Julia Evelyn Martínez, de 56 años de edad, estudió Licenciatura en Economía entre 1980-1985. Docente del departamento de Economía.
Por Raquel Corea
Yo quería estudiar Ciencias Políticas, ese año precisamente cerraron la carrera y no aceptaban nuevas admisiones.
Después de hacer análisis de costos y beneficio, estudié economía porque es lo que más se parece.
Eran tiempos complicados, había mucha convulsión política y social.
A pesar de todas las adversidades que se vivían en esa época, la UCA funcionaba o tratábamos de funcionar con relativa tranquilidad y normalidad.
Yo estudié durante los años más duros de la guerra civil de El Salvador, de 1980 a 1984. Luego hice la tesis en 1985.
Recuerdo la incertidumbre que vivíamos en la universidad, los paros de buses, los cortes de energía eléctrica, la quema de autobuses, bombas que colocaban en las instalaciones de la universidad.
Más de alguna vez me preguntaban, con asombro, por qué estudiaba en la UCA. Decían que era un lugar entre comunista y que era terrorista.
Además, que la UCA era un lugar muy peligroso para estudiar.
En la UCA, nunca se suspendieron labores porque hubiera paros de buses. Tal vez se suspendían las evaluaciones.
Aprendí a ser disciplinada porque yo sabía que aquí con paros de buses, corte de energía eléctrica, como dicen llueve truene o relampaguee, había clases y las actividades no se suspendían.
Recuerdo a los profesores. Tuve suerte de que durante ese periodo las clases en la Facultad de Economía las impartían intelectuales de talla internacional, por ejemplo: Nolvia Saca, es doctora economista.
También me dio clases el doctor Héctor Lindo Fuentes, que venía de hacer el doctorado en la Universidad de Chicago, luego retorno a los Estados Unidos; es uno de los más grandes y reconocidos historiadores en la actualidad.
Recibí clases de sociología con el padre Segundo Montes y de Economía Política con el maestro Aquiles Montoya. Gracias al profesor Montoya, descubrí que tenía esa vocación hacia la docencia universitaria y la investigación.
Recuerdo con mucho cariño mi época de instructora en la materia de Economía Política durante 3 años consecutivos.
Las responsabilidades de las instructorias eran grandes. Porque éramos casi asistentes del docente que impartía la materia. Las discusiones todos los sábados en la tarde para el grupo de Economía Política, para estudiantes de la mañana y de la tarde.
Una persona de la biblioteca que todavía ha sobrevivido a mi tiempo de estudiante me dice: “¡licenciada Julia Evelyn, se acuerda cuando venía y pasaba todo el día en la biblioteca!”.
Yo amaba la biblioteca, para mí es el lugar especial que yo tengo en la universidad. Voy a preparar mis clases, calificar exámenes o simplemente para leer. Esos son mis mejores recuerdos, estudiando y aprendiendo.
Cuando estaba en 5to año de la carrera casi por egresar hubo una emergencia aquí en el Departamento de Economía y un profesor tuvo que salir abruptamente del país.
La materia de seminario quedó a mitad del semestre, quedó sin profesor y no había quien diera esa materia.
El jefe del departamento de ese entonces, Manuel Sevilla, me pidió que yo me encargará de terminar de impartir la materia.
Yo le decía: no puedo, si ni he egresado, todavía estoy estudiando.
Él me dijo hay una figura que poco la hemos utilizado en la UCA, es encargado de catedra.
Me hice cargo y dando esa cátedra, al final de mi último ciclo de la carrera me di cuenta que mi vida, yo la quería en la vida académica.
