“Juro que yo empecé a llorar”

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Para William Zelaya la UCA significó una etapa de cambios. Sin embargo, en el 2015 culminó sus estudios en la Licenciatura en Mercadeo.

William Ernesto Zelaya Martínez, graduado de Licenciatura en Mercadeo en el 2015.

Por Luz González

Soy analista de compras en una empresa privada. Me gradué de Licenciatura en Mercado en el 2015. Sin embargo, no empecé estudiando esa carrera. Empecé estudiando Licenciatura en Computación en el 2006. Creo que fueron dos factores los que me motivaron a estudiar en la UCA.

Uno de ellos fue porque mi hermano salió de allí. Él se graduó en el 2004 de Administración de Empresas, y creo que fue el mismo referente que era como igualar lo que él había hecho. Y el otro fue porque en el año que yo entré la UCA tenía un renombre. Le precedía ese prestigio de ser una de las mejores universidades del país.

Mi vida estudiantil universitaria podría dividirla en dos etapas. Por un lado, está la parte donde me dediqué a hacer nada y, por el otro, la parte en donde sí ya tuve un giro.

Tomé malas decisiones, en el aspecto que con los que me juntaba decidimos, en vez de ir a estudiar, ir al billar o al cine. Hacíamos todo menos agarrar un libro. Y fue una etapa que, a mí me duele admitirlo, pero me costó cuatro años.

Yo estuve del 2006 al 2009 en la carrera de computación y pasé alrededor de 20 materias. Casi nada.

En el 2009 estaba llevando Matemáticas III y Física III que son ‘los coladores’, como les dicen. Y llevaba mate con al licenciado Mauro Enríquez. Él es una eminencia en Matemática en la UCA. Es uno de los mejores catedráticos que he tenido. A mí él me había ayudado bastante en la  Matemáticas I y la  Matemáticas II.

Sin embargo, llegó un punto en la materia de Mate III, y creo que al licenciado Mauro Henríquez nunca se le va a olvidar, en el cual habíamos estudiado mucho con una amiga para uno de sus laboratorios. Habíamos desarrollado tres guías para estudiar.

Pensábamos que íbamos a salir bien, pero, al final, vi el laboratorio y no lo terminé. Es el único laboratorio de la universidad que lo dejé en blanco. No le puse ni mi nombre. Y lo fui a entregar hasta que algunos compañeros ya lo habían entregado. Al salir de ese laboratorio me pregunté a mí mismo qué estaba haciendo allí.

A veces hay como necedad de pensar que se puede hacer, pero no va ligado al esfuerzo que se requiere. En la vida he aprendido que mucho nos puede gustar algo, pero no necesariamente vamos a ser bueno en serlo.

Eso fue lo que vi ese día. Tal vez no tener un guía que me dijera que la estaba regando hizo que me atrasara todo ese tiempo en la universidad. No abrí los ojos a tiempo.

Ese mismo día fui a preguntar qué tenía que hacer para cambiarme de carrera. Y en el 2010 empecé en Mercadeo. A mí me gusta Mercadeo. Aprendía que me gustara gracias a los primeros catedráticos que tuve. Fueron de los mejores.  

https://youtu.be/CIzWHDeZ2tY

De los catedráticos que recuerdo mucho está la Ingeniero Marta Lidia Merlos. Ella es una calidad de persona, de lo mejor de la universidad para mí. Era una gran ayuda. La conocí al realizar mis horas sociales, las cuales me tocó hacerlas dando clases de Matemática en un colegio de Soyapango.

De igual forma, recuerdo al licenciado Mauro Henríquez, al Ingeniero Eduardo Escapini y al Ingeniero Daniel Sosa. Son personas de gran calidad tanto académica como humana. Eran de lo mejor que había en la facultad de Ingeniería de la UCA.

Mientras que, en Mercadeo recuerdo al Ingeniero Pedro Martínez. Él ya falleció. Para mí, él fue el mejor catedrático que tuve. Recuerdo que me avisaron un domingo que él hab

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