El Salvador registra 21.5 fallecidos por cada 100 mil habitantes a causa de los accidentes viales. Autoridades de seguridad y emergencias concuerdan en que la causa central de los accidentes viales podría iniciar en la falta de educación vial.
Por Diana Carranza y Tatiana Alfaro
No utilizar de manera correcta las pasarelas, cruzar las calles en puntos no autorizados, irrespetar semáforos y ser imprudentes con vehículos que se encuentran a poca distancia; son algunos de los reclamos que los conductores y autoridades de emergencia tienen hacia los peatones.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estimó que los accidentes de tránsito son una de las causas principales de muerte en el mundo. Según sus datos, anualmente dicha problemática deja un total de 1,25 millones de muertes aproximadamente. El 75% de los fallecimientos “están relacionados a la distracción del conductor, la excesiva velocidad al conducir y la imprudencia del peatón”.
El Viceministerio de Transporte (VMT) estableció en sus resultados de accidentalidad vial que en El Salvador, entre el primero de enero y primero de marzo del presente año, han ocurrido más de 3 mil 500 accidentes vehiculares. Estos causaron 202 fallecidos y mil 725 lesionados. Hubo un aumento a comparación de 2015, donde fueron registrados 175 fallecidos y mil 655 lesionados de 3 mil 815 accidentes.
De acuerdo el subinspector de la División de Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Civil (PNC), Hugo Torres, parte de la problemática de accidentes en el país está relacionada con el incumplimiento de las leyes de tránsito, no solo por parte de los conductores, sino también de los peatones. “Nosotros crecemos con una cultura donde no tenemos educación vial. Nos hace falta ser más conscientes en este tema”, mencionó.
En la pasarela de la Plaza Salvador del Mundo se observan transeúntes cruzar la calle que consta de dos sentidos, de tres carriles cada uno. “A veces solo nos pasamos (debajo de la pasarela) porque es más rápido y hay menos peligro de asaltos”, comentó Fátima Alas de 30 años, quien se encontraba cerca de dicho viaducto.
El tercer director de la Cruz Roja, Carlos Argueta, admitió que no toda la responsabilidad recae en los peatones. Según sus declaraciones, el sistema de pasarelas no está en las mejores condiciones de infraestructura y seguridad.
Según un comunicado de 2015 del Ministerio de Salud (MINSAL), El Salvador registra 21.5 fallecidos por cada 100 mil habitantes y el 70% de esas muertes son usuarios vulnerables, peatones, personas en bicicletas y motocicletas. Esta problemática genera al MINSAL costos de 15.9 millones de dólares anualmente que deben ser destinados a los hospitales para atender a las víctimas.
Por esta razón, Argueta puntualizó sobre la necesidad de que el conductor esté educado sobre las zonas en las que conducirá y, sobretodo, de la reglamentación de tránsito. El Fondo para la Atención a las Víctimas de Accidentes (FONAT) aconseja, también, respetar los límites de velocidad y guardar la distancia mínima entre vehículos. Dicha recomendación se fusiona con el objetivo del plan “Decenio mundial de la Seguridad Vial 2011-2020”: contrarrestar el aumento de lesionados y fallecidos por accidentes de tránsito.
El tercer director de la Cruz Roja dijo que el aspecto de ordenanza peatonal y de conducción sufre desorganización debido al desconocimiento de las leyes de tránsito o carencia de hábitos al respeto de estas.“Nuestro sistema educativo no incluye como materia básica la educación vial. Sería importantísimo que se empiece desde que el niño está en kínder a inculcar los principios de educación vial para evitar tanto accidente de tránsito”, indicó.
Actualmente el Ministerio de Educación (MINED) añadió a los planes de clase cursos de educación vial en las escuelas. Sin embargo, Torres y Argueta, consideran que estos son insuficientes ya que solo aborda la temática de forma general y no hay retroalimentación constante sobre el contenido. Ellos apuestan a una campaña de concientización contundente y persistente donde se le enseñe al peatón sus derechos y deberes al conducirse en las calles.
Torres también atribuyó el problema de accidentes a las infraestructuras de autopistas, semáforos y señalización. “Necesitamos lograr que el conductor se sienta confiado a la hora de manejar, que haya menos curvas, menos pendientes, mejores luces. Los accidentes no únicamente se dan porque el conductor es el malo, o porque el vehículo anda en mal estado. La carretera también es causa (de accidentes)”, declaró.
