Una emergencia atendida 10 años después

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Uno de los sectores más afectados por los incendios es la zona comercial de Santa Rosa de Lima.

Desde hace más de 10 años los habitantes de Santa Rosa de Lima han gestionado una estación de bomberos, debido a la vulnerabilidad por tratarse de una ciudad comercial. Ese problema se ve reflejado en las pérdidas materiales que han sufrido sus habitantes. Pero este año el proyecto es casi un hecho aunque trae consigo una serie de implicaciones.

Con un un semblante serio y triste, todavía visiblemente afectado, Jaime Perla, hijo del propietario de Negocios Perla, en Santa Rosa de Lima, nos recibe a oun lado de donde yacen escombros del fatídico incendio del pasado 1 de julio del presente año. El incendio dejó siete negocios, cinco bodegas y la casa de habitación calcinados.

Una emergencia que conmocionó a todos los limeños por tratarse de un incendio de grandes proporciones en el negocio familiar de los Perla, que por más de 30 años se ha dedicado a comercializar muebles y productos para el hogar.

Con el tiempo, las hijas del propietario montaron dos clínicas odontológicas en la cuadra del Barrio La Esperanza, una de las calles más transitadas en Santa Rosa y lugar donde ocurrió el incendio. El resto de locales es dado en alquiler por el dueño de Negocios Perla para venta de celulares, comida y gas propano.

Cabe mencionar que el comercio de diversos productos significa la principal fuente de ingreso para muchos hogares limeños, así lo confirman los resultados del VII Censo Económico (2005), donde se estable que entre los 94 municipios ubicados al oriente del país, la mayoría de establecimientos se dedican al comercio en un 70.23 por ciento.

Pero más allá del negocio, los comerciantes viven en la zozobra de que se pueda dar un incendio, para el cual no están preparados. Puesto que, según datos del movimiento Santa Rosa Activa, el 90 por ciento de sus ciudadanos están siendo afectados por la falta de una estación de bomberos sectorial. Los habitantes de la ciudad mencionan que en los últimos cinco años los incendios han consumido negocios y casas en su totalidad. De acuerdo a las estadísticas de emergencias atendidas por las estaciones de La Unión, Morazán y San Miguel en los municipios de la zona norte de La Unión, de 2010 a 2015 se contabilizan un total de 160 casos.

-Conversemos por acá- dice Jaime, mientras acomoda las sillas de un comedor. El lugar es un pasillo donde las paredes y el techo de cemento están teñidas de negro, secuelas del espeso humo que se levantó aquel miércoles de julio. El desastre es visible a simple vista, extintores vacíos en una esquina del lugar, muebles en medio de la nada, hierros retorcidos y cenizas esparcidas por todo el suelo.

La familia Perla y los habitantes de la ciudad saben que el incendio es uno más de la lista de los que se han dado en el lugar. Un incendio de gran magnitud que se expandió a la sombra de la falta de una respuesta pronta por el cuerpo de bomberos, puesto que Santa Rosa no tiene estación de bomberos.

Solicitud de la estación de bomberos

La alcaldía municipal, Asociación de Empresarios y Comerciantes de Santa Rosa de Lima (AECOSARLI) ySociedad Cooperativa de Inversiones Limeñas (SCOIL de R.L) solicitaron al gobierno central, por más de 10 años, la construcción de una estación de bomberos para Santa Rosa de Lima; sin embargo, todas las peticiones fueron en vano con la excusa de que el gobierno no contaba con el presupuesto necesario.

Debido a que el cuerpo de bomberos es una institución de gobierno, Joaquín Parada, director del Cuerpo de Bomberos de El Salvador, reconoce que es difícil contar con más estaciones. “La asignación presupuestaria es limitada en todos lados y eso nos limita la expansión de la cobertura territorial”, explica.

A raíz de las negativas en gobiernos anteriores, las disputas por llevarse el crédito de la solicitud y dado a la magnitud del incendio ocurrido en un negocio de la localidad en julio pasado, Santa Rosa Activa, un movimiento que nació con el propósito de contribuir al progreso y desarrollo de Santa Rosa de Lima, planteó la idea de unir esfuerzos entre todas las instancias y solicitar en conjunto la construcción de una estación de bomberos.

“Estábamos peleando por gestiones y no había nada concreto. Al final a todos nos habían dado paja porque (el gobierno) nos había dicho que sí”, explica Ernesto Bonilla, coordinador del movimiento Santa Rosa Activa.

Desde entonces, el movimiento envió una petición al Ministerio de Gobernación de la gestión actual, a través del vice gobernador de La Unión, Daniel Alcides Reyes, quien reside en Santa Rosa de Lima, y obtener la primera reunión para comenzar con las negociaciones de la construcción de la estación. Dicha reunión se programó para el 7 de agosto del presente año.
“Yo le hablé claro al ministro de gobernación (Arístides Valencia) y le dije que era la tercera vez que yo me encontraba en ese despecho entregando documentación en tema de estación de bomberos, así que espero que en esta tercera vez podamos aterrizar en algo”, explica Ernesto muy enérgico.

En esa primera reunión se concretó el compromiso, por parte de gobernación, de solicitar al Ministerio de Agricultura y Ganadería y proponer ante el Consejo de Ministros, el traspaso de un terreno de 5,000 metros cuadrados, propiedad del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA), para la construcción de la estación de bomberos.

Además, en dos ocasiones el diputado por el partido GANA, Abilio Menjívar, ha presentado piezas de correspondencia en la Asamblea Legislativa, de las cuáles asegura tener confianza de la última. “Esperamos que (la estación) se construya el próximo año y sea sometida en el nuevo presupuesto del Ministerio de Gobernación”, dice.

El presupuesto es un tema que a lo largo de los años ha afectado a muchas instituciones del Estado y tal como se ha manifestado, el Cuerpo de Bomberos no es la excepción.

Debido al poco apoyo que recibe la institución, Johnny Wright Sol, ex bombero y ahora diputado por el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), presentó una pieza de correspondencia en septiembre solicitando el aumento de 2.8 millones de dólares para el Cuerpo de Bomberos de El Salvador, a quienes cada año se les asigna cuatro millones y medio de dólares.

“Incluso en el área metropolitana (no se tiene una buena cobertura) tenemos estaciones, pero de qué sirven si no hay un equipo o una unidad. En el país hay estaciones que no cuentan con una unidad, solo tienen personal y eso obviamente, a la hora de un desastre, se complica”, explica el diputado.

Según el director general, las necesidades más latentes en la institución es la renovación de camiones de incendio, equipo de protección personal, contratación de recurso humano, mejoras en las infraestructuras a nivel nacional, y herramientas y accesorios porque con las que cuentan ya han llegado a su vida útil.

También reconoce que cada año se reciben donaciones internacionales, como la que realizó Japón este año al entregar tres camiones de incendio usados, que se repotenciaron y que el día de hoy se encuentran en buen estado. Sin embargo, asegura que si bien estas donaciones ayudan, aún no son suficiente para cubrir las necesidades con las que se enfrentan.

El incendio que detonó una nueva solicitud

El reloj marcaba las 12:30 pm, aproximadamente, cuando Jaime apenas llegó de recoger a su hija de seis años del colegio. El día era bastante caluroso y el negocio era concurrido con normalidad, hasta que una voz se dejó escuchar: “¡Está saliendo humo!”, gritó con fuerzas Healthy Perla, cuñada de Jaime.

Dos locales de negocios resultaron quemados, una pérdida mínima si se tiene en cuenta que los bomberos llegaron dos horas después.
Dos locales de negocios resultaron quemados, una pérdida mínima si se tiene en cuenta que los bomberos llegaron dos horas después.

En ese momento, mientras se encontraba frente a la bodega donde se originó el incendio, Jaime vio que la llama aún era pequeña y corrió por un extintor que se encontraba a pocos metros de distancia, pero a los segundos el fuego había avanzado sin mesura. “Todo sucedió en cuestión de segundos, cuando regresé las llamas eran grandes, solo se veía mucho humo negro. Ahí recordé a mi hija”, dice Jaime.

-Mi única reacción fue correr, quitarme la camisa que llevaba puesta y mojarla, prácticamente me bañé en la pila que estaba afuera- comenta Jaime, mientras respira hondo. Alicia Fernanda Perla, hija de Jaime, se encontraba sola en la segunda planta de la casa.

La desesperación del joven por salvarla lo llevó a realizar más de tres intentos para subir las escaleras, pero todos fueron en vano. Jaime solo recuerda cómo una nube negra avanzaba rápidamente sobre la escalera de caracol, que ahora tiene los hierros más retorcidos que antes, consecuencia del calor intenso de aquella tarde de julio.

Afortunadamente, el fuego no había alcanzado a llegar al cuarto donde se encontraba Alicia Fernanda, cuando el personal de Cruz Roja se precipitó a sacar a la pequeña por la azotea de la casa de los Perla Hacia la casa aledaña.

La madera de los muebles crujía cada vez más fuerte, y el zumbido de las llamas era incesante y avanzaba demasiado rápido. Como un efecto dominó, uno a uno los locales comenzaron a cubrirse de fuego.

Luego de seis extintores, una pipa, huacales, una pila llena de agua, dos locales quemados y los grandes esfuerzos de Perla y personas solidarias, rápidamente los bomberos se bajaron del camión para continuar el trabajo. Llegaron una hora después de las primeras llamas, desde estaciones de La Unión, San Miguel y Morazán.

Cuando los bomberos llegaron al lugar, para Jaime Perla significó un momento de alivio, -ya vinieron los que saben- pensó en ese momento. Sus sentidos comenzaron a activarse uno a uno. “En ese momento comencé a escuchar lo que pasaba, vi quiénes eran los que me tomaban del hombro y ayudaban a apagar el fuego”, recuerda el joven comerciante.

De acuerdo con resultados de las investigaciones del cuerpo de bomberos de San Miguel, el incendio fue ocasionado por un cortocircuito en uno de los postes de alumbrado eléctrico. “Luego del incendio, una empresa de energía eléctrica se acercó a realizar una inspección y determinaron que la conexión del poste donde se generó la chispa estaba mal hecha”, dijo Perla.

Él asegura que uno de los problemas por los que se generan incendios en cadena es por la cercanía de los locales y el poco mantenimiento de las conexiones eléctricas, “hace poco, en las fiestas patronales de Santa Rosa de Lima, vi que el cableado tenía fuego y eso también se da por las condiciones del clima”, dijo.

Según la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego (NFPA, por sus siglas en inglés), una asociación internacional que determina las reglas contra incendios a nivel transnacional, estima que por cada 50 mil personas debe existir una estación de bomberos.

De acuerdo al director del Cuerpo de Bomberos, esa es una realidad que raras veces se cumple y el país que más se aproxima es Japón. En El Salvador existen 360 bomberos operativos para dar cobertura a más de 6 millones de habitantes. Por su parte, La Unión cuenta con 238,217 habitantes y una sola estación de bomberos para sus 18 municipios.

Santa Rosa, los caseríos y cantones alrededor de ella son de los lugares más afectados por la falta de una estación de bomberos sectorial. “Los bomberos siempre llegan cuando todo está quemado”, manifiesta Elizabeth Luna, comerciante de la zona que ha sido testigo de tres incendios en el casco urbano de la ciudad.

Terreno en comodato

Luego de varias reuniones, desde el 7 de agosto, gobernación, Cuerpo de Bomberos de El Salvador, Santa Rosa Activa y la Alcaldía Municipal realizaron gestiones con el CENTA,para verificar criterios técnicos necesarios y asegurarse que el terreno cumpla con las condiciones. Entre los criterios técnicos está el acceso inmediato a la carretera y a diversas comunidades de la zona, para beneficiar municipios como Pasaquina, Lislique, Anamorós, Polorós, entre otros.

El terreno se encuentra ubicado a unos dos kilómetros de distancia del río de Santa Rosa de Lima.
El terreno se encuentra ubicado a unos dos kilómetros de distancia del río de Santa Rosa de Lima.

Según el director del Cuerpo de Bomberos, el lugar sí cumple con las condiciones necesarias para la construcción de una estación porque se encuentra ubicado en el kilómetro 154 de la carretera Ruta Militar, a cinco minutos de Santa Rosa de Lima. “La información más reciente que tenemos es que el tema ya fue tratado con la junta directiva del CENTA y sí hay una intención de aprobación”, dice.

Actualmente, Cuerpo de Bomberos junto a la dirección jurídica de Gobernación se encuentra “elaborando la documentación para obtener en comodato (contrato por el que se otorga, de manera gratuita, un inmueble) el terreno ya ubicado”, explica el director.

Como segunda fase, Santa Rosa Activa espera que en el presupuesto para Gobernación se incluya el proyecto. De lo contrario, de acuerdo al director de bomberos, será necesario unir esfuerzo entre, autoridades municipales, empresa privada del sector, organismos internacionales y sociedad en general para llevar a cabo la construcción.

Según Joaquín Parada, el costo aproximado para la construcción de una estación de bomberos es de 400 mil dólares, a ello se debe sumar 400 mil para un camión de bomberos con equipamiento básico y 150 mil dólares anuales para la contratación del recurso humano.
En general, el recurso humano elemental para el funcionamiento básico de una estación, se comprende de 18 personas. Por turnos, una estación de bomberos debe contar, al menos, con cuatro bomberos y un motorista; además, con materiales básicos como un camión de incendios, un pick up, herramientas y accesorios de trabajo bomberil.

Reordenamiento de la ciudad

De acuerdo a Luis Enrique Turcios, jefe del departamento de Medio Ambiente de la Alcaldía de Santa Rosa de Lima (ASRL), para construir una estación de bomberos en la ciudad es necesario, principalmente crear un plan de reordenamiento de la ciudad, puesto que los negocios ocupan el 60 por ciento de las calles de la ciudad, reclutar un cuerpo de bomberos y colocar hidrantes nuevos en toda la ciudad.

Enrique Turcios asegura que Santa Rosa de Lima no cuenta con la infraestructura adecuada para el ingreso de camiones cisterna por las calles de la ciudad. “Debemos hacer un plan para el reordenamiento que contenga ese eje preferencial, y que en el caso de un incendio el camión cisterna pueda ingresar con facilidad”, dice con certeza.

Para Bonilla, la solicitud de una estación de bomberos no solo es para sofocar un incendio, sino como medida de prevención. “Aquí es necesario regular la quema de maleza en los terrenos y la ventas de cohetes en Navidad, por ejemplo”, explica.

–Imagínese que para esa época hay ventas de tortillas cerca de una cohetería-, añade, con una expresión de asombro.

Y es que Cuerpo de Bomberos de El Salvador también está capacitado para emergencias como inundaciones, rescates, tala de árboles, búsqueda y recuperación de cadáveres, fugas de gas, enjambres de abejas y accidentes de tránsito. Además, imparten charlas a diferentes instituciones sobre medidas de prevención.

Mientras tanto, Jaime Perla solo espera que el proyecto se lleve a cabo lo antes posible para evitar tragedias como la que sucedió en su negocio, porque asegura que todo se resume en trauma. “Mi hija no podía entrar a la casa, se quedaba parada en la puerta y se ponía a llorar. Cada vez que escucha hablar del tema se tapa los oídos, nos dice que nos callemos y sale corriendo”, dice con voz entrecortada.

Así como el caso de los Perla, hace nueve años también ocurrió algo similar con la familia Cano. A dos cuadras de la casa de habitación de la familia, ubicada en Santa Rosa de Lima, se encontraba “Lee Center”, el negocio que, por más de 10 años había sido el sostén económico familiar. Eran las 7 de la noche del 17 de septiembre de 2006 cuando la tragedia golpeó el hogar de los Cano.

Manuel es el propietario de Lee Center. Un hombre de estatura media, piel morena, ojos expresivos y con un especial gusto por educar a los niños. Es maestro en una institución de Santa Rosa de Lima desde que el incendio acabara con su negocio, de donde asegura, no sacó ni la “cajita” registradora.

Lee Center era un negocio donde se comercializaba ropa de marcas reconocidas en ese momento, Buffalo, Lee, Silver Stone, entre otros. Todo quedó calcinado, los anaqueles donde se guardaban los pantalones ardían en llamas, los vidrios y las paredes se reventaron por la temperatura tan alta que alcanzó el fuego.

-Mire, ese incendio fue bárbaro. Para decirle, que unos familiares (al saber lo sucedido) se vinieron de San Miguel y dicen que las columnas de humo se veían desde el 18 (el kilómetro 18 es un desvío que está a 10 kilómetros de Santa Rosa de Lima)- explica Manuel con asombro.

Cuerpos de bomberos de La Unión y San Miguel tardaron una hora 30 minutos en llegar, luego que comenzara la primera llama de fuego. “Todos los que hemos pasado por esto sabemos que es empezar la vida de nuevo, es algo doloroso y si seguimos sin bomberos continuaremos la misma historia”, se lamenta Manuel.

Las investigaciones realizadas por los bomberos, estimaron que el incendio se originó por un cortocircuito en uno de los locales aledaños a Lee Center. Según Manuel, las pérdidas estimadas fueron de 250 mil dólares.

-Es que aquí ni agua había, la gente nos empezó a ayudar con unos huacalitos, pero fue por gusto, el fuego era demasiado abrasador. Recuerdo que una empleada de Pollo Campero venía en carrera con un extintor chiquito (entre risas). Me dio sentimiento porque ella quería ayudar, pero la magnitud del fuego era exagerada- comenta Manuel.

Según Enrique Turcios, jefe del departamento de Medio Ambiente de la ASRL, Santa Rosa cuenta con 96 hidrantes distribuidos en la ciudad, pero solo 9 de ellos funcionan y sujetos a la disponibilidad de agua, porque asegura que el agua es racionada en algunos sectores.

“En algunos lugares hay racionamiento de agua, eso implica que pasen hasta dos o tres días sin agua potable. Esto, en caso de un incendio, de nada serviría que los hidrantes funcionen cuando no hay servicio”, dice el empleado público.

De acuerdo a Turcios, para realizar la construcción de la estación de bomberos será necesario hacer una revisión conjunta con expertos en el área. “Ya han venido los bomberos a hacer pruebas sobre los hidrantes que están en función, y en la mayoría no se obtienen las presiones necesarias, como para poder abastecer un camión cisterna”, explica.

-Esto de no tener la estación de bomberos nos afecta en gran manera. Ahora que me digan que hay un incendio, ya lo veo como la tragedia que es, porque ya pasé por eso- lamenta Manuel.

A raíz de la pérdida de su negocio, el empresario regresó con su familia a la casa de sus papás. Dos años después de la tragedia, ahora cuenta con un negocio donde comercializa productos básicos para el hogar, arroz, aceite y maíz.

Incendios forestales

Enrique Turcios asegura que los incendios también ocurren fuera del casco urbano de Santa Rosa de Lima, y con frecuencia son forestales ocasionados, en su mayoría, por las personas que tratan de quemar la maleza de un terreno determinado, pero al no contar con las medidas preventivas este se sale de control y así es como en ocasiones afecta las viviendas más cercanas.

El proyecto de estación de bomberos beneficiaría a los pueblos en el norte de La Unión.
El proyecto de estación de bomberos beneficiaría a los pueblos en el norte de La Unión.

Así lo confirman los datos proporcionados por la estación de La Unión sobre las emergencias atendidas en los últimos 5 años en el norte de La Unión, donde se contabilizan 57 incendios por maleza, llevándose así el primer lugar entre los casos atendidos junto a las estaciones de San Miguel y Morazán.

En el caso de los incendios forestales, Turcios menciona que “es necesario, si se lleva a cabo el proyecto, contar con un lugar en donde los camiones se puedan abastecer. Deben haber sub estaciones porque tocará apagar el fuego solo con cisternas”.

Actualmente, en caso de emergencias, la alcaldía apoya con una pipa de agua. Sin embargo; Milton Reyes, síndico de la alcaldía de Santa Rosa de Lima, dice que es difícil que la pipa entre a algunas zonas rurales.

El proyecto de la estación de bomberos no solo beneficiará a Santa Rosa de Lima. De acuerdo a Antonio Romero, empresario de la zona y miembro de Santa Rosa Activa, con la estación también se podría agilizar y socorrer a todos los pueblos del norte del departamento de La Unión. “Tenemos fe que esta vez este proyecto se aprobará”, dice con seguridad.

Aunque la esperanza de los limeños sigue en pie, el proyecto parece haber comenzado bajar nuevamente su intensidad, ya que, según Santa Rosa Activa, las reuniones previstas con gobernación se han pospuesto en varias ocasiones.

Ante la incertidumbre de saber qué avances se han tenido sobre el tema, se solicitó programar una entrevista, desde hace más de un mes, con el ministro de gobernación, Arístides Valencia, pero hasta el cierre de esta nota se obtuvo como excusas la falta de tiempo.

Ernesto Bonilla comenta que la asociación ha observado un tanto evasivo al ministro de gobernación, ya que no han podido concretar una reunión con el funcionario. Por lo que, si la reunión que solicitan no se realiza, el empresario asegura que ya preparan una concentración de al menos 30 personas. “Vamos a tocar la puerta a un gobierno abierto, para que nos dé una explicación, o sea que vamos a tener que subirle el volumen para que vayan entendiendo”, enfatiza.

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