dar charlas y crear contenido que motiven a las mujeres a involucrarse más y ser más activas con el tema de la tecnología. Desde Monstruo intentamos apoyar el desarrollo de la carrera profesional de mujeres, por eso patrocinamos la exposición de la artista Frida Larios y desarrollamos toda su exposición.
También con la comunidad “The geek girls El Salvador” nos proyectamos realizar la semana de “Girls and TIC´S”, aún no tenemos una fecha establecida, pero esperamos que se lleve a cabo a inicios de mayo.
La Tecnología ha cambiado la forma de hacer negocios y de emprender en estos tiempos. ¿Cuáles son sus proyectos futuros?
Es la visión de un equipo de trabajo. Monstruo funciona como un laboratorio donde nosotros desarrollamos tecnología luego identificamos una necesidad en el mercado y al final la comercializamos. En ese camino trabajamos proyectos publicitarios experienciales, además producimos eventos interactivos para abonar la comunicación estratégica en las empresas y brindamos soluciones interactivas para diferentes acontecimientos. También tenemos algunos proyectos de art electrónica, desarrollamos objetos electrónicos interactivos, máquinas inteligentes que responden a diferentes estímulos del ambiente y el ser humano.
Hay otros dos nuevos proyectos que ahorita estamos germinando. Uno es una combinación de “Internet of things” y “Big Data”, esto pues está orientado a la producción empresarial, soluciones innovadoras en mecanismo de producción. También queremos trabajar en diseño arquitectónico y urbanismo. Son muchas cosas las que queremos trabajar, pero los proyectos se irán sumando uno a uno.
Al final lo importante es desarrollar diferentes cosas que nos gusten a todos en el equipo y posicionar en el mercado nuestro sello. Como emprendedora,n te a
seguro que el camino no es fácil, pero vale la pena. Ahora me encantan los números, las finanzas y hacer las proyecciones de nuestros proyectos.
