Jóvenes de la Universidad de Costa Rica (UCR) visitaron El Salvador en el contexto de la Semana del Comunicador UCA. En el evento compartieron con jóvenes de esta universidad; experiencia que les ha propiciado una imagen distinta de El Salvador.
Por Laura Flores y Doris Rosales
La Semana del Comunicador UCA se convirtió en un espacio de intercambio de experiencias entre jóvenes costarricenses y salvadoreños. Alrededor de cinco días intensos les permitieron descubrir el entorno universitario y las realidades de nuestro país. El jueves 4 de mayo se generó un espacio para el diálogo espontáneo entre los estudiantes de ambos países, donde los jóvenes hablaron sobre las similitudes, diferencias y dificultades que viven en sus entornos.
María Laura Molina, estudiante de la UCR, afirma que “si bien cada país centroamericano tiene su historia, tenemos un lazo que nos une y he podido descubrirlo en este viaje por la facilidad que hemos tenido para convivir”.
Es importante mencionar que pese a la imagen negativa -que se dice- proyecta el Salvador hacia el exterior, estos jóvenes decidieron comprobar el potencial del país. “No quise hacerme una imagen de El Salvador sustentada en estigmas. Quería conocerlo yo misma”, expresa Molina. “Compartir con salvadoreños ha sido una experiencia muy bonita porque uno entiende desde la perspectiva de un estudiante lo que sucede en su país. Me ha permitido entender de primera mano y no a través de una noticia parcializada”, comenta Lucía Sánchez, otra estudiante de la UCR.
Asimismo, hablaron de su visión frente a las problemáticas que vivimos los salvadoreños: “la experiencia para mí ha sido bastante interesante porque este es un contexto que nosotros en nuestro país no conocemos. Por ejemplo, tener miedo a caminar en la calle de noche porque les pueden hacer algo. Eso en nuestro país no pasa. Me ha parecido interesante ver esos contrastes que existen en países cercanos”, comenta Sánchez.
Sin embargo, resaltaron la actitud de los salvadoreños de cara a sus dificultades. “Describo a los salvadoreños como muy alegres y con mucha pasión. Creo que han tenido mucha fuerza para afrontar todo, pues su historia es muy conmovedora.También admiro de ustedes la esperanza”, afirma Molina.
Este entorno de diálogo permitió visualizar la importancia de las sinergias entre países de la región centroamericana. Se compartió sobre temas cotidianos, pero también de las realidades complejas que cada uno enfrenta. Finalmente, ambos países a través de su juventud se abre a lazos de solidaridad e intercambio de conocimientos; esto con rumbo a construir sociedades más íntegras.
