“Don Paco Escobar tenía en su escritorio la foto de graduación de nuestro grupo”

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Para Margarita Castellón haber estudiado en la UCA representa una de las mejores decisiones que tomó en su vida.

Margarita Castellón de Asencio, de 42 años, salió en el año 99 de la carrera de Comunicaciones, fue la 6ta promoción.

Por Ana Córdova

La UCA para mí era la mejor para estudiar… En el tiempo que yo comenzaba la universidad se acaban de firmar los Acuerdos de Paz… Mis papás en ese aspecto me exigieron, recuerdo que me dijeron: ‘vamos hacer el esfuerzo pero no queremos que estudies en otra universidad´.

El primer año fue el más divertido, ese no se olvida; yo creo que aún no ha cambiado. Uno pierde y pierde clases. Recuerdo que el primer día en la universidad me perdí. Yo estaba angustiadísima porque no encontraba el aula Magna VI, me fui a sentar a la última como una hora y era al revés la primera era la última y la última la primera.

Fue la primera pérdida que me di y juré no volver a perderme y a leer los mapas en los rótulos, que nunca les había puesto atención, hasta entonces.

El cursillo fue otra divertida experiencia. Todos sufrimos el cursillo en esta universidad y el que no lo sufre no sé cómo lo hizo, en el aula éramos un montón, era variado.

Era algo inolvidable porque estábamos en la misma aula de diferentes carreras, era parejo, todos compartíamos, había una diversidad de gente, de preguntas, de copias, había de todo, era lo mejor para hacer amigos.

De mis catedráticos, bueno de los que más recuerdo con mucho cariño y respeto es Paco (Francsico Escobar), él fue el que me ayudó mucho a escribir, que me gustara escribir y que me gustara leer.

Jamás voy a olvidar a Ana María Nafría, ¡jamás!. Es una inminencia.

Ella nos daba Técnicas de Redacción I, no sé cómo le llamarán ahora, esa era la primera de la carrera, una masacre total después del primer parcial, de los 400 alumnos no sé cuántos estábamos inscritos, al siguiente ciclo muchos ya no estaban.

La pase suspirando. En el primer parcial me fue de la patada y por ley teníamos que llevarla con ella; teníamos que morir en Gramática Superior con ella, había que estudiar. La pase, raspada.

La mayoría de los maestros, tuve la dicha o la suerte, fueron maestros bien especiales… muy estrictos, de ellos aprendí a ser puntual.

Había un Ferran que cinco minutos antes de la clase cerraba la puerta y se acabó. Lloviera, temblara, o lo que fuera, cinco minutos y cerraba la puerta, por mucho reclamo que había, la clase comienza a las 11:00 am y cinco a las 11 tenías que estar en tu asiento.

Los tres mejores amigos que yo tengo son de aquí, el grupo era muy muy divertido y nos llevábamos bastante bien, claro a medida que vas avanzando o te vas quedando se va perdiendo comunicación.

Los que nos graduamos en  el 93, aún nos comunicamos, nos compartimos oportunidades de empleo.

De hecho ese grupo nos inventamos una especie de Semana de Comunicaciones,  eran como jornadas; hicimos foros, un show bufo y una fiesta y recibimos un apoyo de la carrera.

Fue una experiencia muy bonita. Cuando nosotros salimos ya no sé si siguieron, ese fue un momento muy interesante porque no éramos un año en específico, sino que eran todos los años de la carrera de Comunicaciones.

Cuando estaba por egresar me topé con que me faltaban como 60 horas sociales, y me morí, me tocó esperar un semestre entero, sí, yo me morí porque yo iba exacta, no me dejaron egresar por las horas.

Me había metido al coro, había sido instructora de informática y yo dije ya las termine.Pero me faltaban 60 horas y por más que peleaba no me dejaron graduarme, pero ya Dios sabe lo que hace porque al final terminamos egresando como seis nada más, casi que en pareja hicimos los trabajos de graduación y ya habían quitado la tesis ¡gracias a Dios!.

Don Paco Escobar tenía en su escritorio la foto de graduación de nuestro grupo, porque nosotros le fuimos a pedir que fuera padrino nuestro, el sorprendido. 

-‘Yo,  yo para esas vainas no sirvo’ ,

-‘ Sí don Paco, denos el honor’

-‘Y hay que ponerse saco’

-‘Sí don Paco’.

Bien me acuerdo que fuimos a la toma de la foto oficial, al estudio, y él llegó súper puntual, bien lindo él, bien contento, para nosotros era un honor.  Con Paco, coincidimos los seis  egresados que era el que más había marcado la vida de nosotros.

El día del ensayo decidimos salir con los compañeros para celebrar la graduación, porque nadie había podido hacerlo.

Las mejores cosas me han pasado aquí, en la universidad. Los amigos, las relaciones de carrera. En lo personal a mí me gusta ver muchos a compañeros que se hicieron muy plenos en su carrera, son periodistas ahora de renombre o se han ido al extranjero y siguen trabajando en esta área de las comunicaciones. Me enorgullece bastante hasta donde llegué yo”

 

 

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