SECULTURA busca mostrar y mantener vivas las tradiciones de los pueblos indígenas por medio de exposiciones fotográficas y conversatorios abiertos para todo público.
Por Estéfani Guzmán
En medio de una histórica batalla contra la invisibilización, las comunidades indígenas en El Salvador reclaman sus derechos y memoria. La masacre del 1932, un crimen de lesa humanidad que dejó alrededor de 30 mil indígenas fusilados, es la última etapa de la tragedia histórica de los pueblos originarios en en el país.
Felipe González, agregado de cooperación y cultura de la Embajada de México, señaló que es fundamental conocer, estudiar y atesorar la riqueza de la cultura indígena de El Salvador como parte del patrimonio intangible del país.
Gonzáles explica que se están haciendo esfuerzos para promover y difundir actividades como foros y conversatorios culturales que visibilicen el valor de los pueblos originarios, además de mantenerlos vivos para salvaguardar la identidad y transmitirla a futuras generaciones.
Se estima que en El Salvador, los pueblos indígenas conforman entre el 12 y 17 por ciento de la población. Se registran comunidades Náhuat– Pipil en los departamentos de Ahuachapán, Santa Ana, Sonsonate, La Libertad, San Salvador, La paz, y Chalatenango; pueblos Indígenas Lenca en los departamentos de Usulután, San Miguel, Morazán y La Unión; y el pueblo Indígena Kakawira en Cacaopera, departamento de Morazán.
Gustavo Pineda, Asesor jurídico del Departamento de Pueblos Indígenas de la Secretaría de Cultura de la Presidencia (SECULTURA), exhortó al Ministerio de Educación (MINED), a promover el relevo generacional en los planes de estudio, para incluir el tema indígena.
Según el funcionario la escuela es el espacio idóneo donde se puede difundir y enseñar esta cultura y su legado. También hizo énfasis en que la familia, la sociedad y las comunidades juegan un papel importante para reivindicar la memoria de los pueblos indígenas.
Según Pineda, estudios de ADN indican que el 90% de la población salvadoreña es de sangre indígena. La falta de conocimiento y reivindicación de la cultura ha provocado que solo el 10% de la población se reconozca como tal, practique las creencias y costumbres, adopten su estilo de vida y se consideren parte de esta cultura.
En 2014 La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) alentó a la promoción del uso y la supervivencia de las culturas, tradiciones e identidades, conocimientos e idiomas indígenas y permitir a los pueblos indígenas participar plenamente y en igualdad de condiciones en sus comunidades nacionales y en el ámbito internacional.
El mismo año, con 56 votos, la Asamblea Legislativa aprobó la ratificación de la reforma al artículo 63 de la Constitución estableciendo así el reconocimiento de los pueblos originarios en El Salvador.
Pese a estos dos hechos a nivel global y nacional, las comunidades resienten que los esfuerzos aún no rinden los frutos que anhelan. Reiteran que aún hay pensamientos que buscan invisibilzar la existencia de los pueblos originarios, siendo este el mayor obstáculo para lograr un avance pleno.