“En cincuenta años han pasado miles de estudiantes que han aportado miles de cosas valiosas”

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Cecilia Ortega, de nacionalidad nicaraguense, ingresó a la UCA en 2006 y se graduó en 2011. Fue el mayor CUM de su promoción con 9.14

Cecilia María ortega Miranda, de nacionalidad nicaragüense ingresó en el 2006 a Lienciatura. en Ciencias Jurídicas y se graduó en octubre del 2011.

Por Marcela Cabrera

Estudié mi pregrado  y me gradué en Nicaragua. Cuando vine a El Salvador estudiar por segunda vez mi carrera fue algo diferente. Ingresé por equivalencias, me reconocieron cerca de la tercera parte de mis estudios.

Yo tiendo mucho a comparar cuando estudié la primera vez porque ya tenía una experiencia previa de la universidad donde salí. (Universidad Católica Redemtoris Mater, Managua, Nicaragua).

Soy abogado y notario en mi país, me vine a radicar aquí a El Salvador.

La visión de los jesuitas es más marcada en cuanto a la visión social que tiene, lo que ha sucedido con los mártires, es algo muy presente en cada una de las actividades y de la identidad de la UCA

Elegí la UCA porque me queda más cerca de mi casa y como no conozco muchos lugares aquí,  tenía que ser algo accesible y segundo porque me pareció que tiene un buen prestigio.

En Nicaragua también hay universidades de Jesuitas, entonces uno conoce más o menos del prestigio y la trayectoria.

Intenté, por  casi dos años y medio, incorporarme en otra universidad y al final no pude. En la UCA llegué un viernes y quince días después me tenían resuelta mi solicitud. Todo es rápido siempre y cuando se cumplan con los requisitos.

Como entré por equivalencias tomaba clases con los que acababan de empezar la carrera  y con los que estaban a punto de egresar;  fue una experiencia bastante heterogénea y enriquecedora porque me tocaba convivir con los chavitos y con la gente más formal que ya trabajaba.

A veces tenía clases en el edificio “D” y luego en el  “A”.

Me resultaba muy complicado salir bien en mis materias. Pude constatar que es una universidad exigente. La educación me parece muy buena.

Cuando estudié la primera vez fui la mejor alumna  de mi promoción. Venía con esa exigencia de si pude antes, tengo que poder aquí también. Traía una base con las equivalencias, no partía de cero.

El graduarse de una universidad con prestigio siempre es un plus.  En mi caso, las materias procesales tienen un peso bastante fuerte. Eventualmente le da las mejores herramientas a uno para poder salir y defenderse. Estando ya uno en el ámbito laboral se da cuenta que son eso, herramientas que ya las tiene que aprender a poner en uso.

A uno le queda el interés por regresar a su casa de estudio y creo que es una cuestión de identidad, con los valores, con la institución y eso también es bonito. Sentirse uno parte de esta institución.

Fueron años complicados, con muchos retos, pero también de satisfacciones porque al final pude graduarme. Fuimos dos las que sacamos las mejores notas en la promoción del 2011, creo que por centésimas era yo superior. Fue un honroso 9.14. Después de graduarme en el 2011 tomé un curso deDerecho Notarial y ahorita estoy haciendo ahí la maestría de Derecho Empresarial y me está dando unos quebraderos de cabeza porque ese CUM ya es parte del récor y también es complicado.

Los niveles de exigencia no son solo en el nivel de pregrado sino también en la maestría.

He notado diferencias en estos cinco años de ausencia de cuando estudié el pregrado. Esto de las aulas virtuales, muchas cosas en línea. En la época que yo estaba todavía teníamos que ir a inscribir las materias, retirar el talonario. Ahora no, ahora solo descargas el talonario. Todo se está haciendo en mayor avance en la tecnología.

Vi en la página en cuanto a la evaluación de los catedráticos, antes pasaban con las hojitas para que uno rellenara, ahora ya te mandan el formulario para evaluar a los catedráticos. Sí se ven cambios físicos, los nuevos parqueos y en general se ve que el dinero que reciben lo invierten a pesar que conserva sus aulas más emblemáticas, las “A” famosas, los auditorios que ya tienen sus años pero también tienen cosas nuevas a nivel de infraestructura y eso se nota mucho cuando tenés mucho tiempo de no llegar y eso es bueno se ve que se está avanzando.

Como extranjera me llamó mucho la atención, conocer la historia del país a través de los hechos que pasaron en la universidad. Yo sabía del conflicto armado pero no conocía muchos detalles y al estar en la UCA, en las diferentes materias le van poniendo en realce la historia reciente y sobretodo  que no fue resuelta y todavía hay heridas y situaciones que quedaron sin resolver.

En cincuenta años han pasado miles de estudiantes que han aportado miles de cosas valiosas a la universidad y al país.

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