Las iglesias históricas presentes en El Salvador se reunieron recientemente para reflexionar sobre el fenómeno de la migración y el reto de luchar por alcanzar la paz mundial.
Por Mario Menjivar
Convocados por el llamado del Papa Juan Pablo II desde 1986 a realizar una Oración por la Paz, las iglesias históricas se reunieron recientemente para orar y reflexionar sobre los problemas que agobian a la sociedad actual.
Las iglesias Calvinista, Episcopal y Luterana reflexionaron sobre el papel de la Iglesia ante el fenómeno de la migración, en el foro “Religiones y culturas en dialogo: La migración y el futuro de Latinoamérica”, al cual asistieron también estudiantes de varias universidades del país.
El representante de la Iglesia Episcopal de Estados Unidos, Oswaldo López, recordó que la migración es un hecho legal y humano, y apuntó que: “Naciones Unidas a través de su organismo de migración hablaba en 2015 de al rededor de 204 millones de personas migrantes en el mundo y las predicciones para el 2050 estiman que habrá unos 400 millones de migrantes”.
López recordó que las causas de la migración en el mundo son los factores políticos, culturales, socioeconómicos, familiares, bélicos y desastres naturales. Y estos factores tienen efectos no solo en la sociedad de las que migran, sino también en los países destino.
El religioso consideró que migrar es un derecho humano, pero que las personas deberían migrar por otras razones, como ir a estudiar a otro país o por reunificación familiar. De lo contrario la migración no debería existir.
El fenómeno de la migración trascendió en 2018 en Centroamérica a las salidas masivas a través de caravanas, en las cuales migraron miles de hondureños y salvadoreños que todavía van en ruta hacia Estados Unidos.
La Iglesia debe abrir sus puertas a los migrantes y acogerlos
Por su parte el reverendo Santiago Flores de la Iglesia Calvinista manifestó que “la Iglesia está llamada a buscar la vida digna de las personas.” Agregó que “la Iglesia debe abrir las puertas para atender a los migrantes, a los extranjeros”.
Afirmó además que “el rumbo que tome la humanidad pasa por la participación de todos.“No tendremos paz mientras haya un hermano de diferentes pueblos buscando una vida mejor”.
Flores advirtió que «los jóvenes de cualquier país de Latinoamérica deben estar bien informados, debemos informarlos. La migración se ha vendido como un estilo de vida o alternativa de vida llamado «El sueño americano». Los medios así lo plantean y yo creó que el sueño de los jóvenes debe estar en su propio país, que si tienen que salir de su país que sea en condiciones apropiadas o para estudiar. Los jóvenes deben ver un mundo distinto y no como primer objetivo migrar por cuestiones económicas».
La representante de la Iglesia Luterana, Irma Rodríguez, manifestó que el Génesis narra que “Dios hizo la creación, pero el ser humano hizo las fronteras… Entonces decimos que si Dios creo la tierra, el universo, la creación, entonces nadie es ilegal”.
Para enfrentar el problema de la migración Rodríguez sugirió no tomar acciones como países individuales sino como Latinoamérica, como una sola región.
Además, recordó la falta de responsabilidad de los países poderosos y ricos que son destino de los migrantes, quienes realizaron en el pasado “el saqueo de los recursos de América Latina”, y algunos que todavía lo siguen haciendo a través de sus grandes empresas transnacionales”.