Defensores de los derechos de las personas transgénero exigenn a los diputados de la Asamblea Legislativa la aprobación de una ley que garantice el reconocimiento de su identidad.
Por Héctor Guerrero
La comunidad transgénero de El Salvador exige a los diputados de la Asamblea Legislativa la creación de una ley que permita el cambio de nombre y género en los documentos de identidad para las personas trans.
La directora ejecutiva de la asociación “Comunicando y Capacitando a Mujeres Trans en El Salvador (Comcavistrans), Karla Avelar, sostuvo que al pedir la Ley de Identidad solo se trata justamente de eso, reconocer la identidad que por voluntad propia asumen las personas y nada tiene que ver con el matrimonio igualitario u otros temas.
“Se está vendiendo al Estado y a la ciudadanía la idea de que estamos pidiendo una ley de identidad de género para solicitar el matrimonio y la adopción, pero eso es totalmente erróneo”, aseguró Avelar.
“Nosotros estamos solicitando el cambio legal de nuestro nombre, el cambio de nuestra identidad, el reconocimiento y el respeto hacia nuestra identidad”: karla Avelar.
Con la Ley de Identidad se espera garantizar los derechos sociales, económicos y culturales de las personas transgénero, donde se podría incluir el matrimonio igualitario y la adopción, “pero en este momento no son nuestra prioridad. Tenemos luchas más significativas en este momento”, dijo Avelar.
Daniela es una persona trans y lamenta que los diputados no avancen en las discusiones sobre la ley. “Es que el Estado salvadoreño es un Estado laico y los diputados no lo quieren entender… Ahí van luego haciéndole caso a la biblia, pero no le hacen caso a la Constitución”, señaló.
Avelar explicó que pese a la ayuda de Naciones Unidas y de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) para acercarse a los políticos y hablar con ellos sobre la propuesta de ley, aún no se logra concretar.
Actualmente, Karla Avelar está nominada al premio de la Fundación Martin Ennals (en Inglaterra), que se entrega a activistas por la defensa de los derechos humanos. Esto la colocó en el ojo del huracán, pues dos días después de su nominación fue extorsionada por supuestos pandilleros, quienes le exigían la mitad del premio. El caso ya fue denunciado.
