En la década de los 70, el término “Mecatrónica” fue utilizado por primera vez en Japón. Desde entonces, su desarrollo ha sido tal, que actualmente se ha convertido en una carrera universitaria. En el país, esta ciencia está caminando a pasos agigantados hacia la innovación y desarrollo.
La pionera en impulsar esta profesión en suelos salvadoreños ha sido la Universidad Don Bosco (UDB). En el 2006, la UDB introdujo al sistema educativo nacional el primer plan de estudios de Mecatrónica. Hoy, en una clase de ingeniería en esta universidad que cuenta con 40 estudiantes, 20 son precisamente de Mecatrónica y los otros 20 se encuentran repartidos entre las demás ramas de esta ciencia.
Luis Grajeda Blandón, estudiante de quinto año de Ingeniería en Mecatrónica de la UDB, explica la realidad de esta industria en El Salvador. Expone los proyectos innovadores realizados por estudiantes que, fácilmente, podrían cambiar la realidad del país.
¿Por qué decidiste estudiar Mecatrónica?
En el país hay una gran necesidad de innovación. Pienso que esta es una de las carreras que pueden impulsar la innovación en El Salvador y así cambiar varias cosas de como las conocemos ahora.
La carrera es casi nueva en el país, no tiene los años que otras ingenierías tienen, ¿cómo ves el interés por esta carrera?
En la UDB la mecatrónica y la Ingeniería en Ciencias de la Computación son las que más demanda tienen. El principal protagonista de este interés es la misma universidad. Se han enfocado bastante en impulsar la carrera y les ha dado buenos resultados. Definitivamente es una ingeniería que ha tomado fuerzas en poco tiempo. Un dato curioso de la carrera es que hay más mujeres en esta ingeniería que en otras. Y la Don Bosco se ha encargado de abrir las puertas a más mujeres con programas como “Science Girl”. La universidad va a los colegios a invitar a las jóvenes a que estudien una ingeniería. Al final más chicas se terminan decidiendo por la Mecatrónica.
¿En qué proyectos mecatrónicos profesionales te has desempeñado?
Principalmente en dos: actualmente en un proyecto liderado por la UDB junto a la Compañía Azucarera Salvadoreña (CASSA). El proyecto se llama “Caracterización de los cristales de azúcar utilizando visión por computadora”. Esta iniciativa consiste en determinar la calidad de los granos de azúcar con base en su morfología usando visión por computadora. Actualmente la empresa CASSA usa un proceso no tan preciso y realmente costoso. Tenemos un año trabajando en esto y ya hemos presentado resultados. Ya se desarrolló el software, por ejemplo, aunque sigue en etapas de validación.
¿Cómo inició este proyecto y cuál es tu papel dentro de él?
Realmente la UDB es quien ha propuesto este proyecto como solución y nosotros –un equipo de trabajo de cinco estudiantes- estamos encargados de trabajar en él. En estos momento, estamos en la fase de desarrollar un mejor lenguaje de programación. Mi trabajo dentro del equipo es ser desarrollador.
Mencionabas las implicaciones de este proyecto en la economía nacional, ¿cuál es la importancia que tiene esta iniciativa para El Salvador?
Este proyecto puede impactar en la economía local porque en el país somos exportadores de azúcar y al conocer la calidad de los granos del azúcar salvadoreño, mediante este software, implicaría un cambio significativo en la producción, el grano de azúcar mejoraría y podríamos llegar a ser los primeros exportadores en toda América Latina. Es realmente ambicioso, es una puerta muy grande para el país, y el éxito de este proyecto puede abrir esa puerta.
¿Y el otro proyecto?
El otro es un “Separador autónomo de desechos sólidos”. Básicamente es un basurero que clasifica automáticamente entre botellas y latas, mediante un sensor óptico de luz. Es decir, analiza cuánta luz traspasa el objeto que hemos introducido y así hace la clasificación. por ejemplo, si se introduce una botella, el plástico con el que está hecha deja pasar una gran cantidad de luz. Sin embargo, si introducimos una lata, el aluminio refleja poca cantidad de luz. Entonces, el separador analiza esto y tiene la función de hacer la diferenciación automática. Esta función la realiza mediante una tarjeta electrónica, llamada arduino.
¿Cuánto es el costo de este prototipo y que esperan con él?
Este prototipo es bastante económico, unos 50 dólares. Es una gran ventaja su bajo costo, puede ser instalado en centros comerciales, colegios, escuelas, instituciones de gobierno, en las mismas calles, en un sin fin de lugares. Como equipo de trabajo quisiéramos que las empresas abran las puertas a este proyecto, y lo puedan tomar en cuenta en sus infraestructuras, y así, obviamente, nosotros poder patentizarlo.
¿Existe algún proyecto similar en El Salvador?
Realmente nosotros investigamos bastante y no encontramos ningún otro proyecto similar en todo el país. Los catedráticos incluso nos dijeron que en la Universidad tampoco se había presentado algo parecido antes.
Los futuros Ingenieros mecatrónicos están haciendo mucho desde la universidad, pero ¿Cómo les están abriendo las puertas las diferentes empresas a los mecatrónicos?
la apertura ha ido en crecimiento, sin embargo, la empresa privada y el gobierno sí podrían hacer cambios sustanciales en abrir más puertas a los ingenieros mecatrónicos y aprovechar los conocimientos. Nosotros estamos haciendo nuestra parte. Las empresas privadas podrían hacer más. Abrir más plazas de trabajo, darse cuenta de la necesidad que tiene El Salvador de esta ingeniería, interesarse en mejorar sus mecanismos de producción, etc.
¿Crees que la mecatrónica es necesaria para el desarrollo de El Salvador?
Sí, tenemos el reflejo en países como Alemania y China. En el país, yo veo a los ingenieros mecatrónicos diseñando sistemas y máquinas. Actualmente eso no se hace en el país. Y eso beneficiaria a las empresas, ya que no tuvieran que comprar maquinaria en el extranjero.
Pero, ¿El salvador está listo para este desarrollo de la mano de la mecatrónica?
Esto es un proceso, países de primer mundo lo han vivido y ahora están viendo los resultados. Acá está ingeniería es nueva, El Salvador no está listo. Está comenzando, pero realmente no estamos listos. Estoy seguro que se va a poder dar, la calidad de estudiantes y universidades me lo aseguran.